zarautz - “La nueva organización de la carrera nos ha pedido a un grupo de exciclistas que echemos una mano, para rejuvenecer la carrera”, explica Haimar Zubeldia desde el balcón de Elkano, con Zarautz como telón de fondo. Es el usurbildarra, residente en la localidad costera, el ideólogo del recorrido de la primera etapa de la Itzulia, con salida y meta en la Avenida de Navarra, que cruza de este a oeste el municipio. El principal atractivo del trazado, en cualquier caso, está en las temibles rampas que Zubeldia descubre para NOTICIAS DE GIPUZKOA y que se coronarán, el próximo lunes 2 de abril, a menos de siete kilómetros de la llegada.

“Ha coincidido así. Me he retirado y al año siguiente me ha tocado diseñar una etapa en Zarautz. Una casualidad”, aclara entre risas Haimar, como excusándose de antemano con el pelotón por la dureza de una pista local que hará estragos. “Este año cambia la fisonomía de la carrera. La contrarreloj será llana y además se celebrará en la cuarta jornada, no en la final. Así que había que apostar por la dureza desde el primer día”. El usurbildarra solía utilizar “de vez en cuando” la carretera general de acceso a Elkano, por la que se bajará en la Itzulia, para completar algunas series de entrenamiento. El camino asfaltado por el que se ascenderá, mientras, lo utilizaba para sus recorridos “con la mountain bike”.

“subida típica” La diferencia que establece el exciclista usurbildarra entre ambas vertientes resulta significativa, y habla de la dureza de una subida “típica de este entorno y de la propia Itzulia”. Hay tramos cuyo piso no presenta un buen estado, pero las instituciones los han adecentado de cara a la prueba. Y Haimar reconoce que, cuando ideó el paso por la zona, no cayó en que se recorrerá un día festivo, en Lunes de Pascua. “Voy a proponer a los organizadores que pongan las cuerdas que solían colocar en el muro de Aia. Si no, el público puede estar demasiado encima de los ciclistas”.

Cuando a Zubeldia le pidieron diseñar una etapa entre Zarautz y Zarautz, entendió que “sería bonito recorrer toda la costa guipuzcoana, y apostar además por un final con varios pasos por la zona de meta”. Las subidas a Garate y Aia cumplirán con este objetivo, y permitirán además a Haimar satisfacer uno de los requisitos indispensables para que la subida a Elkano recibiera luz verde. “El acceso es estrecho y complicado, así que había que intentar que el pelotón lo alcanzara enfilado y algo roto”.

El excorredor guipuzcoano pronostica una jornada con la típica escapada y “un acelerón de los equipos de los favoritos al entrar en la vuelta final, de camino a Garate y Aia”. Prevé además que algún ciclista corone luego Elkano en solitario, y que un grupo bastante reducido le persiga durante el descenso a Zarautz. “Pienso que se verá una carrera bonita”, sentencia.