donostia - No reman, ni dominan las empopadas o el viento francés, pero han sido parte importante de que las regatas de traineras hayan alcanzado una cota de emoción nunca antes vista. Tampoco respiran, ni hablan con palabras. Lo hacen con datos. Son los GPS, el sistema que ha cambiado la perspectiva del aficionado: ya no mira al agua, ni a los lados, ahora mira hacia arriba.
En la Bandera de La Concha, tanto la organización como ETB utilizan este sistema desde hace más de una década, pero pocos seguidores saben que esta tecnología, desarrollada por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos -vaya sorpresa-, la ha logrado implantar en el remo una empresa guipuzcoana. G93 es de Eibar, su oficina no disfruta de la brisa de la costa, pero su labor ha marcado un antes y un después en el deporte marino por excelencia en Euskadi. Gracias a su soporte técnico sabemos cómo transcurre la regata, la dirección que toma cada trainera, y si la batalla está igualada, como ocurrió este pasado domingo, su video-finish nos saca de dudas sobre los tiempos y el ganador.
“Comenzamos pronto a trabajar un domingo de La Concha, sobre las seis de la mañana”, explica Mikel Echebarria, responsable de software de la empresa. Un grupo de doce personas trabaja a destajo para que todo funcione cuando aún no ha amanecido en la bahía. Además de las referencias del posicionamiento de los protagonistas, G93 se encarga del anemómetro que explica la posición y la fuerza del viento, los grafismos y las novedosas minicámaras, que introducen al aficionado dentro de la trainera.
La hoja de ruta del montaje, explica Echebarria, “se basa en cuatro puntos”. El primero de ellos se ubica en la zona de meta, donde “se trabajan los grafismos de televisión y las informaciones -que da el GPS- con las clasificaciones para delegados y periodistas acreditados”. Allí también es donde se ubican los jueces, que recibieron quejas este domingo. “Los jueces de la regata pueden seguir con nuestras herramientas la regata en directo y también ver repeticiones de lo que necesiten”. Los clubes no tienen en La Concha el derecho de revisar imagen alguna, y de allí las protestas.
En el monte Urgull se posiciona el segundo de los equipos. En el techo de una furgoneta, varias antenas recogen la señal de las imágenes desde dentro de las traineras para la correcta transmisión de esa recepción hacia el camión de ETB (ubicado delante del ayuntamiento). Desde lo más alto, a lo más bajo. En la rampa del puerto, varios trabajadores de G93 se preocupan por la correcta instalación del GPS y las minicámaras en los botes; y en el mismo Aquarium, otro grupo trabaja con la recepción del sistema de datos en vivo.
Al costado de la tribuna de la afición, donde algunos aún llevan catalejos para atisbar la llegada de su trainera desde alta mar, la tecnología navega a 45 paladas por minuto. Agustín Aranburu, presidente de Urdaibai, se quejaba de que, a su parecer, “en 25 metros no es normal” que las referencias pasaran de cuatro segundos, a favor de Urdaibai, al 1.78 segundos con el que partirá de ventaja la Bou Bizkaia sobre Hondarribia. Echebarria defiende que “los GPS funcionaron correctamente y también hubo un instante en el que las diferencias cambiaron pero al revés (durante los primeros minutos tras ciaboga)”.
PIONEROS EN EL DEPORTE La experiencia les ampara. G93, creada en 1993, es pionera en el desarrollo de aplicaciones para las retransmisiones deportivas por televisión. Comenzaron con el remo hace más de 20 años, creando grafismos para regatas que emitía ETB, pero en otros deportes su influencia ha sido aún mayor. Ha llegado a todo el mundo. Por ejemplo, esta empresa eibarresa fue la primera que introdujo el GPS en las carreras ciclistas, comenzando por Euskal Herria, siendo fichada posteriormente por La Vuelta a España, para acabar trabajando durante muchos años con el Tour, la reina de las grandes rondas. “Creo que fue en 1998 la primera vez que nos llamaron”, hace memoria Echebarria. Ya no trabajan para la Grande Boucle, pero siguen haciendo Marca Euskadi en diversas pruebas de la UCI World Tour, la Euroliga de baloncesto o el Mundial de Rallyes (WRC). En los grafismos de los partidos de la temporada pasada del GBC, Baskonia o Bilbao Basket, ellos estaban detrás.
UN MUNDO POR EXPLORAR Este domingo se decidirá la Bandera de La Concha. Y a las seis de la mañana estarán ya por el puerto Mikel Echebarria y el resto de la plantilla. Intentando que una regata que este año cumple 120 años siga dando pasos adelante en su difusión y en su transparencia. “Ha cambiado mucho la visualización del deporte. Y a nivel de polémicas, esta tecnología ayuda. Los jueces tienen la información suficiente para tomar las decisiones”, analiza satisfecho. ¿Se podría mejorar en algo? “El remo es un mundo por explorar, y si ves una retransmisión de hace diez años y una de hoy en día, no tiene nada que ver”.
Sin embargo, si se le pregunta por alguna innovación que estén desarrollando, Echebarria sonríe y se muestra más cauto: “Hay varias ideas por ahí, pero tampoco te las puedo adelantar...”. Lástima. Para las confidencias no se ha inventado aún una tecnología.