Condenados a sufrir
MANO | Ezkurdia y un excesivo Beñat Rezusta, coronado el mejor de la feria de san mateo, se llevan el último título veraniego en una final agónica
Duración 75:23 minutos de juego.
Saques 1 de Ezkurdia (tanto 7) y 1 de Altuna III (tanto 4).
Pelotazos 747 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 5 de Ezkurdia, 3 de Rezusta, 7 de Altuna III y 6 de Albisu.
Errores 6 de Ezkurdia, 1 de Rezusta, 6 de Altuna III y 7 de Albisu.
Marcador 1-0, 3-1, 4-1, 4-2, 5-2, 7-3, 8-4, 9-5, 10-6, 12-8, 13-9, 15-10, 15-15, 16-16, 17-17, 18-17, 20-18, 21-19, 21-21 y 22-21.
Apuestas Se cantaron de salida posturas de 100 a 70 a favor de Altuna III-Albisu.
Incidencias Final de la feria de San Mateo en Logroño. Lleno.
El réquiem por el verano, con la mirada en el infinito de un invierno que se antoja duro y largo, fue un canto al fin de una época. Al inicio de otra. El de Beñat Rezusta, pegador, y el de Joseba Ezkurdia, trabajador incansable. Fue el final de una temporada que se engancha con otra. El epílogo estival de San Mateo sonó a la dureza de un martillo pilón, el del zurdo de Bergara, pero sonó a yunque, como Albisu. Sonó a labor descarnada en los cuadros largos, donde el de Ataun se cargó de labor, superando en cuarenta pelotazos a su compañero de cordada, Jokin Altuna, asomando con dos caras bien distintas: una, más fallona; la otra, deliciosa. Albisu es todo o nada. Cara o cruz. Cuando es cruz, se le escapan las batallas; cuando es cara, su nombre reluce como un neón de Las Vegas.
El fin del verano quedó apagado para Altuna, abrasado por la falta de oportunidades claras, sin la chispa rematadora de otras ocasiones. Sonó a fin de las vacaciones. Regreso a la oficina. Se abre la fábrica.
Fue un partido de campeonato, de 747 pelotazos a buena. Los cimientos se forjaron en la capacidad de tajo de los cuatro manistas. Fue ese el leit-motiv, aunque hubiera más fallos que aciertos. Fue el soniquete del sufrimiento. Olor a azufre colorado, por caballaje. Olor a sudor azul. Trincheras. Un buen final.
En la jefatura de máquinas, los zagueros asumieron el mando y el pleiteo. Rezusta, estupendo, fue el sustento de su compañero en un inicio en ventaja. El debate entre los dos guardaespaldas fue lo que acabó por lanzar a los colorados, en los que la cátedra no creía. El gran verano de Altuna III y la buena disposición de Albisu les dieron fe.
Se escapó el dueto de Aspe hasta el 7-2. Jon Ander se desperezó incómodo. Falló demasiado, tres pelotas y un resto de llevar. Beñat estaba mandón. Ezkurdia tenía las ideas claras: si no hay hueco, carga de profundidad. Tierra quemada. Evitar el cuerpo a cuerpo con Altuna III, que ya le hizo un lío a Irribarria en los días previos. La historia funcionó. El trabajo dejó a Ezkurdia tres tantos en jugada. Respondió Altuna con un gancho y un saque que se le metió a Beñat. 7-4.
El 8-4 fue un canto al enredo. Supuso la coronación del zurdo de Bergara y la definición defensiva de Ezkurdia. Se largaron 9-4 y luego 11-6, con otros dos yerros de Jon Ander. Al 12-8 llegó de bajón. Seis fallos. Un mundo.
El paso por el set de descanso fue el paso por el diván. Jon Ander fue el artífice de la remontada. Tras el 15-9, Albisu hizo cuatro tantos. Resucitó. Los colorados se volvieron a estancar en el quince. Se abrió la fábrica. A currar.
Los guipuzcoanos pudieron irse hasta el 15-16. El marcador pidió guerra en los abrazos a 17, 18 y 21. Así, el último empate llegó con el único error de Rezusta. Y terminó él mismo el trabajo. Condenados a sufrir. Bendito réquiem. Sonó a Verdi: Dies irae.