Hernani - A veces el resultado basta para reflejar cómo ha sido un partido. En otras ocasiones, por el contrario, tan solo describe el tanteo. Y ese es el caso del encuentro de ayer en Landare. El marcador del duelo entre el Hernani y el VRAC en Landare dice que el conjunto tricolor cayó claramente derrotado por 17-45. Las cifras, además, apuntan que los hernaniarras perdieron por 28 puntos de diferencia, y que encajaron cinco ensayos y cuatro golpes de castigo. Pero los fríos datos no alcanzan a describir el gran partido realizado por los tricolores, ni la igualdad que se vio sobre el césped durante buena parte de este duelo. Una vez más, el esfuerzo de los hernaniarras no tuvo premio.
Al término de los 80 minutos, la victoria del VRAC fue incontestable. El todopoderoso conjunto vallisoletano, campeón de cinco de las seis últimas ligas y de dos de los cuatro últimos torneos de Copa, fue netamente mejor que los guipuzcoanos en las cercanías de las líneas de ensayo. Defendió con más acierto que el Hernani y atacó con mayor efectividad. A fin de cuentas, eso suele ser lo más importante. No obstante, también hay que destacar que los pucelanos nunca pudieron dominar totalmente el juego ni asentarse demasiado tiempo en el terreno rival. Los tricolores no se lo permitieron, a pesar de que la potente delantera del VRAC hizo sufrir al pack hernaniarra en las melés y que los locales, sobre todo al principio, no estuvieron finos en las touches.
El Hernani desarrolló ayer su mejor rugby. Un estilo que ya es marca de la casa. Y sin Igor Genua. Los locales impusieron al partido un ritmo trepidante, vertiginoso, moviendo el balón con rapidez en cuando se hacían con el oval, presionando sin cesar al rival, con una muy buena coordinación a la hora de placar y de prestar apoyos en los rucks, y robando bastantes balones en estas jugadas.
Los primeros minutos de los tricolores fueron deslumbrantes. Los locales tenían la iniciativa del juego, anotaron dos ensayos en media hora y, durante bastante tiempo, tuvieron encerrados a sus rivales frente a su línea de cinco metros. El VRAC, tal vez sorprendido, no se veía sobrado de confianza, y recurrió a los tiros a palos para ir sumando puntos en el marcador. Así llegaron los primeros tantos del choque (0-3). El Hernani replicó con un ensayo por la banda izquierda de David Pelaz, que recibió un complicado pase con el pie de un jugador situado frente a palos (5-3).
Tras otro golpe visitante llegó otro ensayo local (10-6). En un veloz ataque, Jon Ander Puertas rompió la defensa vallisoletana en el centro del campo, pasó el balón a Oier Garmendia y Mikel Bidegaray remató la jugada. El VRAC, sin embargo, recuperó la ventaja con su primer ensayo y un nuevo golpe de castigo (10-16).
Sin puntuar Con el marcador a favor, el conjunto visitante controló el juego en la segunda mitad. Poco a poco, el Hernani fue decayendo y el VRAC comenzó a agigantarse. La superioridad física de los vallisoletanos en todos los choques era manifiesta, y los hernaniarras acusaron el cansancio, los contactos, los cambios y el intenso calor matinal.
Nada más reanudarse el choque, un pase interceptado en la 22 del Hernani derivó en otro ensayo del VRAC, rápidamente contrarrestado por un ataque hernaniarra por la banda izquierda que culminó Igor Etxeberria (17-23). Hasta ahí le duró la gasolina al conjunto local. Los tricolores se mantuvieron dentro del partido y no se dejaron dominar por los visitantes, buscando hasta el final un cuarto ensayo que les hubiera dado un merecido bonus y que no llegó. Los vallisoletanos, por su parte, fueron aumentando su renta poco a poco ante la impotencia de los locales.
El equipo de Patrick Polidori abandonó el campo sin puntos, pero dejando atrás una excelente imagen y la esperanza de poder ganar a cualquier rival de su liga.