El deporte femenino de Estados Unidos se ha vuelto a ver golpeado por un nuevo escándalo de abusos sexuales, después de la denuncia presentada por las jugadoras de fútbol Sinead Farrelly y Meleana Shim, que han acusado al entrenador del North Carolina Courage, Paul Riley, de abusos sexuales.

A raíz de esta denuncia, las jugadoras de la National Women's Soccer League (NWSL) decidieron en los partidos de esta última jornada parar el juego en el minuto 6 para denunciar los seis años de abusos sexuales sufridos a manos de Paul Riley, que ya ha sido destituido y sobre el que pesa una investigación. También la comisionada de la NWSL Lisa Baird ha sido destituida ante la gravedad de la denuncia.

Tras suspenderse la jornada de fútbol el pasado sábado y domingo, en la reanudación de los partidos ligueros esta semana las jugadoras han querido expresar su denuncia con un emotivo gesto, parando el juego de los partidos en el minuto 6. "Esta noche, recuperamos nuestro lugar en el campo, porque no dejaremos que nos quiten nuestra alegría", han manifestado las jugadoras a través de un comunicado conjunto.

Sinead Farrelly y Meleana Shim han asegurado haber sufrido abusos tanto verbales como sexuales por parte del entrenador, que ya contaba con un amplio historial de escándalos por abusos, acosos y maltrato físico y verbal. Se da la circunstancia de que Paul Riley ya había sido suspendido en una anterior etapa como entrenador de los Portland Thorns, en el año 2015, después de que varias jugadoras le acusaran por abusos. En aquella ocasión, la propia NWSL aparcó la investigación.