donostia - Haimar Zubeldia tendrá el honor de portar el dorsal número uno en la jornada de su adiós al ciclismo profesional. El ciclista usurbildarra, quien el pasado lunes anunció que la Clásica San Sebastián del próximo sábado 29 será su última prueba en el pelotón, recibirá el número que tradicionalmente luce el ganador de la anterior edición gracias al gesto que su compañero en el Trek Bauke Mollema ha querido tener con él. El holandés, protagonista en la etapa de ayer en el Tour, también fue noticia al comunicar la organización de la prueba guipuzcoana que cederá los honores al propio Zubeldia.

La despedida de Haimar tras casi dos décadas en el pelotón supondrá uno de los principales alicientes de una carrera que, además, contará en su faceta meramente competitiva con muchos más alicientes. Nombres de peso como los de Alberto Contador, Mikel Landa o Tony Gallopin darán realce a una prueba en la que los hombres que llegarán de la ronda gala se perfilarán como los claros favoritos para lograr el triunfo.

Dos subidas al alto de Jaizkibel de primera categoría, otras dos al de Arkale y el complicado repecho final en las laderas de Igeldo, denominado Murgil Bidea, muy cerca de la meta, integrarán un trazado que dejará de cara el triunfo final a corredores con un buen nivel en la alta y media montaña. Los grandes ausentes de esta clásica serán Alejandro Valverde, dos veces ganador y otras tantas en el podio, y Ion Izagirre, que siguen recuperándose de las caídas sufridas en la contrarreloj inicial del presente Tour.

Sus ausencias, sobre todo la del murciano, dejan más abierto el triunfo final, para el que se postula Tony Gallopin, segundo el año pasado, y otros corredores de alto nivel como Rigoberto Urán, Greg Van Avermaet y Luis León Sánchez, un habitual en los ataques de fin de carrera en esta Clásica San Sebastián.

trazado más urbano La carrera presentará un recorrido de 231 kilómetros y saldrá del Boulevard donostiarra, posterior punto de llegada, a las 11.30 horas. El trazado ha sido modificado en el tramo que une Tolosa y Astigarraga. Anteriormente transitaba la N-1 y la A-15, dos autovías monótonas para el ciclista y muy poco atractivas para el espectador de la zona, que veía dificultado su acceso para animar a los corredores. Este año, en cambio, la carrera discurrirá por calzadas de carácter más local. Así, accederá desde Anoeta hasta Asteasu por el alto de Alkiza. Y posteriormente atravesará los cascos urbanos de municipios como Andoain y Urnieta, que la prueba había evitado durante sus últimas ediciones.

No está previsto, en cualquier caso, que estas modificaciones influyan en el desarrollo deportivo de la prueba, que se ha decidido en Murgil Bidea a raíz de la introdu-cción de estas rampas en sus kilómetros finales. De este modo, los pasos por Jaizkibel y por Arkale han restado trascendencia a estos puntos, que además han visto muy reducida la presencia de aficionados en sus cunetas. La llegada de los ciclistas a meta el próximo sábado 29 de julio se producirá entre las 17.15 y las 18.00 horas, en función de la velocidad con la que transcurra la prueba. - N.G.