Duro hueso para abrir el año 15ª jornada
El Gbc se mide a un Barcelona que se juega la Copa Los de Sito necesitan mejorar su juego interior y un partido completo durante los 40 minutos
Decía Sito Alonso en la previa del último encuentro del 2012 que el balance global del año que acaba de finalizar no podía ser mejor. Un sobresaliente decía, refiriéndose a los enormes números de la temporada pasada. Lo que vino a esa valoración fue un nuevo batacazo en Galicia, un batacazo que cerraba el año con el conjunto donostiarra en última posición y con un balance de 2-13. Preocupante. Hoy se abre un nuevo año, empieza una nueva andadura que esperemos pueda hacer olvidar la imagen de los últimos meses. La primera piedra es un escollo de dimensiones cuasi insuperables. Un Barcelona al que, aunque es cierto que no atraviesa un buen momento, no hay más que echar un vistazo a sus jugadores para darse cuenta de la dificultad del envite. En Barcelona han vivido preocupados por la presencia de Navarro en el duelo de hoy, pero finalmente podrá participar tras completar ayer el entrenamiento, lo que complica los intereses guipuzcoanos. No parece la mejor plaza para comenzar el resurgir de este grupo, pero puede ser un lugar en el que los donostiarras se den cuenta de que son capaces de salir de este agujero en el que se encuentran. Los de Xavi Pascual vienen de caer en Euroliga demostrando una vez más su Navarrodependencia, tras su último encuentro de liga en el Palau certificándola. Ahí resurgió un enorme Navarro, completando el que pudo ser el mejor partido de toda su carrera, y logrando que el Real Madrid hincara la rodilla por vez primera en lo que va de liga. Misión imposible a priori, sobre todo porque los azulgrana se juegan el todo por el todo por entrar en la Copa, pero Sito mandó un aviso a navegantes. "A los negativos no les tengo ni como amigos", espetó a la vez que volvía a hacer gala de su optimismo: "Lo vamos a hacer bien, se puede competir con cualquiera". Si bien los catalanes necesitan la victoria por ser fundamental para sus intereses coperos, más aún lo es para el GBC. Una victoria en el Palau podría espolear al equipo, y dotar de ilusión a unos jugadores necesitados. Hay pocos datos positivos, pero existe el precedente de la temporada 2006-07, aquella del debut en ACB, en la que se logró sorprender a los catalanes y permitió regalar una de las mayores alegrías a la afición. Habrá que aferrarse a ese espíritu como un clavo ardiendo. Poco más se puede resaltar, quizá la baza de Ibekwe en los tapones para parar las embestidas de Jawai y Tomic en la pintura. El último fichaje del GBC, Paunic, no podrá ser aún de la partida. Se suele decir ante estos equipos que incluso haciendo el mejor partido de la temporada la victoria no está asegurada. La clave estará en lograr enterrar los cuartos malditos y completar un partido redondo. No se puede exigir ganar, obvio, pero sí una mejora en el juego interior, y sobre todo mostrar una constancia durante los 40 minutos que permita vislumbrar una luz al final de este túnel que semana a semana se hace más largo para los intereses del Lagun Aro GBC.