donostia - Si el Gipuzkoa Basket quiere salir victorioso mañana de su visita al Fuenlabrada (20.45 horas), deberá frenar a Jimmy Baron y Andy Panko, la principal amenaza del conjunto del sur de Madrid. Una amenaza conocida, además, ya que ambos vistieron la camiseta del Gipuzkoa Basket. No solo eso, sino que dejaron huella por ser dos de los más destacados jugadores que han pasado por Illunbe. Ahora siguen formando una dupla temible, aunque con otra camiseta, la de un rival directo en la lucha por la permanencia en la ACB. Entre ambos promedian 30 puntos por jornada.
Panko es el jugador que mejor rendimiento ha dado en el GBC, una condición que solo podría discutirle David Doblas. Estuvo cinco años en Donostia. En el primero fue uno de los protagonistas del ascenso y en el último se proclamó MVP de la ACB tras liderar al equipo entrenado por Sito Alonso hacia la Copa del Rey y los play-off, hitos que quedarán para la historia. Con 18,9 puntos se proclamó máximo anotador de la Liga Regular, una cifra al alcance de muy pocos. En el verano de 2012 fichó por el Panathinaikos, donde no cuajó, y a mitad de temporada recaló en el Unicaja, donde tampoco lo hizo bien. Panko necesita un rol protagonista y lo encontró en Fuenlabrada, donde llegó en 2013. Pudo volver al GBC, pero prefirió irse a Madrid. “La oferta económica era mejor”, reconoció en ese momento con su habitual sinceridad a este periódico.
En el equipo fuenlabreño se proclamó mejor anotador de la ACB la pasada campaña, con 17,9 puntos por partido, y esta temporada lleva el mismo camino: lidera la tabla de realizadores con 17,3 tantos por encuentro. A sus 37 años (nació el 29 de noviembre de 1977 en Harrisburg), vive una segunda juventud. Desde que Sito Alonso lo situó de ala-pívot y le dio libertad para lanzar a canasta, explotó su capacidad para meter puntos, antes algo oculta bajo su condición de jugador todoterreno. Pero lo que mejor hace el estadounidense es anotar. Puede hacerlo desde fuera o penetrando. Y su lanzamiento desde cuatro o cinco metros es letal. Su amenaza para la defensa rival es constante.
“Soy muy disciplinado. No bebo alcohol, mi mujer ha estudiado nutrición y me hace la comida. Intento cuidar mi cuerpo fuera de la cancha durmiendo lo suficiente. No cojo mucho peso y hago ejercicio en casa. Es disciplina, llevo siendo jugador profesional 16 años, sé lo que me funciona”, comentaba hace poco sobre su longevidad el propio Panko, que no parece tener ninguna intención de retirarse pese a su edad: “Mucha gente recuerda que tengo 37 años, pero quiero competir y pienso que sigo pudiendo ser uno de los mejores del baloncesto europeo”.
El segundo mejor anotador del Fuenlabrada, con 12,7 puntos por partido es Jimmy Baron, otro jugador recordado con gran cariño en Gipuzkoa. Llegó en 2010 y estuvo dos temporadas, en las que dejó su sello de gran anotador y, sobre todo, triplista. En ambos cursos lideró el ranking de mejor tirador de tres de la ACB, el primero con una media de 3,09 triples anotados por partido y el segundo, con un promedio de 2,29. Además, la temporada 2010-11 tuvo un porcentaje de acierto del 98,21% desde la línea de personal tras anotar 70 de los 71 tiros libres que lanzó, récord histórico de la ACB.
En el verano de 2012 empezó incluso la pretemporada en Donostia, pero los problemas económicos del GBC obligaron a dejarlo salir rumbo al Lokomotiv Kuban, equipo con el que se proclamó campeón de la Eurocup. La pasada campaña fichó por el Virtus Roma y en verano volvió a la ACB de la mano del Fuenlabrada, en parte por la presencia de Panko, con quien hizo mucha amistad en Donostia.
“Es un gran amigo y uno de los mejores compañeros que he tenido en mi carrera”, ha solido decir el escolta. Ambos pasan tiempo también fuera de la cancha, ya que, entre otras aficiones, les gusta mucho jugar al golf. En verano compartieron entrenamientos algunos días y, de hecho, cuando se anunció el fichaje de Baron por el Fuenla, ambos publicaron una foto en las redes sociales juntos en Estados Unidos.
Mañana, una de las mejores parejas de extracomunitarios, si no la mejor, en la historia del GBC estará enfrente. Recordar la temporada de la Copa y el play-off será inevitable, aunque la importancia del duelo obligará a aparcar sentimentalismos, ya que se trata de un partido clave para la zona baja de la tabla.