donostia - El Gipuzkoa Basket abrió ayer las puertas de Illunbe y alrededor de 100 aficionados acudieron al pabellón a seguir en vivo el entrenamiento que llevaron a cabo los hombres de Jaume Ponsarnau. La iniciativa, poco habitual en el baloncesto, donde lo habitual es trabajar a puerta cerrada, permitió comprobar la intensidad con la que se emplea el conjunto guipuzcoano.

El entrenamiento comenzó con un calentamiento dirigido por Eugenio Rodríguez. Durante cerca de 15 minutos los jugadores se pusieron a punto a las órdenes del preparador físico, que luego cedió la batuta a Jaume Ponsarnau y sus dos ayudantes, Jon Txakartegi y Lolo Encinas. El equipo se ejercitó a muy buen ritmo durante más de una hora, trabajando diversos sistemas en ataque y defensa, primero sin rival y luego en ejercicios de cinco contra cinco en los que no había tregua. Los técnicos marcaban jugadas, corregían a sus jugadores y les arengaban en cuanto notaban una mínima bajada en el ritmo.

Destacó la intensidad con la que se emplea Taquan Dean y el buen momento por el que atraviesa Will Hanley, el más atinado en un entrenamiento en el que se vieron demasiados errores en el lanzamiento, con más balones al hierro que a la red. David Doblas y Julen Olaizola se las tuvieron tiesas en el poste bajo y los dos bases, Jared Jordan y Josep Franch, confirmaron que deben mejorar mucho porque no parecieron muy cómodos dirigiendo a sus respectivos equipos en el cinco contra cinco.

Las actividades con la afición de cara al choque del domingo contra el FC Barcelona (12.15 horas) continúan hoy a las ocho de la noche, cuando la plantilla al completo, acompañada por la mascota Gipu, acudirá al quiosco del Boulevard a un acto que servirá para presentar el póster oficial de la temporada.