Donostia - Si no fuera por lo conocido de la cita, el célebre “como decíamos ayer” de Fray Luis de León bien podría atribuirse a la trainera femenina de San Juan. Tras un cambio de dirección que puso a Maialen Arrazola a las riendas de las batelerak en lugar de Juan Mari Etxabe, el bote rosa sigue por la misma senda triunfal de las últimas temporadas. Siete victorias en siete jornadas de la Liga Guipuzcoana evidencian un apabullante dominio de la competición y deja casi sentenciado un título que el pasado curso se les escapó por un punto. Eso, unido a su victoria en el Campeonato de Gipuzkoa disputado el pasado día 12 en Getaria, vaticina otra buena temporada de las pasaitarras.
Muestra de ello son los dos triunfos que cosecharon el pasado fin de semana en sendas regatas disputadas en Orio y Castro. No obstante, la entrenadora Arrazola, que debuta en el puesto, prefiere ser cauta en lo referente a su buena marcha liguera: “Lo sucedido hasta ahora en la Liga Guipuzcoana no nos vale para sacar conclusiones”. La preparadora basa su opinión en que “casi siempre hemos competido en ría y en formato de contrarreloj individual, por lo que, en regatas así, la dirección que toma cada trainera suele ser relevante en la clasificación final”. Además, afirma que al competir en distintas tandas las condiciones de regata pueden variar.
Por ello, Arrazola cree precipitado hablar de superioridad sanjuandarra: “Hoy por hoy, no se dan las condiciones para afirmar que San Juan anda más rápido que Hibaika, o que poseemos un nivel similar, ni siquiera para decir que Orio está por debajo de nosotras”. Así, las batelerak aguardan impacientes la vuelta de la Liga Euskotren, que este sábado reinicia su marcha en Santander: “Por fin vamos a competir en mar y en línea, por lo que podremos sacar más conclusiones”. Las pasaitarras remarán en la misma tanda junto a Hibaika, Orio y las debutantes de Arraun Lagunak. Las de Errenteria comparten el liderato con San Juan, tras ganar en el estreno de la Euskotren la única bandera que no ha recaído en el bote rosa.
El campo de regateo santanderino posee una serie de características que puede acarrear diferencias entre calles, algo a lo que Arrazola resta importancia. Según la preparadora, que hace las veces de ankeko de babor en la trainera que dirige, “es algo propio de la competición. Es lo que tiene el remo, y hay que saber trabajar con ello; también pasa en la Bandera de la Concha”. Por eso, afirma que están con ganas de remar junto a las demás traineras para ver “dónde puede estar cada bote”. Tras la cita del sábado, la máxima categoría femenina viajará hasta Pasaia, y las batelerak tendrán que hacer frente a un campo conocido que no les ha ido del todo bien en los últimos años: “En la regata de casa nos ha podido el nerviosismo algunas veces, y no hemos podido sacar lo mejor de nosotras”, afirma Arrazola. Por ello, el domingo en Pasaia no tendrán otro objetivo que revertir las sensaciones y quedar satisfechas con el trabajo hecho, aun sin renunciar a la victoria: “Si nos ganan, que sea porque hayan sido mejores tras una buena regata nuestra”.
Plantilla para todo En su primer año como entrenadora de las batelerak, Maialen Arrazola cree que su equipo posee suficiente potencial como para optar a todos los cetros. Sabe que enfrente tendrá equipos de mucha calidad, pero ella cree firmemente en las remeras que dirige: “Las chicas me han demostrado que aun haciendo cambios son capaces de ganar banderas, y por eso mi idea es que todas participen en las regatas”. No lo tendrá nada fácil, pues San Juan cuenta con una gruesa plantilla que cuenta con 17 remeras, algo que le creará más de un quebradero de cabeza: “Es algo positivo. Prefiero estar así que estar justos de efectivos”.
Otra característica llamativa del equipo rosa es que cuenta con tres patronas en plantilla, algo inusual en el mundo del remo. Arrazola opina que es “algo difícil de gestionar, porque siempre tienes que dejar en tierra a una de las tres”. Así, cuenta que en los entrenamientos sale al agua con dos patronas que reparten su participación: “Hasta ahora las tres han competido y lo hemos llevado bien, pero de ahora en adelante puede que sea más difícil de compaginar. Lo haremos lo mejor que podamos”, sentencia la preparadora.
San Juan afronta esta nueva fase de la competición con positivismo. “Estamos fuertes tanto física como anímicamente, y la última semana nos ha insuflado más energía, si cabe”. Arrazola afirma que el punto fuerte de su embarcación es que “cuando el equipo cree en sus capacidades, somos un equipo sólido que rema muy bien”. Una mentalidad que no siempre florece en el seno del bote sanjuandarra, ya que su preparadora cuenta que hay veces en las que el equipo peca de poca confianza, siendo esto “algo que hay que trabajar antes de las regatas”.
No obstante, los resultados cosechados hasta la fecha evidencian que San Juan es la gran rival a batir en este curso. Por ello, las campeonas de las últimas tres ediciones de la Liga Euskotren no se esconden y afirman que sus objetivos no cambian esta temporada: “Llevamos todo el año con la mente tanto en la Euskotren como en La Concha, y tampoco renunciamos a la Liga Guipuzcoana ni a los demás campeonatos”, uno de los cuales se disputará el próximo 25 de julio en Lekeitio. Allí se jugará un año más el Campeonato de Euskadi de traineras, donde las vigentes campeonas intentarán repetir el éxito: “Sabemos que es un campo con muchas variaciones según las condiciones que haya, pero daremos todo lo que tengamos para ganar el campeonato”, adelanta Arrazola. Una victoria que también quieren volver a conseguir en septiembre en la bahía donostiarra: “Junto a la Euskotren, La Concha es la competición importante, y sería espectacular volver a ganarlo”. Sin duda, las palabras de su preparadora demuestran que la ambición sigue intacta entre las batelerak.