eibar - Presión alta, intensidad en cada acción, juego por las bandas, centros de los laterales y extremos, y remates de los delanteros. El Eibar recuperó frente al Betis a su fórmula habitual, la que tantos éxitos le ha dado bajo la dirección de José Luis Mendilibar, para derrotar al Betis ayer en Ipurua (5-0) y volver así la senda de la victoria, dejando atrás una racha de siete partidos sin ganar que empezaba a pesar mucho. Tanto, que el conjunto armero se había acercado peligrosamente a la zona de descenso y las dudas habían comenzado a planear por Ipurua. Dudas que zanjó con una contundente goleada frente a un rival que no tuvo su mejor día y que le permite acabar la duodécima jornada con once puntos. No es que sean muchos, pero suponen cuatro de renta sobre la zona de descenso que marca el Málaga.

El Eibar volvió a ser ese equipo valiente que va a por el rival desde el comienzo del partido, tal y como había pedido Mendilibar a sus jugadores. Parece que el parón ha sentado bien al conjunto azulgrana, que ha recuperado el ánimo durante estos últimos quince días, ya que dejó atrás la mala imagen que había ofrecido en las anteriores citas y pareció un equipo con las fuerzas renovadas y con fe en su juego. Los cinco goles marcados ayer suponen una excelente noticia para un equipo que en las anteriores jornadas solo había metido seis. Charles -con un doblete que eleva su cuenta de toda la temporada a cuatro tantos- lideró las acometidas del Eibar, que anotó también por medio de Escalante y se vio favorecido por un tanto en propia meta de Jordi Amat, el primero de la noche. Para rematar la faena, el quinto fue obra de Sergi Enrich, quizás el jugador de la plantilla que más necesitaba ver portería. La fiesta fue completa en Ipurua.

vuelta al 4-4-2 Con la recuperación de Iván Alejo, que retornó a los terrenos de juego tras más de dos meses de baja por una lesión de rodilla, Mendilibar dejó a un lado su esquema con cinco defensas y volvió a su habitual 4-4-2: dos laterales -Capa y Juncá-, dos extremos -Alejo e Inui- y dos delanteros -Enrich y Charles-. Vamos, el Eibar de siempre. Y el regreso a esa fórmula dio resultado, no solo por la disposición de los jugadores sino también porque el conjunto armero saltó al campo a tope de revoluciones, presionando al Betis desde el pitido inicial.

El Eibar pasó por encima del conjunto de Setién y en su primer acercamiento peligroso, en el minuto siete, un buen centro de Inui desde la izquierda lo metió en su propia portería Jordi Amat, agobiado por la presión de Enrich. El 1-0 dio alas al Eibar, que creó varias ocasiones de peligro antes de que Escalante marcara el segundo tras un centro de Juncá, también desde la izquierda. El argentino, solo en el área, remató a placer para batir a Adán.

El 2-0 al descanso no hizo que el Eibar bajara el pistón. De hecho, en la segunda parte volvió al campo con la misma actitud que en la primera y en cuatro minutos se acercó un par de veces con peligro al área rival. En el minuto 54 Sergio León falló un mano a mano ante Dmitrovic y en la siguiente jugada el bético Mandi fue expulsado por derribar en el área a Charles, que puso de penalti el 3-0, sentenciando así el choque. Pero el conjunto de Mendilibar, que lo ha pasado muy mal durante el último mes y medio, quería más y redondeó el partido con otros dos tantos por medio de Charles y Enrich.

Cinco goles y tres puntos vitales para el Eibar, que aún tendrá que arrastrar durante varias semanas sus problemas de lesiones pero que ayer tomó oxígeno con una victoria importante, recuperando sus señas de identidad, su juego y su lucha, rasgos que volverá a necesitar el sábado en un partido de gran trascendencia, el que jugará en Mendizorroza ante el Alavés.