donostia - Seis jornadas han sido más que suficientes para confirmar que el renovado proyecto del Retabet.es GBC ni arranca ni parece que vaya a hacerlo con sus actuales mimbres, algo que por cierto ya se intuía desde los primeros compases de la temporada. El difícil calendario sirvió como coartada o excusa para explicar las abultadas derrotas iniciales, pero la debacle del domingo frente al Fuenlabrada demostró que la plantilla no tiene el nivel mínimo exigible en una competición como la ACB y su posición de colista, con un balance de 0-6 (es el único equipo que no ha ganado en lo que va de temporada), es más que merecida.
Todo está en entredicho en este Retabet.es GBC. Desde los directivos hasta los jugadores, pasando por el cuerpo técnico. El club se movió mal en verano y erró en los fichajes, tal y como ha quedado demostrado en estas seis primeras semanas de curso. Después de todo un verano buscando dos jugadores extracomunitarios que completaran el juego interior junto a David Doblas, llegaron Landon Milbourne y, en vísperas de abrir el curso, Travis Wear. Dos jugadores que comparten posición, posiblemente como consecuencia del inexplicable fichaje de Ivan Johnson. Un error cuyo peaje se sigue pagando ahora. Además de que tanto Wear como Milbourne son cuatros y que por tanto apenas coinciden unos pocos minutos en pista -un lujo para un equipo modesto como el GBC-, ayudan poco en el rebote, una de las más claras carencias del equipo y no están demostrando su supuesta capacidad para anotar: Milbourne promedia 7,8 puntos y Wear, 5. No son, desde luego, cifras de anotadores. El equipo lo acusa: promedia 64 puntos por encuentro.
Pero no son los únicos que no están funcionando. Zoran Vrkic, fichado como alero titular, está protagonizando un tibio comienzo de curso y Txemi Urtasun, la referencia anotadora en el exterior, está a años luz de su mejor nivel, y eso que han pasado casi seis meses desde su operación en el tobillo. Contra el Fuenlabrada acreditó un 1/10 en tiros y es que en el duelo marcado en rojo para que los fichajes exhibieran su nivel, todos se achicaron. Ni siquiera está rindiendo una apuesta que parecía segura, Pedro Llompart, aunque es cierto que el base jugó muy mermado hace 48 horas debido a un golpe en la rodilla. En definitiva, muchos fichajes llamados a marcar diferencias y cuya aportación está siendo muy pobre.
ponsarnau, sin argumentos El entrenador, Jaume Ponsarnau, ha defendido siempre que su plantilla tiene “calidad y carácter”. Dos virtudes que, sin embargo, brillan por su ausencia. A la falta de calidad (64 puntos anotados por partido) se une una alarmante falta de carácter. El equipo se diluye a la primera adversidad y es incapaz de aferrarse a los partidos. Su defensa es blanda, la intensidad nula y la manera en la que se descompusieron todos en la segunda parte frente al Fuenlabrada resultó muy preocupante. Hasta ahora, el equipo ha sido incapaz de competir en ninguno de los seis partidos disputados. Poco se puede salvar en un inicio de campaña en el que todo parece malo. Quizás el comportamiento de David Doblas, Jordi Grimau y Andrew Lawrence. Escasos argumentos, en cualquier caso.
Ni siquiera el discurso de Ponsarnau suena convincente. Frases como “estamos lejos del máximo” o “el margen de mejora es muy grande” suenan totalmente huecas en el contexto actual debido al nulo progreso que experimenta el Retabet.es GBC. Reconocía, eso sí, en una entrevista concedida la semana pasada a este periódico que no sabía si su equipo iba a saber “agarrarse a los partidos”.
Expresaba también el técnico catalán su fe en la plantilla: “Hasta que no pueda más, creeré en mis jugadores. Estoy preocupado en darles los recursos para que muestren sus virtudes”. Un discurso que varió sustancialmente tras la traumática derrota sufrida frente al Fuenlabrada: “Debemos hacer una reflexión individual profunda, que nos sirva para tomar decisiones con determinación. Nos falta una energía, un tono y una chispa necesarias en esta liga. Podemos hablar de que Travis Wear no se ha adaptado, pero hay muchas cosas que suman para todo esto”. Una intervención que pareció una manera de pedir refuerzos, de pedir cambios en una plantilla que, evidentemente, no rinde.
