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"Ojo, que Mariano es mucho Mariano"

Mariano Haro, Bixente Artola, "Iruntxiberri" y Martín Fiz narran sus vivencias corriendo en una plaza de toros

"Ojo, que Mariano es mucho Mariano"Foto: kutxa fototeka

SOBRE dos atletas africanos, el bahreiní Ali Hassan Mahboob -que nació keniano bajo el nombre de Silas Kirui antes de correr tras los petrodólares- y el ugandés Geoffrey Kusuru, recae la responsabilidad con la que no pudieron en su día atletas más conocidos como el llorado Diego García, el laureado Martín Fiz o el keniano Ezequiel Bitok: batir el récord de 29 minutos y 52 segundos que Mariano Haro fijó en 1977, sobre diez kilómetros en una plaza de toros. Sobre las interminables cien vueltas al albero, una circunferencia de cien metros que, como coinciden los protagonistas, termina resultando mareante.

Aquel 6 de enero de hace 34 años, se organizó en Tolosa un homenaje a Iruntxiberri, que llevaba varios meses enfermo del hígado, y para él fueron las 450.000 pesetas de la recaudación. El aliciente fue romper otra marca, la que el británico Gordon Pirie estableció en 1961 (31:22). Mariano Haro, cuñado del korrikolari de Aia, debía enfrentarse a un trío: el donostiarra José Mari Yugueros, el oiartzuarra Bixente Artola y el francés René Jourdan. Los guipuzcoanos debían cubrir 3.300 metros y el galo, 3.400.

La salida se dio desde dos puntos equidistantes, a 50 metros el uno del otro, al igual que sucederá mañana. En las dos primeras vueltas, Yugueros fue más rápido que Haro, pero el palentino se igualó en la tercera y antes del kilómetro y medio ya le cogió y le adelantó. El León de Becerril fue siempre ampliando la ventaja, salvo en el explosivo primer kilómetro de los relevos de Artola y Jourdan. "Mariano era mucho Mariano", valora Artola. "Ha sido el mejor de España. Fue tres veces subcampeón del mundo, y si no tiene más palmarés es porque carecía de sprint y siempre le solía ganar alguien", agrega.

El reputado masajista de Oiar-tzun recuerda con cariño aquel día: "Yo casi me había retirado como atleta, pero me llamaron para ayudar a Iruntxiberri e hicimos lo que pudimos. El público llenó la plaza y se vivió un gran día. Además, Mariano hizo una gran marca".

"Podría haber sido mejor, porque no fui más que a batir el récord de Pirie y no a hacer una marca concreta pero, mira, han pasado 34 años y ahí está", apunta Haro. El palentino, no obstante, cree que "los africanos se han tomado en serio la prueba, viajaron con antelación a Azpeitia y en Punta Umbría se vio que son buenos y están en forma".

Gran exigencia física

La delicada pierna izquierda

"Yo no tengo tan claro que lo batan", opina Artola, que el martes presenció el entrenamiento de los africanos en el coso azpeitiarra. "Les vi hacer alguna serie de diez vueltas, que es un kilómetro, y Mahboob hizo 2:43 y el ugandés, 2:48. Alguno comentó que iban a batir el récord de calle, y yo contesté que ¡ojo! No es lo mismo un kilómetro que diez. Además, al correr en circunferencia, la pierna izquierda, que es la que va por dentro, se va cargando, sobre todo el gemelo. Y hay que llegar a meta".

Probablemente, quien más carreras haya disputado en una plaza de toros es el propio Iruntxiberri, León Albeniz. "Hice muchas apuestas, en Tolosa o Azpeitia, y nunca tuve problemas. Me adaptaba muy bien, al ser pequeño y vivo", señala el de Aia. "Y eso -reivindica- que el terreno de ahora no tiene nada que ver con los de antes. A veces, había más agujeros en la arena que los que hay en la playa. Si hubiera cogido entonces la plaza de Azpeitia de ahora...".

Pero, en los arenales de antaño y en los de ahora, "en media hora se sufre mucho -remarca Haro-. A mí, en el kilómetro siete, me dio un golpe el estómago y pensé que no acabaría la prueba. Fíjate si tras tanta parafernalia me retiro. Por suerte, el retorcijón duró cinco o seis vueltas y pude seguir". "Les va a costar -insiste Artola-. Ya lo atacaron otros, pero el récord sigue".

