la derrota encajada el domingo ante el Lucentum Alicante en Illumbe dejó al Lagun Aro GBC en una delicada situación clasificatoria, en el 16º puesto y con el mismo balance (2-7) que los dos equipos en zona de descenso, el Blancos de Rueda Valladolid y el Obradoiro. El choque ante el cuadro alicantino era el momento indicado para lograr el tercer triunfo del curso y empezar a sacar la cabeza en la tabla, pero el tropiezo ha producido el efecto contrario: el Lagun Aro no solo se ha quedado incrustado en el pozo de la clasificación, sino que corre el riesgo de quedarse ahí muchas semanas teniendo en cuenta el difícil calendario que se le avecina.
Diciembre se presenta como un mes muy duro para el equipo entrenado por Sito Alonso, que deberá jugar tres encuentros a domicilio contra el Caja Laboral (este domingo), el FIATC Joventut (día 11) y el Gran Canaria (día 29). Entre medias, recibirá en su cancha al Fuenlabrada de Porfi Fisac (día 17).
derrotas ante rivales directos
Cupo de errores superado
Lo cierto es que la exigencia durante el tercer mes de competición será máxima para el Lagun Aro, que ya ha cubierto, y superado, el cupo de errores. Su balance en Illumbe (1-4) es peligroso porque debe ser en el pabellón donostiarra donde el GBC edifique su permanencia. Dos de esas derrotas se produjeron ante rivales superiores (Unicaja y Valencia), pero los otros dos tuvieron lugar ante equipos de su liga como son el Obradoiro y el Alicante, por mucho que este último vaya sexto y aspire a entrar en la Copa.
La importancia de los partidos en casa ante rivales directos es mayúscula en la ACB y el Lagun Aro ya ha pinchado dos veces en un cuarto de liga, demasiado. Además, dos de sus derrotas a domicilio se han producido contra el Blancos de Rueda Valladolid y el Asefa Estudiantes, dos equipos que tampoco parecen estar muy sobrados. En total, cuatro reveses contra equipos que se pueden considerar de su liga frente a solo dos victorias, las cosechadas contra el Manresa y el CAI Zaragoza.
Uno de los problemas que ha acusado el Lagun Aro en estos cuatro encuentros saldados en otras tantas dolorosas derrotas ha sido su incapacidad para cerrar el rebote defensivo, que ha otorgado demasiadas posesiones extra a sus rivales. El Obradoiro capturó once rebotes ofensivos, el Valladolid catorce (con prórroga), el Estudiantes ocho y el Alicante, 17. Esta debilidad interior, la mala actuación ofensiva de Baron en los cuatro choques y la mala gestión de los últimos minutos pueden considerarse los principales motivos de cuatro derrotas que pesan, y pesarán, mucho.
Así las cosas, el equipo de Sito Alonso está obligado a sumar victorias cuanto antes. Teniendo en cuenta que ganar en el Iradier Arena, por mucho que el Baskonia esté mal, resultará casi imposible, la visita al Joventut de Maldonado y Samaniego se presenta prácticamente como una final en pleno diciembre. Además, el Lagun Aro estará obligado a ganar al Fuenlabrada y cerrará el año en una cancha muy difícil, el CID canario.