"reconozco que soy una persona que lleva demasiado dentro el pique con San Pedro". La sangre de Joseba Fernández es rosa, por lo que no extraña su sinceridad. "Sí que me fijo en las clasificaciones, pero no saco las cosas de quicio. Soy sanjuandarra y quiero ganarle a San Pedro", confiesa el entrenador de San Juan al preguntarle sobre la rivalidad con los vecinos, "ellos pensarán lo mismo. ¿Ganar a San Pedro? Sí, es un objetivo ganar a San Pedro". A pesar de sus ganas por vencer al equipo de la otra orilla, Joseba reconoce que se trata de un pulso sano: "Hoy en día no hay la rivalidad enconada de los 80 y principios de los 90, pero sigue existiendo un pique importante. Espero que eso nunca se pierda porque nos retroalimentamos".

Al otro lado del pueblo, vestido de morado, su homólogo en San Pedro comparte su visión sobre la guerra santa en la que se desenvuelve Pasaia. "Siempre ha habido esa rivalidad y siempre va a existir", explica Gabi Larrinaga, "es bueno que exista. Nos vemos todos los días entrenando y sabemos perfectamente lo que hace el otro. Es de las cosas que más atraen de este deporte, saber que tienes un vecino que va a intentar ganarte. Es una rivalidad sana. Además, no deja de haber buena relación entre remeros y entrenadores".

'plan renove' en san juan Los sanjuandarras afrontan otra temporada en la que la plantilla ha tenido numerosas bajas. En el segundo año de Joseba Fernández como entrenador se ha apostado por renovar la tripulación con jóvenes remeros de la cantera: "Estoy muy contento con el equipo. Estamos trabajando muy a gusto, tenemos un gran ambiente y estoy encantado. El tiempo dirá si es un equipo para pelear por cotas más altas o por el descenso. Somos optimistas y pensamos que vamos a estar en un buen nivel".

Ante la espantada de remeros y la crisis económica que azota al mundo del remo, Joseba Fernández está convencido de que la cantera es la vía de escape más segura para garantizar el futuro: "En todos lados hay problemas, pero quizás donde menos se nota es en Gipuzkoa, porque la inversión en la partida de cantera es muy alta, a diferencia de lo que ocurre en Cantabria o Bizkaia. No solo en San Juan, en otros clubes de alrededor se sigue manteniendo la esencia del bloque de casa y de sacar remeros de abajo. Eso hace que la crisis no afecte tanto a nivel deportivo".

un proyecto consolidado En San Pedro Gabi Larrinaga vuelve a estar un año más al mando de la Libia. Sin haber sufrido muchas bajas, ha tenido que gestionar el relevo de toda una institución en el club, el patrón Juan Carlos Fontán. "Está claro que ha sido una pieza clave en San Pedro en los últimos años. Cada uno tiene sus motivos para dejarlo. Él nos comentaba que estaba cansado y a ver si podíamos ir buscándole un relevo. Nos pusimos en marcha y a finales de temporada del año pasado empezamos a hablar con Ugaitz Mendizabal. Le gustó, se animó y al final ha empezado con nosotros. El cambio no ha sido traumático. Hemos perdido un patrón experimentado, pero tenemos un patrón que es el que más proyección tiene para los próximos años".

Larrinaga agradece la confianza que le brinda cada año la directiva para seguir en el cargo, pero resalta que no es él el único culpable de la evolución del club: "Cada añito conseguimos cosas diferentes, no solo en la primera trainera. También ha salido de la nada una segunda tripulación que este año va a estar peleando por ganar su Liga. Claramente ha habido una evolución desde que cogimos nosotros el asunto deportivo del club. En la segunda trainera también hay un entrenador que hace el trabajo sucio para preparar remeros que lleguen a la ACT".

La gran rivalidad pasaitarra, el pulso que mantienen las dos orillas, está alimentado por la cantera. Al igual que Joseba Fernández, Gabi Larrinaga reconoce que es el mejor antídoto contra la crisis económica: "La crisis sí se nota en Pasaia, no deja indiferente a nadie. A nivel de patrocinadores y ayudas de las instituciones, se nota. Todo el mundo va recortando. En lo deportivo no se nota porque el modelo deportivo es diferente. Se hace mucho trabajo con las segundas traineras que no se ve y eso nos da remeros".

En la cabeza de Gabi Larrinaga, además de la Liga, ronda una pequeña obsesión. En 2011 y 2012 San Pedro se quedó a un peldaño de entrar en la bandera de La Concha, algo que quiere corregir: "Duele muchísimo. Afortunadamente tenemos Concha todos los años y este año lo voy a intentar como sea. Es algo que tengo marcado. No lo pienso de momento, pero me romperé la cabeza para hacerlo lo mejor posible y meternos en La Concha".