Síguenos en redes sociales:

“Es bonito despedirnos juntas”

LIGA DIA | Iulene Olabarria y Onintza Aduriz reflexionan sobre su carrera, unida alIDK Gipuzkoa y a la que han puesto fin a la vez

“Es bonito despedirnos juntas”

donostia - Qué mejor lugar para repasar su trayectoria que el Gasca, el polideportivo donde tantas horas han metido. “¡Un montón!”, se ríen, “más que en el autobús, aunque ahí también hemos echado unas cuantas horas en viajes, ¿eh?”. Iulene Olabarria y Onintza Aduriz se retiran del basket profesional y lo hacen a la vez. “Tiene un punto poético”, reconoce Aduriz. No en vano, ambas han compartido equipo, vestuario y hasta habitación de hotel en los desplazamientos durante los últimos diez años. Si para ellas abandonar las canchas les hace dejar atrás el deporte sobre el que ha girado sus vidas durante mucho tiempo, mayor es aún el hueco que dejan en el basket guipuzcoano. Difícil encontrar dos jugadoras de su calidad, implicación y compromiso. La líder del IDK Gipuzkoa es Azu Muguruza, pero el crecimiento del club hubiera sido imposible sin estas dos jugadoras que se despiden juntas.

Aduriz, de 28 años, anunció que dejaba el basket profesional el pasado 7 de mayo, apenas tres semanas después de terminar la pasada temporada. Durante los últimos meses fue madurando la idea. Al residir y trabajar en Pamplona, los desplazamientos diarios a Donostia para entrenar, unidos a los viajes del equipo cuando tocaba jugar fuera, hicieron que la campaña fuera agotadora -aunque satisfactoria- para ella. Ya en la Copa de febrero en Vitoria se le pudo ver llorando tras la derrota en cuartos de final ante el Gernika Bizkaia, ya que sabía entonces que iba a ser su última Copa. También se emocionó en los play-off contra el Cadí La Seu. “He llorado un montón este año”, reconoce. “Es que al final es una decisión complicada. Ten en cuenta que mi vida era entrenar y jugar. Planificaba todo en función del baloncesto. En verano me preparaba para la temporada. Dar el paso cuesta, aunque tenía claro que era el momento. El día antes de despedirme, estaba en casa y no quería ni leer la carta que había escrito”. Han pasado dos meses, pero los ojos se le ponen llorosos. “Todavía lloraré más, seguro. El primer partido del equipo que venga a ver aquí, lloraré. O volveré a casa y lloraré”.

Más reciente fue la despedida de Iulene Olabarria, de 34 años, que anunció su retirada el 9 de julio. Su trayectoria reciente ha estado inevitablemente marcada por la grave lesión de rodilla que sufrió al inicio del curso 2017-18 y que ha mermado su rendimiento desde entonces. Pensó en seguir, pero finalmente aceptó la oferta del IDK Gipuzkoa para incorporarse a los despachos. “Las lesiones vienen, no puedes elegirlas. Este año ha sido duro, no ha sido fácil para mí, es una pena desde la lesión no haber podido disfrutar como antes. La liga se ha vuelto bastante física y aunque lo intentas nunca llegas a estar como antes. Me hubiese gustado terminar de otra forma, jugando más. Pero me quedo con todo lo que he conseguido durante años”.

progresión continua Para cuando Aduriz llegó en 2009 al IDK Gipuzkoa -que entonces competía en Liga Femenina 2- Olabarria llevaba ya seis años junto a Azu Muguruza en un proyecto que en 2003 era totalmente amateur y militaba en Primera Nacional. En 2007 el conjunto guipuzcoano subió a Liga Femenina 2 con una canasta precisamente de Olabarria y el equipo guipuzcoano logró consolidarse en la división de plata. Después de tres fases de ascenso quedándose a las puertas del salto de categoría, en 2013 las guipuzcoanas consiguieron subir a la Liga Dia. En la máxima división -donde el primer triunfo, en Burgos, llegó tras una canasta de Olabarria- la progresión del club ha sido continua hasta jugar tres veces la Copa y otras tantas el play-off por el título, quedándose pequeño el objetivo de la permanencia.

La historia del club es la de una progresión que personalizan las propias Olabarria y Aduriz, que fueron poco a poco mejorando hasta ser jugadoras importantes en la Liga Dia. “Nos hemos ido adaptando, mejorando en los entrenamientos y partidos con los años. Lo más difícil fue coger el ritmo al principio en la máxima categoría, el salto fue grande”, comenta la alero: “Cuando consigues las cosas no eres consciente. Ahora lo piensas y te das cuenta de todo lo que hemos hecho. El club ha crecido y mira cómo está ahora, ha sido satisfactoria para todas”. “Ni Azu pensaba que estaríamos donde estamos ahora”, añade la ya excapitana: “Con cada ascenso tocaba adaptarse al cambio físico y de velocidad en el juego. Hasta que consigues llegar a ese punto, cuesta”.

