donostia - Illunbe pasó, en un instante, del subidón por un triple imposible de David Doblas al bajón tras una canasta increíble de Albert Oliver. La primera acción suponía el empate a 72 a falta de dos segundos y medio de la conclusión y la segunda, la victoria del Gran Canaria con el reloj a cero. Un desenlace cruel, un castigo sobre la bocina para un Gipuzkoa Basket que recuperó sensaciones y se dejó hasta la última gota de sudor hasta el final, pero al que le faltó ese punto de calidad, o de claridad de ideas, que sí tuvo el conjunto isleño de la mano del citado Oliver y de Walter Tavares, la torre de 220 centímetros que va sembrando el pánico allá donde juega y que fue un factor clave en el resultado final ayer en el pabellón donostiarra. El 72-74 supone la tercera derrota consecutiva para el GBC, que deberá seguir peleando y sufriendo para sellar la ansiada permanencia.
Doblas apuntaba a ser el héroe del día. Con 69-72 en el marcador y apenas doce segundos para armar un ataque, una embarullada acción ofensiva del equipo de Jaume Ponsarnau acabó con el balón en manos de Doblas en la línea de 6,75. Desde luego, a priori un pívot que había metido un total de nueve triples en sus 290 partidos anteriores en la ACB no parecía la mejor opción para llevar el encuentro en la prórroga, pero el lanzamiento bombeado del capitán, que cayó con nieve, entró limpio. Empate a 72 y alborozo absoluto entre los 4.203 espectadores de Illunbe, que celebraron entre incrédulos y alegres esa igualada en el marcador. Pero no estaba todo dicho porque quedaban dos segundos y medio y Aíto García Reneses pidió tiempo muerto. El encargado de jugársela fue Oliver, que recibió en ocho metros, sorteó a Doblas, chocó con Grimau y su tiro poco convencional entró tras tocar tablero con el marcador a cero. Una jugada bien defendida por parte del GBC, afortunada aunque no tanto como la anterior de Doblas, y que sobre todo decidió el encuentro, dejando helado el pabellón.
El conjunto guipuzcoano afrontaba el choque con el objetivo de recuperar la identidad perdida las dos últimas semanas, que se antojaba como la única manera de tener opciones de ganar. Y lo cierto es que poco se puede reprochar al GBC en cuanto a actitud, ya que en todo momento el tono defensivo fue bueno y su lucha no decayó frente a un rival que, si estaba pensando en la Eurocup, no lo pareció, porque estuvo siempre metido en partido. El Gipuzkoa Basket arrancó con fuerza y amasó una renta de diez puntos gracias al buen hacer de Jordan y Doblas (19-9), pero un parcial canario de 0-8 casi empató el marcador (19-17) y a partir de ahí la igualdad fue la tónica dominante, aunque casi siempre con los locales por delante.
Con un buen trabajo atrás, el GBC logró ir encontrando las maneras de anotar. Primero con Doblas y Jordan, luego con Iarochevitch y Grimau, después con Franch y Hanley... así logró llegar 35-31 al descanso y seguir por delante hasta prácticamente el término del tercer cuarto, cuando cinco puntos seguidos del Gran Canaria hicieron que el marcador pasara del 51-47 al 51-52, lo que enmendó Grimau con un triple que puso el 54-52 en el minuto 30.
El equipo de Aíto García Reneses, hasta entonces agazapado esperando la oportunidad, la vio en el último cuarto y volvió a coger la delantera con un triple de Oliver (57-58) a siete minutos de la conclusión. El base catalán resultó clave en el último cuarto junto con Tavares, que puso dos tapones seguidos, anotó una canasta y disparó a su equipo hacia un 57-62 peligroso para el GBC. Ponsarnau paró el partido con un tiempo muerto y puso en cancha a sus dos bases, Jordan y Franch, movimiento respondido por Aíto poniendo sobre el parqué a Oliver y Bellas.
El encuentro fue a partir de entonces una batalla en la que el Gipuzkoa Basket casi siempre estuvo un paso por detrás del Gran Canaria, que imponía la calidad de su dupla de bases y la de su pívot. Doblas y Franch pusieron el 61-62 en unos momentos de intensidad defensiva local que Eulis Báez rompió con una buena canasta tras un triple fallado por Jordan. El base estadounidense volvió a dar otra exhibición de cómo repartir juego, pero esta vez no estuvo tan acertado a la hora de mirar a canasta y abusó del tiro de tres con poco acierto, ya que solo anotó uno de los seis que tiró. Pero es que algún jugador debía tomar la iniciativa en el lanzamiento exterior ante la ausencia del referente en esta faceta, Taquan Dean, baja por unos problemas en el tobillo.
Dani Díez sí acertó desde 6,75 y luego Doblas y Tavares anotaron una canasta por cabeza para mantener la igualdad (66-66). Un triple de Sasu Salin, un fallo de Jordan y un nuevo triple de Oliver dieron seis de renta a los visitantes (66-72) a poco más de un minuto, pero el GBC se aferró a sus opciones con dos tiros libres de Franch y uno de Doblas (69-72). El base catalán lo hizo bien y se mantuvo en cancha hasta el final del encuentro. Ponsarnau dudó entre mantenerlo o meter a Grimau, que estaba viendo aro con facilidad, y optó por lo primero. Una decisión arriesgada. A 33 segundos del final el Gran Canaria atacó pero Oliver falló en su penetración y llegaron entonces las dos acciones que marcaron el partido. Primero, el triple de Doblas. Y luego, el definitivo tiro de Oliver, un mazazo para un GBC que peleó y peleó hasta rozar la prórroga. Su esfuerzo no tuvo recompensa pero probablemente la tendrá en el futuro.