Donostia - Fueron apenas un minuto y 46 segundos, pero le supieron a gloria a Julen Olaizola (Donostia, 26 años), ya que significaron su retorno a las canchas más de ocho meses después de lesionarse gravemente la rodilla derecha y tener que pasar por el quirófano. “Es bonito escuchar tu nombre en el banquillo”, comenta el pívot refiriéndose al momento en el que Marcelo Nicola le llamó para saltar a la cancha contra el Marín Peixegalego.

“Hay momentos difíciles, sobre todo al principio, que te cuesta ver esa mejoría o ese avance”, dice Olaizola sobre el proceso de recuperación, “pero me lo he tomado bastante bien. No he parado de trabajar y creo que en este tipo de lesiones esa es la clave, no decaer y no pensar que todavía queda mucho, sino seguir trabajando”.

El trabajo con Lander Castro, preparador físico del Delteco GB, ha sido intenso: “Desde que firmé el contrato me ha puesto a trabajar. Estoy súper agradecido a Lander por todas las horas que ha metido conmigo, además del trabajo anterior con otra gente. Estar de vuelta significa que el trabajo de los últimos ocho meses ha sido duro, pero, bueno, me encuentro bastante bien”.

A su grave lesión se une su andadura en el UCAM Murcia las temporadas 2016-17 y 2018-19, donde no jugó mucho, así que se podría decir que Olaizola lleva tres cursos en los que apenas ha tenido continuidad, demasiado tiempo para un jugador: “Estoy con muchísimas ganas. Lo que me toca ahora es currar y volver a coger sensaciones, que en Murcia las perdí un poco, sobre todo el segundo año que fue muy duro. Estoy con muchas ganas y ambición y quiero ayudar al equipo. Tengo que coger sensaciones en la cancha, y adaptarme al equipo y a las normas y reglas de Marcelo”.

La competencia es máxima en el juego interior, con cinco jugadores -Murphy, Rozitis, Faye, Jawara y el propio Olaizola- para dos puestos, así que el planteamiento del donostiarra por ahora es “ayudar”: “Lo que tenemos que hacer todos los jugadores es estar al máximo, preparados al 100% y aportar lo que nos pida el entrenador. A mí me toca seguir currando para ayudar lo máximo posible al equipo y que Marcelo pueda contar conmigo todos los minutos que quiera”.

Olaizola se siente feliz por su regreso a Donostia: “El Delteco GBC es mi equipo de siempre. Estaba ahí sentado -señala a las gradas del Gasca- en el ascenso de Esteban Martínez, David Doblas y todos estos. Veía al equipo desde pequeño y es un orgullo volver a vestir esta camiseta”.

Este próximo domingo (18.00 horas) el conjunto guipuzcoano recibe precisamente al exequipo de Olaizola, el Canoe, que por ahora no ha ganado ningún partido. El pívot, en cualquier caso, no se fía: “No te puedes despistar en ningún partido, es una liga muy competitiva; seas favorito o no tienes que dar el 100% para ganar. Si conseguimos alargar los buenos momentos que tenemos, vamos a ser muy competitivos. Pero si te relajas, cualquier equipo puede ganarte. Hay que estar concentrados y haciendo nuestro trabajo”.