Pamplona. Aitor Zubieta (Etxarri Aranatz, 1984) hace balance de su excelente actuación en la Feria de San Fermín, de la que salió campeón del torneo de parejas en compañía de Xala, ambos verdugos de Bengoetxea VI y Begino (22-17) en la final disputada el pasado sábado por la noche en el Labrit. No solo eso: el etxarriarra fue el pelotari más destacado.

Ha completado una gran actuación en la Feria de San Fermín...

La verdad es que sí.

¿Cuál ha sido la clave?

Hasta San Fermín había jugado muy pocos partidos por los problemas de manos que arrastraba desde el Campeonato de Parejas, pero en el último que jugué antes de la Feria me encontré un poco mejor. La clave ha estado en que he podido entrenar de continuo. Completar un par de entrenamientos a la semana es lo que al final te da juego. También disputar partidos de seguido. Y ya en San Fermín, al sentirme bien en el primer partido de la Feria, la confianza ha ido para arriba y ha sido como entrar en una rueda positiva.

Comenzó bien su participación en la Feria, pero en la final completó, tal vez, su mejor actuación.

La verdad es que me quedé muy contento. Tuve unas sensaciones muy buenas y fue el colofón a un gran torneo. Antes de fastidiarme las manos también le estaba dando muy fuerte a la pelota, pero en la final del sábado me sentí muy bien. Hacía mucho tiempo que no tenía unas sensaciones tan buenas.

El zaguero rival, Aritz Begino, tuvo que jugar casi en el rebote, una posición muy extraña para él.

Es cierto. Después del partido le di la enhorabuena porque no le tocó dominar, pero hizo un auténtico partidazo. No falló en toda la noche, estuvo defendiendo como un coloso y, además de defender, quitó mucha pelota. Desde atrás tampoco entregó mucho. Desde tan lejos no resulta sencillo trabajar.

Su victoria en compañía de Xala tiene más mérito por la enorme resistencia que opusieron sus rivales.

Está claro que nos pusieron las cosas muy difíciles y creo que, en los triunfos, el mérito también lo da el rival al que te enfrentas. A Oinatz (Bengoetxea) ya se le vio cómo estaba en el campeonato, muy peligroso. En cuanto enreda un poco adelante es muy difícil que se le escape el tanto. Y Aritz (Begino) dominó muy fácil a sus rivales en los dos partidos de semifinales y, en la final, aunque no pudo estar dominando, lo cierto es que hizo un partidazo.

Bengoetxea VI venía de ganar el Torneo de San Fermín del cuatro y medio, por lo que la final se convirtió prácticamente en un duelo entre usted y él por dirimir quién iba a ser el mejor pelotari de la Feria.

(Risas) Puede ser. La verdad es que Oinatz ha estado a tope y se le ha visto que estaba muy bien, eso sí, con ayuda de Aritz Begino, que ha estado terrible. No sé quién habrá sido el mejor pelotari de la Feria, porque eso es algo que tendrán que decidir el público y los periodistas, pero está claro que Oinatz ha sido uno de los más destacados.

En cuando a usted, se le vio muy mandón e incluso le echó una buena bronca a Xala en el tramo decisivo de la final, cuando sus rivales se acercaban en el marcador.

(Risas) Son cosas del partido. A veces me toca echar la bronca a mí y otras veces ocurre al revés. Más que una bronca fue una recomendación para volver a la estrategia que estábamos llevando y que era la que nos había permitido abrir hueco en el marcador. Con Oinatz no se puede jugar adelante y menos en estos momentos. Por eso le dije a Xala que teníamos que seguir con la misma táctica que estábamos llevando hasta entonces, sobre todo para que no se nos echasen encima en el marcador.

¿Qué me dice del gran ambiente que ha habido en la grada del Labrit durante San Fermín?

Para mí, San Fermín es la feria que más nos gusta a todos los pelotaris, la más importante de todas. Y de esto tiene mucha culpa el ambiente que se crea. El ambiente que vivimos en San Fermín no existe en ningún otro sitio. La gente va con muchas ganas de ver pelota, con muchas ganas de animar y esto es al final lo que da y quita a la pelota. Por este motivo a todos nos gusta jugar en San Fermín.

Por poner alguna pega, habría que hablar del gracioso que vacío un extintor y de los pitos que recibió Irujo el día que se lesionó.

De lo del extintor no puedo hablar mucho porque no lo viví. He oído lo que pasó y está claro que fue una acción desafortunada. Y lo de Juan (Martínez de Irujo)... En mi opinión, la gente es libre de expresar lo que opina, pero creo que en ese momento Juan no se lo merecía. Pienso que hubo un malentendido por parte de todos en el frontón. Juan es un profesional como la copa de un pino y, si él cree que no está para jugar, hay que creérselo. Estuve en el vestuario con él y es cierto que tenía el tobillo mal. Cuando te pasa algo así, es un fastidio. Le tocó a él, hubo un malentendido y creo que va a quedar como una anécdota. Estoy seguro de que la próxima vez que Juan juegue en el Labrit volverá a llenarse el frontón porque con él siempre pasa. Y eso es lo significativo.

En su caso, después de estar tanto tiempo parado por culpa de una lesión en las manos, necesitaba algo así: jugar como lo ha hecho y además ganar el título.

Sí, no lo voy a negar. Me hacía falta un revulsivo así porque llevaba muchos meses parado. No poder enlazar varios partidos seguidos es duro y al final la cabeza se resiente y te entran las dudas. Por eso, el coger la ilusión de jugar la Feria, de que te vayan saliendo las cosas bien, de coger el tono y de responder bien en los partidos ha sido bueno para mí. Aunque tengo los pies en el suelo, ahora voy con mucha ilusión y estoy deseando que llegue el próximo partido y la siguiente feria.

¿Puede ser este el gran verano de Aitor Zubieta?

(Risas) Eso nunca se puede saber. He empezado el verano con muy buen pie, ganando la feria que más quería, pero hay que seguir trabajando. Este resultado me ayuda para coger más moral y dedicarme a hacer un buen verano y ganar el mayor número posible de torneos. Si al final del verano vuelven a hacerme esta pregunta, será muy buena señal (risas).