Dos atletas cruzan la línea de meta con la camiseta de la Real Sociedad. Uno ya es veterano, el otro más joven. El mayor, recuperado ya el aliento, se presenta. “Soy José Ramón Torres, de Burgos”. Los aficionados al atletismo de cierta edad puede que se acuerden de él. Por si acaso, ahonda en su propia persona. “Me conocen como el Poulidor de la Behobia”, dice haciendo referencia al mítico ciclista francés que estuvo varias veces a punto de ganar el Tour de Francia, sin conseguirlo: “He sido dos veces segundo en esta carrera, otras dos veces segundo y tres veces cuarto. Corría con Garín y compañía”.

Torres se estrenó en 1987. “Y aquí sigo”, comenta, feliz por haber completado su 34ª edición. “Es que esta carrera es impresionante. Cuando acabé en 1987, me quedé impresionado con el ambiente y dije: Aquí volveré aunque sea cojo”.

A su lado está Kike Tena, castellonense, atleta y seguidor de la Real: “Nos hemos encontrado en el recorrido y nos hemos juntado porque vamos los dos con la camiseta de la Real. Estoy en una peña txuri-urdin de Castellón. Siempre me lo paso muy bien aquí”.

Elisa Montesinos besa a su padre, Francisco, tras acabar la carrera. Pedro Martinez

Padre e hija

Cada participante, cada grupo que cruza la línea de meta, tiene su propia historia. La del Poulidor de la Behobia es una de ellas. Otra es la de Francisco Montesinos y su hija, Elisa. Ambos nacidos en la localidad malagueña de Ronda y que han disputado juntos la carrera por primera vez.

“Queríamos vivir la experiencia y ha estado espectacular”, comenta Elisa, que dice que su padre es su “entrenador particular”. No en vano, Francisco es entrenador de atletismo y ha visitado “varias veces Gipuzkoa y el norte en general” en diversas competiciones. La Behobia-San Sebastián le encanta. “Es una pasada con la gente animando”, dice, para reconocer luego que él ha “sufrido” y su hija ha “disfrutado”. Elisa se despide con un: “¡Aupa!”.

Javi Casado, Carlos Echepare, Simón Miguel, Fernando Alcalde, Javier Arce y Roberto Muñoz, de Burgos a la Behobia. Pedro Martinez

Seis amigos de Burgos

Son muchos los atletas que vienen a disputar la Behobia-San Sebastián desde Burgos. Roberto Muñoz, Javier Arce, Fernando Alcalde, Simón Miguel, Carlos Echepare y Javi Casado, recuperando fuerzas después de completar los 20 kilómetros, son seis de ellos.

Uno es debutante (Javi Casado), mientras que los demás son ya veteranos de la prueba. “Me habían dicho por aquí que era una carrera preciosa, y efectivamente lo es”, dice el burgalés, que se ha estrenado este año y que puntualiza que “también es dura, ¿eh?”.

“Somos un grupo de amigos que nos gusta correr”, comentan, y aseguran que este año ha habido “incluso más ambiente que otras veces, cada año es mejor”. Y tras el esfuerzo, llega la recompensa: “Ahora nos vamos a una sidrería de Astigarraga”.

Arnau Salvador, Paula del Amo, Salva Lafuente, Marta Jiménez y Mattia Giannini, entre el atletismo y los homenajes gastronómicos. Pedro Martinez

Correr... y comer

La Behobia-San Sebastián, qué duda cabe, tiene un enorme tirón entre los atletas populares. Pero el gancho de la gastronomía guipuzcoana es otro de los secretos del éxito de la participación de fuera de Gipuzkoa.

“Es un planazo pasar aquí un fin de semana”, comentan varios amigos catalanes: Mattia Giannini (de origen italiano), Marta Jiménez, Salva Lafuente, Paula del Amo y Arnau Salvador. “Nuestras motivaciones son la animación que hay en la carrera, porque en ninguna se anima tanto, y la comida. Ayer fuimos a comer a Hondarribia, ahora nos vamos de pintxos por el Centro y mañana a Getaria”. No es mal plan, desde luego.

Libana Taboada y Amagoia Iribar, dos oriotarras con varias ediciones de la Behobia a sus espaldas. Pedro Martinez

Dos oriotarras

La participación guipuzcoana y, sobre todo la femenina, han subido en la edición de 2023. Y un buen ejemplo de ello son las oriotarras Amagoia Iribar y Libana Taboada, que disputan la Behobia por cuarta y tercera vez, respectivamente y la han gozado: “Ha habido un ambientazo. Lo de este año ha sido increíble, para los corredores es espectacular. Lo hemos disfrutado”.