donostia - Ekaitz Saies desgranó ayer en Donostia los motivos de su retirada del piragüismo en pista de alta competición. El palista donostiarra puso fin así a una carrera de 18 años en la elite, en la que ha conseguido dos campeonatos del mundo en las pruebas de relevos de k-1 200, seis títulos estatales absolutos en diferentes distancias, y varias medallas de bronce en los campeonatos de Europa, del Mundo y en los Juegos del Mediterráneo. Al echar la vista atrás, sin embargo, Saies no destaca ningún éxito en concreto, sino que se queda “con el recorrido de todos estos años hasta realizar esos sueños. Al final, para un deportista lo que más tiene que primar es el camino, y no el destino. Las medallas te satisfacen y te llenan de ilusión, pero, en mi caso, lo que más me ha llenado de satisfacción ha sido el haber superado las adversidades que me he encontrado en mi camino”.
El guipuzcoano justificó su retirada “por varios motivos. Por un lado, después de estar tantos años al máximo nivel -18 años en la elite y 15 compitiendo en torneos internacionales-, había llegado un momento en el que el sacrificio era demasiado grande. Un deportista de alto nivel lo es 24 horas al día y siete días a la semana, y veía que eso se estaba solapando demasiado con la conciliación familiar. Por otro lado, económicamente nuestro deporte no está en su mejor momento. Cada vez hay menos dinero para ir a las concentraciones y a otras competiciones, y me estaba viendo a mí mismo preparándome para una o dos pruebas al año. Para un deportista como yo, al que le gusta la competición y ver de qué soy capaz, tan pocas pruebas no eran motivación suficiente para continuar”.
En los últimos tiempos, además, su faceta como entrenador y sus estudios también estaban afectando a sus resultados deportivos: “Hace tres o cuatro años empecé a preparar una transición para cuando llegara este momento. Empecé a entrenar a otros deportistas, y además con buenos resultados. Eso me motivó a seguir entrenando. Además, estoy haciendo un doctorado y eso me quita mucho tiempo. Me di cuenta de que todo eso estaba afectando un poco a mi rendimiento. El año pasado tuve mi peor resultado en un Campeonato del Mundo. Quedé 15º -en k-1 5000-. Viendo la tendencia que llevaba, me pareció que dejarlo en el Top 15 sería una cifra bonita y quise dejarlo ahí”.
El palista estuvo acompañado en su despedida por Jon Redondo. El director de Deportes del Gobierno Vasco y secretario de BAT Basque Team quiso “agradecer los campeonatos que ha conseguido y, sobre todo, la persona que ha sido” en este tiempo. Redondo, además, destacó que “salvo los deportes colectivos, el piragüismo es el deporte que le ha dado más medallas y más nombre a BAT Basque Team de cara al exterior”.
inicios difíciles Saies comenzó a practicar el piragüismo a los siete años. La afición le venía de familia. Su padre, Joseba, preside la Federación Vasca de Piragüismo y está vinculado al Donostia Kayak. En 1999, Ekaitz competía ya a nivel internacional.
El donostiarra tuvo que superar uno de los tragos más amargos de su carrera cuando todavía estaba en sus inicios. En 2001, con 19 años, fue acusado de haber dado un supuesto positivo por 19-norandrosterona. El caso fue inicialmente sobreseído, pero en 2003 el Comité Español de Disciplina Deportiva retomó la acusación. El palista, no obstante, siempre ha defendido su inocencia, y en su día achacó el resultado del análisis a un “falso positivo”. En sus intentos por limpiar su reputación, acabó de cumplir su sanción más tarde de la fecha en la que hubiera finalizado su castigo de no haber mediado sus recursos. El palista recibió el apoyo de varias instituciones, pero resultó en vano.
Campeón del mundo Saies destacó como los principales logros de su carrera deportiva “los dos campeonatos del mundo en las pruebas de relevos” en 2009 y 2011, así como el campeonato de Europa sub’23 en 2002, su primer título estatal “en categoría cadete”, y “otras tantas medallas internacionales”.
El donostiarra valoró especialmente el título mundial de 2011. Un año antes, Saies había sufrido un accidente de moto que le acarreó una doble fractura de tobillo, y desde entonces se dedicó en cuerpo y alma a prepararse para llegar en condiciones a esta competición: “Mi entrenador Mikel Izquierdo y yo hacíamos auténticas barbaridades, como entrar en la piscina con la escayola plastificada, adaptar un kayak al ergómetro para entrenar, hacer pesas en las sillas de ruedas... Ahora echo la vista para atrás y me llena de satisfacción”. Y es que este título tuvo un significado especial: “Fue uno de los momentos que más me han llenado en mi vida y al que más aprecio le tengo. Fue un momento muy duro, en el que prácticamente me olvidé de los objetivos, que eran clasificarme para los Juegos Olímpicos y volver a ganar el título mundial. Mi mente estaba en el día a día, en recuperar mi pierna e intentar entrenar. Al final, lo logramos”.
Saies también afirmó que no le han quedado “ninguna espina clavada” a pesar de no haber podido ir a los Juegos Olímpicos: “Al final, los Juegos son un sueño para todos los deportistas, pero más que nada por la exclusividad que tienen de ser cada cuatro años. La probabilidad de ir a unos Juegos es mínima, aunque seas campeón de Europa o del Mundo. De hecho, ha ocurrido que un campeón del mundo del año anterior ha perdido la plaza olímpica. Desde pequeño había soñado con ir a unos Juegos Olímpicos, pero casi nunca me había planteado ser campeón de Europa, de España o del Mundo. Me quedo con eso más que con acudir a unos Juegos”. “En unos Juegos te vas a encontrar a los mismos rivales que en un Campeonato del Mundo, y haberles ganado también es una satisfacción”.
El donostiarra consiguió una plaza olímpica para España en 2012, pero Saúl Craviotto le arrebató el puesto en una prueba de selección: “Las pruebas fueron justas y perdí por poco”, se resignó.
futuro Saies, que logró hace poco el máximo título estatal de entrenador, se mostró feliz por su faceta como técnico y confió en que su experiencia pueda “ayudar a los chavales”.
El donostiarra, además, considera que, gracias al trabajo de “la Federación Vasca, de la Federación Guipuzcoana, del Gobierno Vasco y del centro de Orio, se está tecnificando desde infantiles para crear una base, aunque sea muy pequeña. Creo que a largo plazo veremos mejores resultados de los que hemos visto hasta ahora”. Así podría ser en el futuro. La carrera de Ekaitz Saies pertenece ya a lo mejor de la historia del piragüismo vasco.
Nombre. Ekaitz Saies Sistiaga.
Edad. 33 años (3/III/1982, Donostia).
Palmarés internacional. Dos veces campeón del mundo en la modalidad de relevos (k1 4x200), en Hungría 2011 y en Canadá 2009. Medalla de bronce en la Copa del Mundo de Hungría en 2008 en k-1 200. Medalla de bronce en el Campeonato de Europa de 2009 en k-1 4x200. Medalla de bronce en los Juegos del Mediterráneo de 2009 en k-1 500. Campeón de Europa sub’23 en k-1 500, en 2002.
Palmarés estatal. Seis veces campeón de España en k-1 senior en 1000 metros, 500 metros y 200 metros.