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“En estos tres meses se me han pasado muchas cosas por la cabeza”

Las lesiones no han dado tregua a Yves Xala, que tras tres meses parado, ha vuelto a las canchas para poner su sello de artista a lo que resta de verano

“En estos tres meses se me han pasado muchas cosas por la cabeza”Foto: Javi Colmenero

donostia - Yves Xala (Lekuine, 14-XI-1979) lleva tres cursos pasándolo mal con la espalda. En los últimos años ha tenido que parar en cinco ocasiones por diversas lesiones en la zona. Sobre todo, después de coronarse como vencedor del Manomanista. Aun así, Xala ha sido un fijo en las quinielas de Aspe para todas las competiciones, debido a su carácter de estrella de la operadora junto a Juan Martínez de Irujo y Titín III. Después de quedar eliminado del mano a mano por Rezusta en octavos de final, en mayo en un encuentro de parejas en el Atano III quedó varado su camino por molestias en la espalda. Ha tardado tres meses en reaparecer. Lo hizo en Meñaka el pasado sábado. Aún le quedan seis meses de contrato y piensa en “estar a tope” este tiempo. “Después, ya veremos”, concreta el lekuindarra, con quince años de profesional en el retrovisor.

Después de tres meses lesionado, reapareció el pasado sábado en Meñaka, ¿cómo se encontró vestido de blanco?

-Me sentí un poco raro. He estado tres meses entrenando, pero es muy diferente. De blanco se tiene más presión. Creo que el partido salió bonito. Estuvimos hasta el 17 y el 18 iguales, pero al final se fueron. Me levanté después con todo el cuerpo cargado. Pero es normal después de tanto tiempo sin jugar.

¿El día del partido se encontró sin molestias en la zona lumbar?

-Acabé el partido con la zona cargada, pero lo normal. Esa zona y el hombro son partes que fuerzas entrenando, pero sabemos que la tensión del partido es otra historia y el cuerpo sufre más.

Se lesionó el pasado 15 de mayo y ha estado tres meses justos sin poder aparecer de blanco por la lumbalgia aguda que sufrió en el Atano III, ¿cómo ha vivido todo ese tiempo en su fuero interno?

-La verdad es que siempre que he tenido esa lesión he salido bastante rápido, un par de semanas o tres después ya estaba jugando. Al final, me costaba recuperar. Tenía que dejarle tiempo e ir poco a poco. Esta vez he pasado un mes parado, sin hacer nada, para relajar la zona, y he pasado otros dos meses entrenando. He hecho alrededor de siete u ocho entrenamientos, protegiendo la zona. Espero que las cosas cambien. Me quedan seis meses de contrato y espero pasar ese tiempo jugando a gusto.

Acaba el contrato en febrero. ¿Después tiene previsto continuar?

-Durante estos meses se te pasan un montón de cosas por la cabeza y ves qué opciones me podrían venir bien: o seguir, o dejar... Este año he tenido dos o tres lesiones lumbares y, hasta recuperar, ponerte otra vez bien en la cancha y coger juego, es un proceso muy intenso. Cuesta. Quiero estar bien en la cancha y esas molestias son complicadas para el cuerpo, la cabeza y para todo. He pensado en muchas cosas: dejar, ir a trinkete... No sé, se me han pasado muchas cosas por la cabeza. He decidido entrenar, ver si estoy a gusto y seguir. He salido otra vez y quiero jugar bien estos seis meses. Ya veremos después.

En los últimos dos o tres años, sobre todo desde que se proclama campeón del Manomanista, la zona lumbar le ha dado mucha guerra, ¿no?

-Sí. Me ha hecho sufrir. Son siempre zonas delicadas. Al final, el deporte profesional implica molestias físicas. Es lo que conlleva el juego. Tienes que entrenar todos los días para estar a ese nivel. No puedes salir sin estar bien. Al final, el cuerpo sufre. Se pasan muchas cosas por la cabeza.

Debutó en junio de 2000 y ya lleva quince años como profesional, ¿qué opina?

-Sí. Llevo quince años ya. Y la verdad es que, de los quince, he jugado trece o catorce en Primera, haciendo mano a mano, Cuatro y Medio y Parejas. El cuerpo pasa factura. Mirando desde más arriba, veo que he jugado contra pelotaris como Titín III, Aimar Olaizola, Juan Martínez de Irujo u otros, que de cuerpo estaban más enteros. Parecía que habían nacido con más cuerpo que yo, con más peso y con más fuerza. Igual, por eso, he tenido que poner siempre el cien por cien para competir contra ellos. Eso pasa factura.

Continúe.

-Yo quizás haya sido de los más ligeros de todo el cuadro. Además, provengo del trinkete, con un juego muy diferente. Los dos primeros años tuve que entrenar mucho para ganar el tiempo que había perdido antes. Quería ir más rápido. Con quince años de profesional, con el cuerpo que me ha dado Dios, está bien (risas).

Pero fue campeón.

-He pasado años muy a gusto, sin dolores. Los dos últimos los he pasado con problemas. He hecho de todo para tratar de fortalecer la zona lumbar: andar con cuidado con la comida, hacer las cosas bien, masajista, osteópata... Eso cansa. Estás con molestias cuando estás bien y después te sigue dando guerra. Siempre quieres jugar a tope, para estar ahí. Por eso estoy intentando estar bien, salir otra vez y disfrutar en la cancha. Después, ya se verá mi futuro.

Le quedan seis meses, todo un mundo, pero, ¿de antemano tiene en mente entrar en el Cuatro y Medio y el Parejas?

-No lo sé todavía. Queda mucho y apenas lo he pensado. Pero ahora tengo que jugar partidos de parejas para ver cómo estoy, porque jugando así, partido a partido, semana a semana, ya es suficiente. Ya veremos cómo está el cuerpo después. Haré algunos entrenamientos en el Cuatro y Medio para ver qué tal estoy y ver si la espalda responde. Habrá que ver.