El último asalto al récord

A Fiz lo traicionó la lluvia

Durante unos años, entre finales de los 80 e inicios de los 90, varios atletas intentaron romper el récord de Haro, como el propio Diego García, Ezequiel Bitok -que el 7 de abril de 1991 se quedó a un segundo de Haro- o Martín Fiz -que el 3 de abril de 1993 hizo 30:16-. "Nos tocó un día muy adverso", narra el alavés, para quien José Manuel García ejerció de liebre. "Yo estaba en gran forma, pero llovió mucho. Los organizadores echaron más arena para intentar secar el coso, pero lograron que el barrizal fuera mayor. En condiciones normales, habría estado cerca del récord. De vez en cuando veo aquellas imágenes, y son patéticas".

El gasteiztarra subraya que al margen del esfuerzo físico "es casi mayor el desgaste psicológico. En media hora, cabalgas solo y pasas cien veces por el mismo punto. Recuerdo que el speaker, (José Mari) Sarriegi, a cada vuelta, cada 17-18 segundos, me daba la referencia. Y si vas por encima del récord, es una tortura que te va minando gota a gota".

"No es tan fácil batirlo", advierte también Fiz. "Si alguien lo puede hacer, desde luego tiene que ser un atleta africano, que son gente muy sufrida. Correr en una plaza de toros exige mucho esfuerzo, mucha concentración para mantener el ritmo, y muscularmente también se acusa", pormenoriza el excampeón mundial y europeo de maratón.

pronóstico igualado

El récord está en el alero

Esos dos africanos que reclama Fiz podrían ser Mahboob y Kusuru. "Son dos atletas de nivel, que en el Mundial de cross demostraron que están bien de forma y se ajustan a nuestras posibilidades económicas", explica Agustín Jiménez, portavoz de la organización. "Al principio, pensamos que iba a ser más fácil, pero no es sencillo adaptarse a la pista. Han estado corriendo a 17 segundos la vuelta, y a ese ritmo sí batirían el récord", dice Jiménez.

Artola resalta que "aunque el martes Mahboob fue más rápido, me parece demasiado alto y fuerte. Como físico, me gustó más el de Kusuro, más pequeñito, ideal para correr en redondo". "Es fundamental ir bien pegado a la cuerda, porque con que vayas un centímetro más abierto, al cabo de cien vueltas son muchos metros", precisa el alavés.

Precisamente, Kusuro fue mejor en la sesión del jueves, la segunda que hacían en el recinto taurino. El ugandés corrió durante veinte vueltas, a un ritmo de 17.50, lo que de mantenerlo en los cien giros le permitiría bajar de 29:52. Sin embargo, su mejor marca en 10 kilómetros es de 28:18, que trasladada del asfalto a la arena rondaría el registro de Haro. "No es lo mismo el asfalto que la arena", y menos en el albero de una plaza, "que te obliga siempre a ir inclinado. No tiene nada que ver la postura con la que mantienes en un 5.000 o un 10.000 en pista", recalca el de Becerril del Campo.

Mahboob, en cambio, no pudo ejercitarse a fondo en el coso. Se sintió algo mareado y, además, trotó con zapatillas lisas, pues las de clavos se le perdieron en el avión. El bahreiní de origen keniano tiene una marca en 10.000 metros de 27:24.46, "24 segundos mejor que la que tenía yo", aclara Haro. "Por lo tanto, si está en forma es muy posible que bata el récord. Pero todo dependerá de cómo se adapte. Mis dudas son porque le veo demasiado mastodonte. Pero también Pirie era muy alto y no fue mal en la plaza. Cuando el inglés hizo el récord, tenía la quinta marca del mundo pero se enfrentó a Txikito de Arruiz y Aldaz, dos atletas populares de calidad y muy sufridos que se adaptaban muy bien a la plaza. Txikito le daba al hacha y la sega, pero no me imagino a Pirie cortando hierba o un tronco", bromea Haro.

El palentino borró las dos marcas que salieron aquel 29 de octubre de 1961 de la plaza de toros de Donostia: el 15:09 de Txikito de Arruiz en sus 5 kilómetros, y el de Pirie en los diez: 31:22, peor que el 31:07 que sumaron los parciales de Txikito y Aldaz.

De ponerle un pero al desafío, es que los protagonistas son dos africanos de calidad, pero sin tirón popular ni gancho mediático. Un Chema Martínez, por ejemplo, reventaría la barraca. "A mí también me gustaría más que fuera un español. ¿Sabes quién lo podría hacer? Juan Carlos de la Ossa. Estuve con él en Punta Umbría, y reúne todas las cualidades: es bajito, fino y muy sufrido. En los 10 kilómetros de Laredo hizo 28 minutos pelados y con preparación y una liebre como Javier Guerra, también gente dura, podría batir mi récord", apostilla Haro, que parece lanzar el cartel del próximo desafío.