- Mikel Larrañaga e Iker Vicente disputarán hoy un desafío histórico en la plaza de toros de Tolosa (18.30 horas). Será la primera vez desde 1998 que los dos primeros clasificados del principal torneo para aizkolaris se enfrenten en una apuesta. El azpeitiarra y el navarro se jugarán 7.000 euros cada uno en un durísimo duelo sobre seis oinbikos y doce kanaerdikos.

Vicente ganó el Campeonato de Euskal Herria de 2019, y en 2020 y 2021 fue el vencedor del Sherpa.ai Aizkolari Txapelketa Nagusia, que, aunque no sea una competición oficial, es el torneo que reúne a los mejores especialistas de esta modalidad. Larrañaga, por su parte, terminó por detrás del navarro en los tres campeonatos, aunque sí logró superarlo en la Urrezko Kopa del pasado verano, sobre catorce kanaerdikos.

El duelo entre Vicente y Larrañaga será el primer desafío entre un campeón y un subcampeón desde que el igeldoarra Joxemari Olasagasti y Donato Larretxea se enfrentaron en 1998. La victoria entonces fue para el navarro, que batió al campeón sobre seis oinbikos y catorce kanaerdikos.

Larrañaga, que fue el autor del desafío, pretendía competir sobre doce oinbikos y llevar toda la madera de la prueba, pero finalmente cedió a las condiciones de Iker Vicente y se enfrentarán sobre seis oinbikos y doce kanaerdikos, es decir, seis troncos de 1,6 metros de perímetro y unos 53,1 centímetros de diámetro y doce piezas de 1,2 metros de perímetro y unos 39,8 centímetros de diámetro.

Además, los dos contendientes aportarán su madera. Larrañaga llevará a la plaza los seis oinbikos y dos kanaerdikos, y Vicente enviará el resto de troncos. Ninguno de los dos aizkolaris quiso dar pistas sobre las características de la madera, pero se espera un duelo muy duro, que se prolongue por más de una hora.

Para prepararse para este desafío, Vicente ha ganado un par de kilos de músculo para tratar de igualar la potencia del golpe de Larrañaga, mientras que el azpeitiarra ha perdido diez kilos con la intención de aumentar su resistencia. Fuerza y fondo serán necesarios para ganar la apuesta más esperada.