Objetivo. El conjunto entrenado por Carlos Castaño aspira a evitar las dos últimas posiciones al término de la Liga Regular, que supondría perder la categoría. A priori, Tenis, Jolaseta o Taburiente son tres de sus rivales directos en una competición difícil para los guipuzcoanos debido al buen nivel de todos los equipos.

Temporada pasada. El pasado año bajaban tres conjuntos y el Atlético salvó la criba con una muy buena segunda vuelta liguera. Los donostiarras acabaron la temporada en séptima posición de doce equipos.

El capitán del Atlético confía en que los jugadores sigan “mejorando individualmente para crecer como equipo y alejarnos de los equipos de abajo y acercarnos a los de arriba. El año pasado empezamos un proyecto nuevo y muy ilusionante”.

plantilla atlético

Borja Gorospe

Asier Iriarte

Iker Kamio

Jon Kamio

Iván Lorente

Ignacio José Manes

Joaquín Trezza

Aitor Vitoria

Peio Azkoaga

Ioseba Graces

Máximo Keernan

Borja Cid

Julen Garate

Julen García(filial)

Gorka Vitoria(filial)

Adrián Gorospe(juvenil)

Paúl Kaunan(juvenil)

Lautaro Castaño(juvenil)

Entrenador: Carlos Castaño

Liga Regular

Atlético-Polo28 sept.

Júnior-Atlético5 oct.

Atlético-Egara12 oct.

CD Terrassa-Atlético19 oct.

Atlético-Taburiente26 oct.

Club Campo-Atlético9 nov.

Atlético-Complutense16 nov.

Atlético-Jolaseta23 nov.

At. Terrassa-Atlético30 nov.

Polo-Atlético7 dic.

Atlético-Junior14 dic.

Parón liguero

Egara-Atlético1 marzo

Atlético-CD Terrassa8 marzo

Taburiente-Atlético22 marzo

Atlético-Club Campo29 marzo

Complutense-Atlético12 abril

Jolaseta-Atlético19 abril

Atlético-At. Terrassa26 abril

Sistema de competición. Los diez equipos de División de Honor se enfrentan a doble vuelta en la Liga Regular. Los cuatro primeros disputan una Final Four y los dos últimos bajan.

donostia - Además de hermanos de sangre, que lo son, Maite y Peio Azkoaga podrían ser también hermanos de stick. Porque el palo de hockey, el deporte que les “apasiona” a ambos, ha estado siempre en su casa desde que el hermano mayor, Peio (7 de octubre de 1981), empezó a jugar cuando era un crío en la ikastola Lizeo Santo Tomás. Y claro, como suele suceder en estos casos, la menor, Maite, apenas año y medio más pequeña (26 de febrero de 1983) siguió sus pasos y empezó a practicar un deporte en el que ahora ambos son referencia en Gipuzkoa: él es el capitán del Atlético San Sebastián, que compite en la División de Honor masculina, y ella la capitana de la Real Sociedad, en la elite femenina.

Los dos equipos comienzan hoy mismo la temporada 2014-15. La Real visitando al Junior (12.30 horas) y el Atlético recibiendo al mejor equipo de la categoría, el Polo (12.30). Maite y Peio afrontan el curso con la misma ilusión que los anteriores, y eso que llevan muchos. “Esta va a ser mi 14ª temporada en el primer equipo, más las dos o tres que estuve siendo juvenil”, comenta la realista. “Yo llevo 15 o 16 años, ni me acuerdo ya”, añade su hermano.

El Atlético quiere, al menos, repetir esta campaña lo logrado la anterior: salvarse. Para ello tiene que quedar entre los ocho primeros dentro de los diez que componen la División de Honor. “Ese es el objetivo, mantener la categoría. El año pasado empezamos un proyecto nuevo, ilusionante, con un entrenador nuevo -Carlos Castaño, que ya estuvo antes en el Atlético y también en la Real-. Queremos reafirmar lo que hicimos la temporada pasada e ir subiendo nuestro nivel cada año para alejarnos de los equipos de abajo y acercarnos a los de arriba. Y luego a ver si en la Copa, que es un torneo más corto, podemos dar alguna sorpresa”.

Los donostiarras aspiran a consolidar un proyecto que haga olvidar las penurias de los pasados años: “Entramos en una dinámica mala y al final bajamos. Logramos subir y los años siguientes mantuvimos con apuros la categoría. El año pasado se apostó por el Puma (nombre con el que se conoce a Castaño), que trabaja muy bien con la gente joven y que además tiene mucho conocimiento de técnica individual y táctica colectiva. Las chicas subieron mucho el nivel con él y nosotros queremos hacer lo mismo. El año pasado conseguimos salvarnos, lo que parecía a priori muy difícil y ahora el objetivo es mejorar todos individualmente para crecer como grupo”.

