Todo es posible en el Cuatro y Medio, sobre todo en una edición en la que, hasta la fecha, los favoritos han cumplido con el guión establecido. Siempre hay sorpresas y, como todavía no las habido, se las espera. Y en los cuartos de final que se disputan entre el viernes y el domingo podrían producirse.
No serán escandalosas, ya que a la fase decisiva de la competición han accedido los aspirantes previstos y entran en liza los que hace un año disputaron las semifinales del acotado.
Sin embargo, la estadística más reciente revela que, desde que la Liga de Empresas (LEP.M) se encarga de la organización del campeonato (desde 2002), casi en la mitad de las ocasiones los cabezas de serie han perdido tal condición.
La edición más sangrante a este respecto fue la de 2003. Los cuatro semifinalistas del año anterior no pudieron superar sus eliminatorias de cuartos de final. Abel Barriola cayó ante Miguel Capellán (20-22); Unanue, contra Titín (10-22); y Esain, revelación de la jaula un curso antes, perdió frente al especialista Jorge Nagore (6-22). El otro cabeza de serie era Aimar Olaizola, que ni siquiera tuvo opción de defender su corona por culpa de una lesión. Rubén Beloki, su rival entonces, salió beneficiado por el contratiempo del goizuetarra.
Por contra, hubo dos años consecutivos en los que nadie pudo acceder a las semifinales peleando desde la parte baja del cuadro. Y en ambas ocasiones, con los mismos cuatro protagonistas. Irujo, Titín, Barriola y Aimar encadenaron dos ediciones consecutivas de éxitos y ante rivales diversos. Bengoetxea VI, Xala, Gonzalez, Imanol Agirre, Asier Olaizola, Berasaluze VIII, Retegi Bi y Juantxo Koka fueron incapaces de derrocar a cuatro pelotaris que se adueñaron de las semifinales del Cuatro y Medio durante las ediciones de 2007 y 2008.
Pero para que la estadística arroje como resultado que un 41,66% de las 36 últimas eliminatorias de cuartos de final del acotado (las disputadas entre 2002 y 2010) haya servido para que nuevos inquilinos (con respecto al año anterior) visitaran la liguilla de semifinales de la jaula, han hecho falta otros sobresaltos en los cuartos de final. Como los tres que hubo en 2002 (Esain, Unanue y Aimar birlaron la condición de cabezas de serie a Eugi, Lasa III y Beloki, respectivamente) y 2004 (Barriola, Xala y Aimar pudieron con Titín, Beloki y Capellán).
En la edición de 2006, la primera en la que Irujo salió campeón, también hubo un 50% de sorpresas (el propio Irujo tumbó a Xala viniendo desde la parte más baja del cuadro y Barriola hizo lo propio con Patxi Ruiz), mientras que el resto de sobresaltos se produjeron en 2009 (resultó mayúscula la derrota que le endosó Julen Retegi a Aimar Olaizola en los cuartos de final) y hace un año, cuando Barriola privó al delantero de Eratsun de la condición de cabeza de serie que se había ganado en la edición anterior.
En definitiva, que en 15 de las últimas 36 eliminatorias de cuartos de final del Cuatro y Medio, los cabezas de serie se han visto sorprendidos y desprendidos de su privilegio. El mejor en el arte de apear a los favoritos es Abel Barriola, que hasta en tres ocasiones ha ascendido desde la parte más baja de la escalera del campeonato hasta, al menos, las semifinales. No podrá sumar en esta ocasión una nueva escalada, principalmente porque parte como cabeza de serie. Sin embargo, el que sí podrá igualar con el leitzarra es Aimar Olaizola.
El goizuetarra se perdió el Cuatro y Medio de hace un año por culpa de una lesión y se ha convertido en la amenaza de Gonzalez, al que se enfrenta el próximo sábado. Aimar ha descabalgado a un cabeza de serie hasta en dos ocasiones y la estadística dice, además, que nunca ha perdido con el askaindarra en competición individual.
En el otro lado de la balanza se sitúa Titín. El riojano es el pelotari que en los últimos nueve años más veces ha sabido defender su condición de cabeza de serie. Seis veces. Con 42 años quiere repetir hazaña. Son las dos caras de la moneda. La de los que vienen de abajo y la de los de que están arriba. Casi al 50%.