Una bomba fue desactivada ayer junto a la playa de Riazor. No se ha confundido de sección el lector, y estas son páginas de Deportes, pero la crónica de la segunda jornada de la bandera Cidade da Coruña bien podría haber sido escrita con ese titular de sucesos. No en vano, la Liga Eusko Label estuvo cerca de saltar por los aires. Aquí la retórica sí coincide con la realidad, puesto que el viento fue el principal responsable de la escabechina que se montó ayer al mediodía y de la que el líder Orio acabó saliendo indemne. La San Nikolas cogió la autopista de vuelta a casa con la bandera en el maletero, pero con tres puntos menos de ventaja sobre Hondarribia. Los verdes no pudieron llevarse el trapo a casa por dos segundos, pero se adjudicaron su segunda victoria del año tras volar en cabeza desde el primer largo.

Para mostrar la emoción de la máxima competición de traineras, será difícil encontrar una regata tan abierta y épica como la de ayer. Para inocular la afición por este deporte a los que fueron a Riazor con ganas de playa más que de remos, la ACT disfrutó de una ocasión pintiparada. El viento -con ráfagas que superaron los 25 kilómetros hora-, el campo y las embarcaciones ofrecieron un espectáculo de esos que se recuerdan luego cuando se apaga el semáforo de la liga a finales de septiembre.

El autobús de Orio llegó a última hora de la tarde al pueblo. Allí les esperaban sus vecinos, que a las 21.30 horas salieron a la calle a celebrar un hito histórico, el doblete obtenido en A Coruña con la victoria final de los chicos, pero también el de las chicas en la Liga Euskotren. La guinda del recibimiento lo puso el equipo B con su triunfo del sábado en Mutriku. El fin de fiesta, sin embargo, no estaba garantizado a falta de tres minutos para alcanzar la meta.

En el minuto 17 de esfuerzo en la tanda de honor, tres traineras tenían opciones de ondear bandera: Orio, como es lógico, gracias a su ventaja del primer día; Santurtzi, que se encontraba solo un segundo por debajo del sorpasso en la clasificación final, que tenía a cuatro segundos cuando arrancó el domingo; y Hondarribia, un cohete por la calle 4, desde donde sacaba once segundos al bote aguilucho. En 11,40 segundos estaba la diferencia que debían sacar los verdes a los amarillos. Parecía improbable remontar ese tiempo al líder, pero una ola y la bandera era de ellos.

Los de Ioseba Amunarriz tenían ante sí la oportunidad de dar un golpe doble en sus aspiraciones por alzarse con la liga. La victoria en la doble jornada, con lo que supondría psicológicamente llevarse la bandera a casa tras desconectar de ella unas horas antes, y la posibilidad de introducir tres botes entre medias en la clasificación del día. A falta de 800 metros, Santurtzi controlaba las acometidas de Orio y se situaba a ocho segundos de la Ama Guadalupekoa -el sábado le había aventajado en siete segundos-. Escenario perfecto para los verdes.

“Una situación de riesgo” La ola que provenía desde la calle 4 le dio opción a Hondarribia de rascar dos-tres segundos en los metros iniciales de los largos de vuelta. En la ida, las buenas sensaciones de la Ama Guadalupekoa se unieron con una vía marina que le permitió volar en el esfuerzo inicial de brancas.

Cuando Hondarribia dejaba atrás la primera ciaboga, la bandera estaba en su popa. Había despegado a Orio y Urdaibai con una facilidad pasmosa y la experimentada Santurtzi, con una media de edad ayer de 35 años en sus tostas, era la única capaz de seguirle. Las diferencias eran impropias de la tanda de honor. En el minuto siete, el líder era sexto. La bomba había entrado en su popa. La alerta se encendía en el bote amarillo.

Sin embargo, la vuelta en popare sirvió para que se viera la fortaleza mental de la San Nikolas, que no desfalleció y volvió a engancharse a la regata con el impulso de las olas que iba surfeando su patrón zarauztarra, Gorka Aranberri. Orio se veía por primera vez en esta situación de emergencia.

Aunque de brancas Hondarribia volvió a arañar algún segundo, las diferencias ya no se dispararon como en el primer largo y en la vuelta se decidiría todo. La Ama Guadalupekoa entonces decidió dejar la calle 4 para cruzar todo el campo e irse progresivamente hasta la 0. Necesitaban los verdes un extra para cortar la remontada de Orio, que entre ola y ola bajaba las diferencias y recortaba las opciones de los bidasotarras de hacerse con la bandera. El sprint final fue apoteósico, tanto que Santurtzi vio un cohete amarillo pasarle por babor y casi acaba por detrás de los vatios de Urdaibai, que está de vuelta entre los mejores. La trainera verde cruzó veloz la meta, pero no lo suficiente. Orio llegó ocho segundos después y levantó los brazos. “Hemos sabido salir de una situación de alto riesgo y para el equipo esta es una nueva experiencia”, se congratulaba Jon Salsamendi en declaraciones a ETB. “Es un segundo premio”, apostillaba el técnico.

donostiarra, de nuevo segunda La Donostiarra vuelve a dar en el larguero. Esta vez, por cuatro segundos, no ganó la jornada la Torrekua II, que afianza su posición de actor protagonista en esta liga. Ayer le tocó el papel de protagonista secundario, pero sus buenas actuaciones le podrían otorgar en cualquier campo el primer premio que ansía.

En pelea con un gallo como Zierbena, Donostiarra realizó una regata muy completa. Sacó ventajas de salir al mar por la calle 4 y aprovechó bien las olas a la vuelta. A 38 paladas por minuto, venció por tres segundos en meta a los galipos y se puso a esperar. El aumento de la fuerza del viento benefició a la embarcación, que acaba el fin de semana gallego a dos puntos de la tanda de honor.

Mala suerte para san pedro Tras un buen sábado, el domingo fue funesto para San Pedro. La Libia sufrió la calle 1, quizá la peor para la ida, y la falta de frescura del bote, que repitió trece. Aunque no desfalleció hasta el largo final, la trainera morada no logró dar con la tecla y acabó por detrás de Lekittarra y Astillero en su particular batalla a tres por eludir el descenso.

La primera tanda la ganó Kaiku, que vuelve al segundio turno de la general tras la mala jornada de Cabo. Los gallegos se descolgaron rápido de la pelea por la tanda intermedia y fueron undécimos ayer, por detrás de Astillero. Otra mala noticia para San Pedro.