donostia - A cinco minutos del final, con el partido ya prácticamente perdido, las cámaras enfocaron a Jaume Ponsarnau. El técnico catalán seguía con seriedad y evidente gesto de preocupación el desarrollo de un choque que no le debió gustar mucho. Porque su equipo volvió a perder, lo hizo de nuevo con claridad (85-69) y, transcurridas tres jornadas del curso, dejó la sensación de que aún hay mucho camino por recorrer para que este Gipuzkoa Basket no ya sea competitivo, sino que empiece a serlo. Después de dos derrotas perdonables contra Estudiantes y Real Madrid, ayer el GBC emitió señales que empiezan a ser preocupantes. Una cosa es tener un calendario difícil -algo también relativo porque Estudiantes y Obradoiro no son rivales inalcanzables ni mucho menos- y otra es no dar la talla.
Si la cita en Santiago -ante un conjunto también muy renovado, con poco presupuesto y destinado a habitar en la zona media o baja de la clasificación- iba a servir para medir el estado de forma del Gipuzkoa Basket, el resultado final, por el fondo y las formas, no pudo resultar más inquietante. El conjunto donostiarra siempre pareció inferior al gallego y en ningún momento encontró consistencia y equilibrio ni en ataque ni en defensa. No es de recibo encajar tantos puntos (266 en tres jornadas, una media de 88,6 por encuentro) en un equipo supuestamente diseñado para ser fuerte desde el trabajo en la retaguardia. Pero es que el ataque tampoco funciona. Durante algunos minutos sí, pero luego el equipo vive de chispazos o arrebatos de carácter de algunos de sus hombres, lo que resulta insuficiente.
Está claro que Ponsarnau no ha encontrado aún la manera de hacer funcionar a ese grupo de jugadores que tiene entre manos. En su discurso insiste en que están trabajando bien y conocen el camino para crecer, pero la realidad no confirma estas palabras, al menos por el momento. Bien es cierto que solo es la jornada tres de 34, pero también que lo que se ve por ahora no es para nada tranquilizador. Se podría resumir con que al equipo le falta mucho de casi todo. La rotación -algo que apuntó Ponsarnau ya en la jornada uno- sigue sin funcionar. El técnico catalán optó ayer por poner de inicio a Grimau, quizás con la intención de que Dani Díez reforzara la segunda unidad del equipo cuando empezaran los cambios. Pero tampoco resultó la fórmula para encontrar ese ansiado equilibrio en las rotaciones, y la sensación es que cuando empiezan los cambios el equipo se va deshaciendo y perdiendo el ritmo de los partidos. El buen inicio ayer (20-19 al término del primer cuarto) se fue evaporando según se sucedían la entrada y salida de jugadores a la cancha. Preocupante, porque es evidente que Ponsarnau aún no ha dado con la tecla. O quizás es que su banquillo tampoco da para más, porque cabe preguntarse qué garantías ofrece la citada segunda unidad, en la que entrarían el propio Grimau, Franch, Motos, Olaizola, Huskic y el ayer ausente Iarochevitch.
El GBC acusa problemas serios en varias posiciones. Para empezar, la de base. La marcha de Salgado y Neto está resultando tan traumática como se intuía, ya que por ahora ni Jared Jordan ni Josep Franch se han hecho con las riendas del equipo. El americano, más director que anotador, ayer no hizo ninguna de las dos cosas, mientras que Franch tuvo un arrebato anotador entre el final del tercer cuarto y el inicio del último, pero poco más. Por ahora ambos flaquean en defensa y no consiguen dar continuidad al ataque. Por dentro, solo una baja, la de Iarochevitch -y eso que no es titular- desnudó todas las carencias en esas posiciones, donde Olaizola no ofrece garantías, y mucho menos Huskic. Así, el juego interior queda en manos de un Doblas que está entrando en juego demasiado poco y un Hanley que está siendo de los mejores en este inicio de ejercicio. Al menos, las posiciones de escolta y alero parecen bien cubiertas con la combinación de Dean, Grimau y Dani Díez, pero, pese a ello, sigue habiendo demasiadas carencias.
a remolque Con todos estos problemas, el GBC fue siempre a remolque del Obradoiro, aunque mantuvo el tipo hasta el minuto trece de partido (25-25) gracias principalmente a los puntos de Taquan Dean y Hanley. Dos triples seguidos de Nankivil empezaron a romper el choque y a mostrar la citada falta de equilibrio del GBC, que se olvidó de defender y no encontró el camino para anotar salvo un par de chispazos de Grimau y Dani Díez y se fue diez abajo al descanso (46-36). Las cifras hablan por sí solas y recibir 46 puntos en 20 minutos en Fontes do Sar es excesivo.
