Bilbao - El juez disciplinario de la ACB, Juan Ramón Montero Estévez, cuenta ya en su poder con el acta arbitral del derbi del domingo en el Bilbao Arena y con diversos vídeos, algunos de ellos colgados por aficionados en las redes sociales, y a partir de las 18.00 horas de hoy, momento en el que termina el plazo para que el Bilbao Basket y el Laboral Kutxa presenten las alegaciones que consideren oportunas ante los hechos recogidos en el escrito de los colegiados, estudiará las sanciones que puedan derivarse de la bochornosa trifulca acontecida a siete segundos del final del encuentro, resuelto con un 93-75 a favor de los vizcainos.

Tras los “lamentables hechos sucedidos”, condenar “enérgicamente lo ocurrido y, de forma general, cualquier violencia en el deporte” y asegurar que “sucesos como el de Bilbao son excepcionales en la competición”, la ACB emitió ayer un comunicado oficial para aclarar el funcionamiento del proceso disciplinario que se debe seguir a partir de este momento. La Federación (FEB) remite al juez disciplinario de la ACB el acta de todos los partidos, este estudia su contenido y contempla si alguna acción merece la apertura de un expediente disciplinario, pudiendo enviar los clubes alegaciones -en este caso tienen plazo hasta las 18.00 de hoy-. Si lo estima oportuno, el juez recaba la información necesaria para la toma de una resolución, aunque no tiene límite de tiempo para resolver la infracción. Esta puede ser leve (apercibimiento o suspensión de hasta un mes, o uno o tres encuentros o multa de hasta 600 euros), grave (suspensión de un mes a dos años, o de cuatro partidos o más, o multa de 600 a 3.000 euros) o muy grave (suspensión de dos a cuatro años y multa de 3.000 a 15.000 euros). El juez solo puede ejecutar una de las dos opciones (sanción económica o deportiva), salvo las muy graves.

Los clubes, entrenadores o jugadores afectados por la resolución pueden presentar recurso en el plazo de diez días hábiles ante el Comité de Apelación de la FEB, que debe resolver en un plazo máximo de 30 días. Una vez resuelto el recurso, los protagonistas afectados por esta segunda resolución pueden formular un nuevo recurso al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).

Por lo recogido en el acta arbitral, el juez solo podría actuar contra Dejan Todorovic -“por empujar con su cuerpo y manos sobre la espalda del rival”- y Tornike Shengelia -“por golpear con el puño cerrado sobre el rostro del jugador contrario”-, pero con toda probabilidad utilizará el vídeo para ampliar el punto en el que se recoge que “con motivo de esa acción se produce un enfrentamiento con invasión de todos los miembros de ambos banquillos, por lo que fueron descalificados, excepto ambos entrenadores que entraron en la pista para ayudar”. También se establece que “se detecta en el tumulto que una persona no identificada con chaqueta gris invade el terreno de juego, teniendo que ser retirado por la seguridad”. Se refiere a Sergio Sánchez, exjugador y actual trabajador de la Fundación Bilbao Basket, quien, según las imágenes, salta a cancha para, de espaldas al tumulto y con los brazos extendidos, proteger a Dairis Bertans, tendido en el suelo, y a los espectadores de la primera fila detrás de la canasta, aunque finalmente se revuelve y también participa en la pelea tras recibir varios golpes, sobre todo uno de Ilimane Diop.

Desde el club bilbaino aseguraban en la noche de ayer que no tenían constancia de que ningún espectador sufriera daños físicos de consideración, que una mujer del público sí habló tras el partido sobre la posibilidad de denunciar a Diop (llegó a coger una silla en sus manos antes de ser frenado) por agresión y que tratan de identificar al espectador que lanzó una botella desde la grada, sobre el que pretenden aplicar toda la dureza del reglamento. Además, el Bilbao Basket aseguró mediante un comunicado que Todorovic y Shengelia hablaron durante el día de ayer de lo acontecido y que el serbio reconoce que “es algo que no debe producirse nunca, lamento profundamente lo ocurrido y pido disculpas a los aficionados”.

Precedente en 2004 Montero Estévez ya tuvo que imponer en 2004 sanciones de otra pelea multitudinaria en el Real Madrid-Estudiantes. Rubén Garcés, por una patada en el pecho a Herreros (falta “muy grave”), fue multado con 3.000 euros, Hernán Jasen con 500 y Mous Sonko con 300.