No hay quien pare a este equipo

Donostia. Se agotan los adjetivos, los halagos y los elogios para el Lagun Aro GBC. El equipo de Sito Alonso dio un paso más en su histórica temporada ganando ayer al Unicaja en el Carpena (81-89), una de las canchas más difíciles de la ACB, y ascendiendo al cuarto puesto de la liga. Sí, el Lagun Aro es cuarto, y es un puesto merecido porque nadie le ha regalado nada. Está por encima del propio Unicaja, del Gescrap Bizkaia, del Valencia, del Banca Cívica... simplemente porque está siendo mejor que ellos. Punto. Ni suerte ni nada. El conjunto guipuzcoano va de exhibición en exhibición y ayer sumó su victoria número once en los últimos trece partidos. Una racha increíble. Tras el Barcelona, el Real Madrid y el Caja Laboral, el Lagun Aro ya es el cuarto grande de la ACB. Y a ver quién le para, porque estos jugadores no tienen ninguna intención de frenar.

La ambición, el entusiasmo, el espíritu y el optimismo que transmiten los hombres de Sito es admirable. "¿Te ves cuarto al final de la jornada?". "Sí". La respuesta del técnico en vísperas de la visita al Carpena fue rotunda. Ningún atisbo de duda. Este equipo cree ciegamente en lo que hace y lo demuestra en cada partido. No se siente inferior a nadie y, practicando un juego intenso y alegre, va a por la victoria buscando siempre con afán la canasta contraria. El domingo metió 103 puntos al Estudiantes, ayer 89 a domicilio al Unicaja. Cifras espectaculares para un equipo que da gusto ver cada jornada. No solo por lo que lucha, sino por la calidad y el talento que tiene.

El equipo de Chus Mateo, que tras la derrota de ayer puede tener las horas contadas en el conjunto malagueño, sufrió el vendaval del Lagun Aro en un tercer cuarto sensacional. Al descanso, el Unicaja ganaba por cuatro puntos (38-34) después de 20 minutos en los que Vidal, con 11 puntos, había mantenido a un Lagun Aro que estaba sufriendo en su punto débil, el rebote. Y es que el conjunto local cogió once rechaces más que el GBC antes del descanso.

Después el panorama cambió por completo. Apareció la verdadera versión del equipo de Sito Alonso. Panko, discreto hasta entonces, anotó nueve puntos seguidos y puso a su equipo por delante (40-43). Fue el inicio del vendaval guipuzcoano. Fue su compatriota Baron, quién si no, el que le tomó el relevo anotador y, con dos triples consecutivos, dio las primeras rentas importantes al Lagun Aro (46-54). El de Rhode Island está teniendo un año irregular, pero cuando aparece las prestaciones del equipo se multiplican. No contento con sus dos triples, forzó una falta a Berni Rodríguez que le otorgó tres tiros libres que, por supuesto, anotó, confirmando un parcial de 13-28 en el tercer cuarto y dejando el marcador muy de cara para los visitantes (51-62). De los 28 puntos del equipo, Panko y Baron sumaron 21. Los dos americanos marcan diferencias con su talento.

triple clave de salgado El Lagun Aro sufrió a continuación. El Unicaja, de la mano de Abrines, un jugador de 18 años que apunta a estrella, apretó de lo lindo y se puso a cinco puntos (60-65). Salgado y Vidal, que había sostenido al equipo en un gran primer cuarto, trataron de poner orden, pero Valters ajustó más que nunca el marcador (67-70). El propio Valters falló un triple que hubiera empatado el partido y fue Papamakarios, en su papel de secundario de lujo, el que abrió otra vez brecha desde la línea de tres (67-73). El Unicaja siguió apurando sus opciones y Lima volvió a poner la incertidumbre (71-75). La afición malagueña, consciente de que era el momento de su equipo, se encendió. La cosa se podía poner fea. Pero surgió Salgado, que en las últimas jornadas está siendo uno de los mejores bases de la liga. Su triple acabando la posesión y que supuso el 71-78 a poco más de dos minutos del final dejó el partido casi finiquitado. Un triple de oro, obra de un especialista en situaciones límite.

De ahí al final fue un quiero y no puedo para el Unicaja, ya que el Lagun Aro no falló desde la línea de personal. Baron, Doblas y Panko tuvieron la sangre fría suficiente como para que la victoria no corriera peligro. Después de verse en puestos de descenso a principios de diciembre, este equipo ha sido capaz de ganar once de sus trece partidos siguientes y colocarse cuarto. La igualdad es máxima y solo saca una victoria al noveno clasificado, por lo que no conviene lanzar las campanas al vuelo, pero el Lagun Aro, con un balance de 13-10, va directo al play-off. El equipo de Sito ya no es ninguna sorpresa. Es una realidad, porque, además de tener una actitud ganadora, ambiciosa y guerrera como ningún otro conjunto, tiene a jugadores como Panko, máximo anotador de la ACB; Baron, el mejor triplista; Vidal, el jugador español más valorado... Con estos mimbres, cualquier cosa es posible, hasta mantener la cuarta posición actual.