donostia - El Gipuzkoa Basket entra ya en el último tercio de la temporada con el objetivo de sellar la permanencia, un objetivo que tiene encarrilado gracias a su buen rendimiento en las 22 primeras jornadas, que le han permitido tener dos triunfos de renta sobre la zona de descenso. Falta, sin embargo, rematar la faena, que en ocasiones resulta lo más complicado, tal y como advirtió la pasada semana Jaume Ponsarnau.
Echando un vistazo al calendario, se intuye que serán decisivos los encuentros en Illunbe, donde hasta ahora el conjunto guipuzcoano se ha mostrado demasiado frágil: once partidos y más derrotas (siete) que victorias (cuatro). Además, el GBC no gana como local desde la 13ª jornada, cuando superó al Valencia por 69-67, ya que desde entonces ha perdido cuatro partidos consecutivos: UCAM Murcia, CAI Zaragoza, Estudiantes y Unicaja.
El siguiente equipo que visita Illunbe es el Obradoiro (sábado, 19.00 horas) y el equipo de Ponsarnau tiene claro que debe romper esta racha negativa como local para no ver reducida esa confortable renta sobre la zona baja que tiene actualmente. Después el GBC visita a un rival directo, el Manresa, en otra cita importante, esta a domicilio.
Ese duelo del 14 de marzo en el Nou Congost parece a priori el choque más asequible fuera de casa, ya que los siguientes desplazamientos medirán al equipo guipuzcoano con Bilbao Basket, Valencia, Joventut, UCAM Murcia y CAI Zaragoza, cinco equipos que optan al play-off y ante los que será difícil sumar.
Distinto es el calendario en Illunbe. Tras el citado encuentro ante el Obradoiro, el 22 de marzo viene el Laboral Kutxa y luego el Gran Canaria, dos encuentros de gran dificultad, sobre todo el primero. Ya en las últimas jornadas habrá dos citas subrayadas en rojo contra el Fuenlabrada (19 de abril) y el Sevilla (17 de mayo), dos equipos que luchan por el mismo objetivo. Entre medias, viene a Donostia el Tenerife. Illunbe marcará el futuro del GBC.