Una mejoría en defensa y un par de minutos inspirados de Franch permitieron al Gipuzkoa Basket, que seguía sin ofrecer buenas sensaciones, aferrarse de nuevo al choque y reducir la desventaja al término del tercer cuarto (60-54). La resistencia se alargó un par de minutos más hasta el 64-58, pero de repente el GBC se descompuso por completo, atacó sin cabeza y encajó un definitivo parcial de 10-0. Sin dirección, sin conexión con un desesperado Doblas y con Dean desaparecido, el equipo de Ponsarnau acusó también un mal porcentaje en tiros libres y concedió demasiados rebotes ofensivos. Una combinación de factores negativos que desembocaron en un pésimo último cuarto, en el que el GBC del compromiso y de luchar cada balón llegó a tener una desventaja de 21 puntos que quedó en 16 después de dos triples de Grimau (85-69).
En definitiva, una derrota dura, demasiado abultada, que confirma los numerosos y variados problemas de un equipo que tiene mucho trabajo por delante para alcanzar un nivel óptimo en una liga tan exigente como la ACB. El GBC ya está en zona de descenso, con un balance de -47 puntos, y la situación probablemente empeorará porque ahora se mide a Barcelona y Unicaja. Con dos rivales tan temibles, el reto es mejorar y empezar a mostrar signos de que puede salir de la zona baja.
UNO POR UNO
3 JORDAN Flojo encuentro del base americano, que miró poco a canasta y cuando lo hizo pareció con poca confianza, acreditando un 0/4 en tiros de campo. No se le vio cómodo en ningún momento y solo dio una asistencia. Enfrente no tenía una pareja de bases especialmente fuerte, pero no aprovechó la oportunidad.
5 DEAN Metió diez puntos en un muy buen primer cuarto, tirando del carro, pero fue de más a menos hasta naufragar como el resto de sus compañeros en el último cuarto. Quizás debió jugar más, porque solo 26 minutos en cancha para la referencia del equipo parecen pocos.
4 GRIMAU Salió de titular e hizo un partido correcto, sin alardes. Metió cuatro triples, aunque dos de ellos fueron ya en los últimos dos minutos, con todo decidido. Es uno de los que debe crecer.
6 HANLEY Ha sido el mejor del equipo en las dos últimas jornadas. Aunque no estuvo especialmente atinado en el tiro, metió 13 puntos y cogió 10 rebotes. Más problemas en defensa. Jugó 34 minutos porque no tenía un relevo específico.
4 DOBLAS El capitán no está haciendo un buen inicio de temporada justo cuando el equipo más lo necesita. No le llegan muchos balones debido a que está muy vigilado y que todavía no conecta bien con los dos bases. Fallón desde la línea de personal, con tres aciertos de siete intentos.
4 FRANCH Tuvo algún destello y pareció reactivar el ataque al final del tercer cuarto, pero la sensación es que no maneja bien al equipo y que el ataque no fluye con él en pista. Jugó poco pese al mal día de Jordan.
5 DANI DÍEZ Salió desde el banquillo, quizás con el objetivo de fortalecer la rotación. Menos acierto que otros días ya que falló los cinco triples que lanzó. Ayudó en el rebote y estuvo muy activo, pero bajó el nivel respecto a su fulgurante inicio de curso contra Estudiantes y Real Madrid.
4 MOTOS No lo tiene fácil con Dean, Grimau y Dani Díez por delante. Fue a la línea de personal y metió uno de sus dos lanzamientos.
3 OLAIZOLA Tuvo muchos problemas para frenar a los pívots del Obradoiro y cometió cinco faltas en apenas diez minutos. Metió tres puntos y ayudó en el rebote, pero debe demostrar que tiene nivel ACB.
-HUSKIC Cuatro minutos en los que pasó totalmente desapercibido. Aún le queda mucho.