Donostia - Esta vez la gran batalla cayó del lado de Dominic Thiem, que venció a Rafa Nadal por primera vez en un torneo de Grand Slam y le apartó de las semifinales después de siete presencias consecutivas. El austriaco siguió la receta que todos saben, pero no todos pueden aplicar. Contra Nadal, hay que correr más y pegar más duro y hay que hacerlo todo el rato. En el momento que aflojas, el balear es capaz de volver a las situaciones más inverosímiles. Ayer, estuvo cerca, pero no pudo. Al final, Thiem venció por 7-6, 7-6, 4-6 y 7-6 tras cuatro horas y diez minutos en un partido que se decidió por apenas cinco puntos: 148 por 143. Además, se produjo algo extraño y es que nunca había perdido el de Manacor tres tie-breaks en un mismo duelo.

Nadal admitió que Thiem había jugado mejor, "aunque creo que no he hecho un mal partido ni por tenis ni por concentración y esfuerzo". Y así fue porque el centroeuropeo, cada vez más versátil en sus prestaciones en todo tipo de superficies, tuvo todo el mérito porque exhibió una gran movilidad para cubrir todos los huecos y una fuerza extraordinaria, no solo con su revés, sino también con una derecha invertida que anuló una de las grandes armas de Nadal, su derecha paralela, que la mayoría de las veces fue defensiva.

El de Manacor tuvo saque para ganar el primer set y no lo aprovechó. En el segundo, también tuvo ventaja de 4-2, pero Thiem jugó con una gran determinación y, en algunos puntos clave, con ese punto de suerte que se necesita.

Del otro lado le llegaban cañonazos, apenas pudo tomar la iniciativa en los intercambios, que cuando se alargaban caían curiosamente del lado del austriaco.

Aún así, Nadal no cejó en buscar su momento y alguna debilidad enfrente y logró hacerse con el tercer set en los únicos momentos de duda de su rival.

Sin embargo, Dominic Thiem no lo acusó y con una rotura en el tercer juego del cuarto set elevó la exigencia. El balear logró llegar de nuevo al desempate y otra vez lo jugó mejor el número 5 del mundo para lograr un triunfo que confirma su excelente y constante progresión. "Me ha faltado algo más determinación, encontrar algún golpe ganador más y ganar algún tie-break", explicó Nadal, para quien ceder esa ventaja en el primer set "fue decisivo para el desarrollo del partido".

contra zverev Así, Dominic Thiem jugará mañana la semifinal ante Alexander Zverev, que ha dado el paso esperado para llegar por primera vez a esta ronda de un Grand Slam. El alemán, que ha asegurado que se presentó en Melbourne sin "ninguna expectativa", está mostrando un gran nivel de tenis y ayer venció al suizo Stan Wawrinka por 1-6, 6-3, 6-4 y 6-2.

Hoy por la mañana de Euskadi, Novak Djokovic y Roger Federer librarán su quincuagésimo duelo de otra rivalidad legendaria. Visto el desarrollo del torneo, el serbio, que si gana el torneo recuperará el número 1 del mundo, es claro favorito.