- Helicópteros paquistaníes intentaron ayer por segundo día consecutivo localizar a los tres montañeros con los que se perdió el contacto el viernes cuando trataban de ascender el K2, la segunda montaña más alta del mundo y que esta temporada ya se ha cobrado la vida de dos escaladores.

El chileno Juan Pablo Mohr, el islandés John Snorri y el paquistaní Ali Sadpara aprovecharon en la madrugada del viernes una ventana de buen tiempo para tratar de hacer cumbre en el K2 (8.611 metros), explicó en Twitter el nepalí Chhang Dawa Sherpa, líder del equipo de Seven Summit, la compañía que organiza la expedición. Sadpara ha compartido varias expediciones con Alex Txikon, con el que logró el 27 de febrero de 2016 la primera ascensión al Nanga Parbat junto al italiano Simone Moro. Txikon y Moro, precisamente, tratan en estos momentos de subir al Manaslu.

A los tres escaladores también les acompañaba Sajid, hijo de Ali Sadpara, que se encontraba con ellos en el conocido como "cuello de botella", pero tuvo que abandonar y regresar al campamento III debido a un problema con su regulador de oxígeno, según relató él mismo hacia el mediodía del viernes, informó Sherpa.

Sin embargo, desde entonces, nada se sabe de los tres montañeros y sus localizadores GPS han dejado de dar señales. Sajid les esperó durante horas en el campamento III para asistirlos durante su regreso, pero finalmente, exhausto, retornó al campamento base.

Chhang Dawa Sherpa informó de que el sábado un helicóptero del Ejército paquistaní buscó a los montañeros sin éxito hasta una altitud de 7.000 metros (lo máximo que puede ascender la aeronave) y este domingo volvió a intentarlo.

Esta búsqueda contrarreloj de los tres montañeros llega después del éxito alcanzado el pasado 16 de enero, cuando diez nepalíes, nueve de ellos de la etnia sherpa más conocidos por sus habilidades como porteadores, lograron el primer ascenso invernal al K2. El ascenso al K2 en invierno, el único de los catorce ochomiles que no había sido coronado en esa estación, estaba considerado el último gran desafío de la disciplina.

Sin embargo, la alegría apenas duró, ya que esa misma jornada se conoció la muerte del montañero catalán Sergi Mingote, tras sufrir una caída cuando descendía al campo base. La segunda muerte de la temporada se produjo el viernes pasado, cuando el escalador búlgaro Atanas Georgiev Skatov falleció por una caída en el campamento III tras la rotura de la cuerda de seguridad. Desde que fue escalado por primera vez en el verano de 1954, el K2 es considerado uno de los ascensos más difíciles del mundo, debido sobre todo a temperaturas que caen en invierno hasta los -50 grados, vientos de 200 km/h o el riesgo constante de avalanchas.

La montaña se ha cobrado la vida de uno de cada tres escaladores que han alcanzado la cima, con 85 fallecidos y más de 300 cumbres. La muerte de Skatov supuso la tercera de la temporada en suelo paquistaní. Además de Mingote, el montañero estadounidense Alex Goldfarb fue hallado muerto el 18 de enero en el pico Pastore (6.209 metros) tras desaparecer un día antes.

Ali Sadpara ha compartido varias expediciones con Alex Txikon y en 2016 ascendieron por vez primera el Nanga Parbat en invierno