Al equipo le faltan tantas cosas que parece difícil que los actuales jugadores las puedan aportar a corto plazo. Las malas sensaciones son confirmadas por unos datos que no engañan: el Retabet.es GBC es el conjunto de la ACB que menos anota (64 por partido), el que más puntos recibe (87,6), el que menos rebote captura (una media de 25,8), el que menos asistencias da (10,6), el segundo que menos balones recupera (5,5) y el cuarto que más pierde (14,6). Datos que demuestran, entre otras cosas, poca intensidad en defensa y escasa fluidez de balón, además de una ausencia inexplicable de reboteadores en el plantel. Algo que se sospechaba ya en verano debido a la escasez de centímetros de la plantilla y agravada con la llegada de Wear, que mide 2,08 y apenas pisa la zona, por lo que su aportación reboteadora es muy escasa.
desilusión en illunbe A todo esto hay que añadir el frío ambiente que se vive en el pabellón. En los primeros minutos contra el Fuenlabrada la afición animó a su equipo, pero el hundimiento de los jugadores fue seguido de un silencio en el pabellón comparable al que se vivió en los dos anteriores duelos contra Real Madrid y Bilbao Basket. Para cuando sonó el pitido final, buena parte de los seguidores habían abandonado el pabellón y entre los que se quedaron hubo pocos aplausos, mucho silencio e incluso algún silbido, algo poco habitual en la historia de Illunbe.
Hay que tener en cuenta que los aficionados arrastran el desencanto del pasado curso, cuando nueve derrotas en los diez últimos partidos desembocaron en el descenso. A eso hay que unir que los fichajes realizados en verano no han enganchado y que los seguidores no se han identificado con los nuevos jugadores. Salvo Llompart y un viejo conocido como Txemi Urtasun, son desconocidos para la mayoría de seguidores y por ahora su juego provoca bastantes recelos.
Esto se ha traducido en un importante descenso de los abonados, alrededor de un 15%, por lo que el Retabet.es GBC tiene ahora menos de 4.000 socios, la cifra con diferencia más baja desde 2006, cuando ascendió por primera vez a la ACB. Las asistencias a Illunbe han sido muy pobres y pese a que las cifras oficiales facilitadas por el club han sido de 5.300 aficionados ante el Real Madrid, 4.800 en el derbi y 4.300 hace dos días frente al Fuenlabrada, la sensación es que había menos gente en las gradas. Algo que Germán Cea, el director general del club, desmintió en este mismo periódico. “No inflamos asistencias porque no tiene ningún sentido”, dijo.
el club, obligado a reaccionar Con este panorama tan desolador a mediados de noviembre, solo consumido aún un tercio de la primera vuelta liguera, le toca al club reaccionar y tomar decisiones. Después de un verano repleto de buenas noticias en el apartado económico -entrada de patrocinador y apoyo importante de las instituciones-, la nueva presidenta, Nekane Arzallus, y compañía vendieron una ilusión que se ha evaporado demasiado pronto con un deprimente comienzo de curso, en el que el equipo ha perdido todo lo que ha jugado y las gradas de Illunbe se han vaciado.
Si el club confía en la labor de Ponsarnau y tiene capacidad económica para hacerlo, se ve abocado a fichar para dotar de más recursos al técnico catalán, que con lo que tiene parece incapaz siquiera de que su equipo compita. Ganar, por ahora, parece muy lejano. Toca recomponer lo que no se ha hecho bien en verano. Pese a contar con más dinero para fichar, lo cierto es que la plantilla actual es peor que la del curso pasado, ya que entonces estaban en Donostia jugadores de la talla de Jared Jordan, Taquan Dean y Dani Díez. Otros clubes como el Tenerife ya se han movido. Tras un mal inicio, cambió de entrenador, cortó al escolta Kerry Carter y ayer incorporó a Salva Arco.
El tridente que suele fichar en el Gipuzkoa Basket -Germán Cea, el secretario técnico Antonio Alonso y el entrenador de turno, en este caso Ponsarnau- tiene la labor de mejorar la plantilla. Eso sí, lo hace bajo la sombra de los fichajes fallidos. Desde la incorporación de Rafa Huertas y Abercrombie el pasado curso, hasta los refuerzos de este verano, no han dado con la tecla.