Donostia. Getaria llevaba acariciando la bandera toda la temporada en la Liga ARC-2, pero el mástil siempre acababa escapándose de sus manos. A veces, por un suspiro o apenas dos detalles, como en Sestao y Avilés, cuando acabaron a menos de tres segundos del éxito. En Elantxobe fueron cuatro los segundos. En Pasaia (Hibaika), cinco. En Donibane Ziburu, seis. En Luanco, nueve. En Donostia, diez. Y en Getxo, su peor resultado, veinte. Había mil motivos para confiar en que el primer triunfo estaba al caer, pero también otros mil para dudar y desesperar a bordo de la Esperantza.
Pero llegó la doble cita del fin de semana en Pasaia (San Pedro y Trin-txerpe), y la bahía pasaitarra se tiñó de marrón "cuando más lo necesitábamos", aprecia Leandro Andreano, al que se le agotaban los argumentos para mantener a flote la moral de su tropa, acostumbrada a ver la popa de Ondarroa o la de Busturialdea-Elantxobe. O ambas a la vez.
"De ánimos, siempre hemos andado bien. Tenemos remeros jóvenes y algunos nuevos que ya solo con remar tienen ilusión. Así que si encima ganan banderas, imagínate...", destaca el entrenador getariarra. Sin embargo, reconoce que "últimamente sí me había tocado ejercer un poco de psicólogo, porque el objetivo inicial era el ascenso a la ARC-1 y, por poco, se nos iban yendo los puntos. Yo insistía a los chavales que Ondarroa y Elantxobe no son mejores, que si nos ganaban era porque en una buena regata hacíamos algo mal que nos pesaba. Y así pasamos el ecuador de la liga, los chavales veían que el ascenso se nos ponía difícil, y no es fácil mantener la intensidad. A ver cómo les convences de que los demás no son mejores si nos van ganando".
Por ello, "estas dos banderas nos saben tan bien". Les han reenganchado a la pugna por la única plaza de ascenso directo, de la que nunca se habían despedido aunque tensaron la cuerda. Una semana antes acabaron en Getxo a siete puntos de Busturialdea y a ocho de Ondarroa. Ahora están a solo cuatro de ambas: "Nos hemos vuelto a poner a tiro y hay que seguir", se anima Leandro Andreano, que ha visto cómo su tripulación ha realizado "las dos regatas más completas de la temporada, y la moral se nos ha disparado", al tiempo que se ha afianzado su confianza.
Hasta la fecha, Getaria se había caracterizado por sus altibajos en plena regata. Por lo general, completaban un largo o dos muy fuerte, pero luego sufrían hasta meta. "Alguna vez llegamos a mitad de regata descolgados, y ya era tarde para espabilar". Esa irregularidad, Leandro la achaca a la "falta de experiencia. No éramos capaces de llevar la regata controlada. En Avilés, por ejemplo, llegamos a la primera ciaboga siete segundos por delante, y sabes que no es normal, que vas fuera de punto. Pero tras cinco minutos de regata no puedes decir que paren. Son estos detalles los que nos han pesado".
Con seis regatas por delante, el hándicap para restar puntos es que hasta la fecha solo Colindres, con dos segundos puestos en sendas regatas, ha sido capaz de colarse entre Getaria, Busturialdea y Ondarroa. Así, la remontada deberá ser regata a regata, punto a punto, con el fin de evitar el play-off, en el que participarán la penúltima trainera de la ARC-1 y la segunda y la tercera de la ARC-2, con un solo billete de ascenso en juego.
La campaña de Getaria, tanto sus chicos como sus chicas, encandila a sus vecinos, que en 2009 no tuvieron ni trainera a la que animar. "Nos quedamos sin seniors y no sacamos trainera", lamenta Andreano, que había empezado a trabajar con los juveniles un año antes. "En 2010, con los juveniles que daban el salto y algún senior que había dejado, recuperamos el bote y ganamos dos banderas" en el estreno del técnico al frente de la trainera. "Este año -continúa-, el equipo ha mejorado, por lo que salimos con el objetivo del ascenso, pero se ve que Ondarroa y Elantxobe también han mejorado y va a haber que pelearlo mucho".
Esa pugna se palpa en la calle: "Se ven banderas, camisetas... El pueblo asume que con 2.600 habitantes no podemos estar siempre arriba. Pero si las cosas van bien, enseguida se anima", agradece Leandro, feliz por lo que vislumbra en la cantera: "En 2012 subirán dos juveniles y en 2013, seis o siete. Es fundamental enganchar a los jóvenes que vienen de abajo". Son la Esperantza de Getaria.