Ernesto Ezpeleta -Bihurri- y Álex Txikon se convertirán en las próximas semanas en embajadores por Europa y Asia del corte de troncos con hacha al estilo euskaldun. El eibartarra y el vizcaino planean un viaje de unos 7.000 kilómetros en un todoterreno que aunará la aventura, la solidaridad y la difusión de esta modalidad deportiva. Los dos aizkolaris piensan partir el 26 de mayo desde Euskal Herria y viajarán por carreteras y caminos hasta Pakistán. Por el camino realizarán tres exhibiciones de corte con aizkora -hacha, en euskera- en la ciudad austriaca de Innsbruck, en Teherán -la capital de Irán-, y en Skardu. En esta localidad de la región paquistaní de Baltistán pondrán fin a su viaje el 14 de junio, y allí entregarán su vehículo a la fundación Felix Baltistán, que recuerda al difunto Felix Iñurrategi y que trata de ayudar a los habitantes de esta comarca. Junto a Txikon y Bihurri viajarán también el veterano montañero Xabier Erro y dos técnicos audiovisuales, que serán los encargados de grabar las peripecias del viaje.
El alma mater de la iniciativa, que se presentará oficialmente el próximo miércoles, ha sido Álex Txikon, más conocido por su trayectoria como alpinista que por su pasión por la aizkora. El montañero vizcaino, por ejemplo, cuenta con ocho ochomiles en su currículum y ha tomado parte en varias expediciones a los montes más altos de Asia. Txikon ya realizó esta travesía en 2007: "Quiero revivir aquel viaje y recuperar ese punto de aventura que estamos perdiendo los himalayistas". En esta ocasión también pretende "dar a conocer la cultura vasca", ya que, aunque ha realizado alguna pequeña exhibición de aizkora en el Himalaya, no había hecho "nada como esto. Llevaba mucho tiempo queriendo hacer algo así". Durante el viaje no se ha marcado "ningún objetivo fijo. Pararemos en los sitios que nos interesen y reflejaremos el día a día. Nos detendremos en sitios bonitos también, de cara al documental que se va a hacer".
El aizkolari vizcaino explica que "al principio" pidió que le acompañase a Xabier García -Utxu-, "pero no pudo venir. Luego se lo propuse a mi entrenador, Julen Mendieta, y él se lo pidió a Bihurri. Se lleva bien con él y ya sabía que se iba a animar a venir".
El eibartarra, por su parte, no se explica todavía cómo se dejó persuadir por Txikon para participar en este viaje: "Me dijo Tienes que venir tú, y además la televisión también quiere que vengas. Yo al principio le dije que no, que no me iba por ahí. Yo pensaba Ir por desierto, con el calor, por todoterreno… No me hacía mucha gracia. ¡Si fuera un sitio más verde, como Escocia! Me eché para atrás, pero luego me insistió y acepté. ¿Que cómo me convenció? No lo sé. ¿Cómo te convences para que te cases? Bueno, era una cosa interesante, sin ánimo de lucro. Eso me llamó bastante la atención, porque ahora parece que todo se hace por dinero. Me pareció una cosa de decir Vamos a ir allí y vamos a abrir camino. Los dos somos aizkolaris, los dos tenemos ganas de hacer este viaje ahora mismo, o sea que vamos a intentarlo hacer para promocionar el deporte y para ayudar a la gente, y como una experiencia y una aventura. Vamos a ver lo que hay".
El aizkolari guipuzcoano es un especialista en partir troncos de gran tamaño, y también ha demostrado su habilidad en cortes con una sola mano. En su currículum destacan los récords mundiales cortando un tronco de cinco metros de perímetro (en tres horas, siete minutos, 48 segundos y 4.797 hachazos) o de 2,52 metros con un solo brazo (22 minutos y 21 segundos.
Txikon y Bihurri todavía no han decidido qué tipo de exhibiciones realizarán, pero el vizcaino apunta que le gustaría "hacer pruebas divertidas, amenas y que haya trabajo para realizar. También quisiera hacer algo con trontza. El material lo encontramos ahí. En Austria recogeremos madera, y en Pakistán hay pinos bastante duros y de buenas dimensiones. Dependerá de qué encontremos. ¡Igual Bihurri puede hacer algún récord!".
Cuando concluya la expedición, y ya sin sus compañeros, Txikon continuará su periplo retomando su faceta de alpinista: "Una vez en Pakistán, el resto de la gente se vuelve y yo emprendo el viaje hacia el Gasherbrum. En invierno estuve allí y quiero volver. Veré el panorama a ver qué se puede escalar este verano". Tal vez cuando el vizcaino regrese en el futuro pueda comprobar si, gracias a su viaje, la afición por la aizkora ha arraigado en las tierras de Asia Central.