Donostia - Con dos modelos deportivos antagónicos, Hondarribia y Urdaibai se parecen mucho. Los primeros basan el suyo en la cantera, mientras los bermeotarras han hecho suyos a remeros de todo el Cantábrico, pero a la hora de la verdad, en las regatas, sus diferencias son mínimas y el valor de sus tripulaciones, incalculable. Ambas están muy trabajadas, con bloques reconocidos, y están trabajadas desde hace ya unos años por un mismo entrenador.

Dos técnicos -Mikel Orbañanos y Jon Salsamendi- que se conocen a la perfección, que bogaron en Orio, de donde son, y que, para más inri, repiten un discurso muy parecido. El suspiro del domingo en La Concha, en forma de 1.78 segundos, no es sino una muesca más en el cetro de estos dos emperadores del remo. La última señal de una batalla épica que les enfrenta -y les une- en el agua, que entretiene al aficionado en tierra y que a Hondarribia, echando un vistazo a los números, le puede cuadrar el próximo domingo.

La historia reciente de la bandera donostiarra le dice a la Ama Guadalupekoa que la remontada es posible. Que el camino que Urdaibai le marcó el pasado septiembre puede ser navegado ahora por ellos para llevarse la duodécima en la edición número 120. Una décima parte del palmarés, que no está nada mal.

“Quien gane la tanda de honor se llevará la bandera”. Esta frase fue una constante cada vez que un periodista le metía el micrófono a cualquier remero de Hondarribia o Urdaibai. Lo tienen claro ambas traineras. Y los números no refutan el argumento. Desde los gloriosos primeros años de los noventa en Pasaia, con San Juan y San Pedro disputándose La Concha separadas por solo una ría, con el siempre competitivo Orio inmerso en aquella santa batalla, no se recuerda algo parecido en los últimos 25 años. Una igualdad tal, con dos botes que no regalan un centímetro, se decidirá en el más mínimo detalle. Pequeñas diferencias como las que reman a favor de Hondarribia en el historial de la madre de todas las regatas.

un lustro de remontadas Cinco remontadas se han dado en este siglo. Y tres de ellas, en los últimos cinco años. Si tiramos más hacia atrás, desde 1991, año capicúa y para el recuerdo en San Pedro, únicamente seis veces ha variado el liderato de la bandera de una jornada a otra. Datos que muestran un incremento de la emoción en esta nueva era. La casualidad, además, ha querido que en los cuatro sorpassos más recientes hayan sido protagonistas Hondarribia y Urdaibai. Juntos o por separado, verdes y txos han estado en los titulares de las crónicas. Para el recuerdo grato de los hondarribiarras, 2005 y 2013; y para los de Bermeo, 2010 y el pasado 2015. Los verdes lograron ambas Conchas tras sendas impugnaciones, mientras los vizcainos domaron las olas de popare con maestría en sus dos remontadas: la primera, ante Kaiku, y la última, frente a la propia Hondarribia. Las diferencias fueron mayores a las esperadas, con Urdaibai escapando sin mirar atrás. Hace doce meses los txos tomaron la revancha de 2013, cuando los verdes se llevaron una bandera que es histórica para los bidasotarras, pues la logró un 8 de septiembre, día de su patrona, la Virgen de Guadalupe.

El año 1991 en el recuerdo El empate se puede romper este próximo domingo. Si Hondarribia gana, además de conseguir su 12+1 particular, ondearía su tercera bandera de La Concha con remontada en este siglo. Las dos últimas las logró ganando la segunda jornada frente a los mejores, y en esta ocasión nada hace prever que, de salir campeón, lo pueda lograr sin llevarse la victoria en la tanda de honor.

Una de las que acompañará a la Ama Guadalupekoa en la serie de los mejores será San Juan. Tras otra meritoria remontada, la Erreka estará con los mejores en la bahía, para júbilo de los seguidores rosas. Una numerosa afición que ya sabe lo que es remontar y que le remonten. Con San Pedro y Orio se jugaron las dos primeras Conchas de los noventa. Y en ambas hubo cambio en el liderato. La de 1990 se la llevó Koxtape, remontando a San Pedro; mientras que en 1991 fue la Libia la que se exhibió y superó a la trainera rosa y a Orio en la jornada decisiva, después de ser tercera el primer domingo.

Aquellas son las dos últimas ediciones consecutivas en las que se registraron remontadas en cabeza. Fueron los añorados años noventa de dominio guipuzcoano. La última década en la que el territorio histórico ondeó sin intromisión de traineras de otras tierras la Bandera de La Concha. Eran otros tiempos. Una época que Hondarribia, San Juan y Orio trabajan hoy por recuperar.

Mientras, en este 2016, y tras dos décadas y media, entre los cientos de cambios y novedades que se han dado en la bahía, hay un dato que le cuadra a Hondarribia para llevarse el domingo el trapo a casa: La Concha ya no se gana en la primera jornada.