Asier de la Iglesia, negativo en el test de coronavirus

- Asier de la Iglesia no padece el COVID-19. El jugador zumarragarra se sometió ayer al test para detectar el coronavirus en el ambulatorio de su localidad, tal y como él mismo explicó en su cuenta de Twitter: "He dado negativo en el test del coronavirus, pero la médica que me ha visto me ha encontrado bastante mal, con fiebre, con tos y con dolor de cabeza, y me han hecho unas placas del tórax. Mañana -por hoy-me darán los resultados. Me alegro de haber dado negativo en el COVID-19. Y ahora, a encontrar lo que me está pasando para poderme curar".

De la Iglesia sufre esclerosis múltiple y asma, lo que le sitúa dentro de los grupos de riesgo, es decir, aquellos colectivos que son más vulnerables frente al coronavirus. El jugador del Ordizia denunció la semana pasada, a través de las redes sociales, que no había logrado que le hicieran el test a pesar de que lo solicitó el sábado, y permanecía recluido en su habitación desde que acusó los primeros síntomas. El domingo recibió una llamada de Osakidetza para interesarse por su situación, y ayer mismo fue citado para realizar el test en el ambulatorio de Zumarraga.

De la Iglesia explicó cómo recibió ayer la comunicación: "Me he levantado con una noticia. A las ocho y cuarto me han llamado para que a las nueve y cuarto me pasara por el ambulatorio de mi pueblo, de Zumarraga, que me iban a hacer el test del coronavirus. He cogido el coche -la primera vez que piso la calle en 25 días-, he ido hacia el ambulatorio, he aparcado enfrente del ambulatorio, que tiene una carpa, me han hecho la prueba del COVID-19 y a la tarde me llamarán dándome los resultados".

El jugador de baloncesto destacó la importancia de los test para detectar la enfermedad: "Sé que cada comunidad es un mundo y el protocolo de cada sitio es diferente. Espero que cada vez vayan haciendo más test, porque es importante".

De la Iglesia milita en el Ordizia de la Liga Vasca. En 2008 fue fichado por el Gipuzkoa Basket para disputar un único partido en la liga ACB, ante el Joventut, con el objetivo de visualizar la lucha de las personas afectadas por esclerosis múltiple, una enfermedad que no ha impedido que el zumarragarra pueda practicar el baloncesto.