El Gobierno de Nepal se ha propuesto endurecer los requisitos para ascender el Everest con una serie de medidas que ha presentado ante la Asamblea Nacional para su aprobación. No es la primera vez que las autoridades plantean poner en marcha restricciones para reducir la masificación y el impacto medioambiental que sufre la montaña más famosa del mundo, pero esta vez llama la atención una en concreto. Para lograr un permiso para subir al Everest, antes habrá que haber ascendido una montaña de más de 7.000 metros (solo en la cordillera del Himalaya hay más de 100). Además, a partir de septiembre se incrementará la tarifa que se abona por ascender al techo del mundo, que pasara de 11.000 a 15.000 dólares para cada montañero en la temporada de primavera. Los nueve ochomiles en territorio de Nepal (el resto están ubicados en la cordillera del Karakorum) suponen una importante fuente de ingresos para el país asiático, pero la masificación turística se han convertido en un serio problema. Cada año cerca de 60.000 personas acuden al campo base del Everest, la mayoría en trekkings, y dejan tras de sí montañas de basura. Solo en 2019 se recogieron 19 toneladas. El impacto es de tal magnitud que el Gobierno de Nepal propone también implantar una tasa. ¿Les suena?
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