La Real Sociedad, por su parte, afronta con ciertas incógnitas la temporada. El equipo blanquiazul lleva ya varios años instalado en la elite, pero han dejado el equipo jugadoras importantes como Anabel Flores, Lucía Ybarra o Chiara Tiddi, así que toca reconstruir el equipo. “Va a ser un año diferente, será como empezar un proyecto nuevo y no sabemos exactamente qué nivel tendremos respecto al resto de equipos. Las jugadoras tendremos que dar un paso adelante y las jóvenes hacerse poco a poco más importantes”. comenta Maite.

En el encuentro con los hermanos Azkoaga es inevitable recordar el título liguero que la Real dejó escapar hace cuatro meses ante el Club de Campo en Bera Bera. “Todavía duele, y mucho”, reconoce Maite. “Ganamos allí y teníamos dos oportunidades en casa. Perder así fue duro y pensándolo ahora, sabiendo la gente que no sigue, piensas en la oportunidad que tuvimos. Pero bueno, eso ya es pasado y hay que mirar adelante. Hay que valorar también que llevamos tiempo ahí arriba. La primera final que jugamos contra el Club de Campo estábamos a años luz de ellas y cada vez nos fuimos acercando más después de mucho trabajo. Hace dos años ganamos la Liga y el año pasado no, pero lo importante es estar ahí, jugando finales. El objetivo es continuar siendo competitivas”.

Peio también recuerda con pena ese fatídico fin de semana: “Mi temporada ya había acabado y de cara a la final estuve echando una mano al entrenador, Pablo, preparando los partidos y fue un palo muy grande. Tenían todo a favor, con un equipo que en mi opinión era mejor que el Club de Campo, pero en el deporte pueden pasar estas cosas”.

La Real no tendrá novedades solo en la plantilla. También las hay en el banquillo, donde Xabier Gorrotxategi sustituye a Pablo Fernández. Será el cuarto técnico en otros tantos años. “Los asustamos”, bromea Maite. “Estuvimos seis años con el Puma y a partir de ahí hemos cambiado cada año. A Xabi ya lo conocemos, él también nos conoce, y eso facilitará las cosas, aunque siempre es complicado hacer un equipo nuevo”.

“la vieja guardia” Peio y Maite son los veteranos de ambos equipos, caracterizados por basarse en la cantera y trabajar con los jóvenes. “Soy el mayor con diferencia. En el equipo hay chavales de 17 años, otro grupo de jugadores de 20 a 24 años, unos cuantos de 27 o así y luego yo con 32”, cuenta Peio. “Somos ya la vieja guardia”, añade Maite. “En la Real, veteranas estamos Poli Guajardo, yo y la portera, María, que tiene un año menos. Luego hay varias jugadoras entre 24 y 26 años y casi todas tienen 22 o menos. Es lo habitual”.

Aunque sean los veteranos de las dos plantillas, pocos les ganarán a ilusión. “Esto nos apasiona”, reconoce Peio. “Empecé de pequeño y me enganchó”. Siguió sus pasos Maite: “Un año hice varios deportes, pero luego me pasé al hockey porque jugaban mi hermano y varias amigas, y porque el campo me quedaba cerca de casa. Cuando nos juntamos hablamos de hockey. Igual en verano no tanto pero en cuanto empieza la competición nos interesamos por los equipos, por cómo han ido los entrenamientos y los partidos...”, comenta Maite. “Al final es vocación pura y dura. Es salir de trabajar y venir a entrenar, y cada quince días viajar. Desde fuera la gente no lo entiende, pero siempre digo que te da muchas cosas como convivir en equipo y pelear por un objetivo común. Aporta muchas cosas”, añade Peio.

El capitán del Atlético estuvo cerca de verse obligado a dejar el hockey debido a un fuerte accidente de moto sufrido en 2012: “Estuve año y medio sin jugar porque sufrí una fractura de fémur complicada en la pierna izquierda. La recuperación fue lenta y hubo muchos momentos de duda en los que yo era el único convencido de que iba a jugar de nuevo”. Sus ganas pudieron más que todo: “El año pasado volví poco a poco. Empecé jugando con la pierna casi colgando. La segunda vuelta me sentí mejor pero acabé con dolor en todas partes. En cuanto terminó la temporada me dieron vacaciones, he podido descansar y trabajar la pierna, y ahora estoy mejor”.

¿futuro como entrenadores? Ni Maite ni Peio tienen por ahora intención -pese a ser de la “vieja guardia”- de dejar el hockey en activo, aunque el banquillo les tienta. El mayor, de hecho, ya tiene algo de experiencia. Cuando acabó la etapa de Carlos Castaño en la Real, dirigió al conjunto de su hermana “dos partidos de Liga y la Copa”, además de ayudarle habitualmente el pasado año. “No es algo que me he planteado, veremos. Seguiremos ahí de una manera u otra”, comenta. Maite ya ha probado en categorías inferiores: “Entrené a las juveniles del Lizeo durante varios años y también a la selección sub’18 de Euskadi, pero cuando empecé a trabajar ya era imposible”. Una faceta que les gusta pero que tendrá que esperar, porque los Azkoaga tienen cuerda para rato.