Aduriz y Olabarria aportaban muchas cosas. Eran piezas clave para Azu Muguruza en la cancha, pero también para mantener tanto la exigencia como el buen ambiente en el día a día. “Nuestro objetivo siempre ha sido ayudar al equipo en lo que fuera, es algo que nos ha salido natural. Por ejemplo, cuando llega alguna extranjera, ponerle las cosas fáciles para que se adaptara lo mejor posible”, dice Aduriz. “Durante años hemos visto crecer al club gracias a la ayuda de mucha gente que nos ayudaba en todo, y nosotras en la cancha sentíamos que teníamos que aportar todo lo que podíamos. Cosas como ayudar a las nuevas no suponían un esfuerzo para nosotras”, añade Olabarria.

la relación con azu Por todo esto, quien más echará en falta a las ya exjugadoras será Azu Muguruza. “La relación es muy estrecha. Con una mirada ya nos entendíamos. Y cosas como antes de empezar el entrenamiento soltar un par de chorradas para romper el hielo y que el ambiente fuera mejor”, cuenta Olabarria. “Sí, seguro que Azu nos echará de menos, como nosotros a ella. Nos entendíamos muy bien y había complicidad, era fácil”, dice Aduriz.

Dejarlo a la vez no era algo que habían planificado. “No es que sea una ilusión, porque no llamaría así a retirarnos, pero sí es bonito despedirnos juntas. Cuando yo empecé, Iulene ya estaba ahí y siempre me ha ayudado mucho. Nunca he condicionado mi continuidad a la de ella, pero una temporada sin Iulene se me haría dura, cuando estuvo lesionada la eché mucho de menos. Tiene un punto poético retirarnos juntas, ¿no?”.

Olabarria y Aduriz han compartido habitación en los viajes durante los últimos años. “Al principio Azu solía cambiar de parejas en cada viaje. Llegábamos al hotel y te ponías cerca de la que querías... pero no colaba”, se ríe la escolta. “Luego ya hizo parejas fijas y una de ellas éramos Onintza y yo”. “Yo prefería estar con Iulene, me he llevado bien con todas pero al final tienes más confianza con unas que con otras”, dice, por su parte, Aduriz. “Es importante tener las mismas rutinas o aficiones. Una vez compartí habitación con Geisa Oliveira -jugadora brasileña que tenía insomnio-. Estaba lesionada y no iba a jugar, pero viajé con el equipo. Me tocó con ella y no descansé nada, porque Geisa se despertaba a mitad de la noche, salía al pasillo... estaba hecha polvo, menos mal que no tenía que jugar al día siguiente”.

Aduriz y Olabarria aún no han tenido tiempo para echar en falta el baloncesto. “Hasta que no empiece la liga y venga a ver un partido... supongo que ahí tendré el cosquilleo de verlo desde la grada. La emoción de competir es lo que más echaré en falta, esos nervios en el calentamiento”, explica Aduriz. Para Olabarria la sensación será distinta, ya que sigue vinculada al club: “Cuando el equipo empiece a entrenar, lo notaré, pero voy a estar ahí, viendo a la gente, a los entrenadores y a las compañeras. Lo viviré diferente. He ido asimilando la idea y ya estoy más tranquila”.

Ambas reconocen haber “disfrutado mucho”. “Esa adrenalina, esos nervios de antes de cada partido, la tensión... eso y la convivencia es lo mejor”, dice Aduriz: “Hay momentos duros como lesiones de compañeras o derrotas. Si no te diviertes, es difícil aguantar”. Olabarria se queda “con la convivencia”: “Recuerdas algún partido puntual por lo competido que fue o los ascensos, claro, pero lo mejor es la convivencia, esos ratos de compañerismo. Igual tienes grabada la chorrada más mínima porque te reíste un montón”.

Edad. 34 años.

Trayectoria. Jugaba en el Atletiko San Sebastián cuando Azu la subió en 2003 al Atletiko UPV. Desde entonces, siempre ha estado en el mismo equipo.

16

Temporadas en el IDK Gipuzkoa, con el que subió a Liga Femenina 2 en 2007 y a Liga Dia en 2013.

Edad. 28 años.

Trayectoria. Jugaba en la cantera del Bera Bera y en 2009 pasó ya a formar parte del IDK, con el equipo en Liga Femenina 2.

197

En diez años solo se ha perdido tres partidos por lesión o enfermedad y llegó a jugar 197 seguidos.