Baron busca dos récords

Mucho se está hablando durante la temporada de la capacidad de Jimmy Baron Jr. para anotar canastas desde más allá de 6,75, como demuestra el hecho de que lleve anotados ya 76 triples, más que ningún otro jugador en la ACB, con un porcentaje del 44%. Pero su privilegiada muñeca es aún más infalible desde la línea de personal, a 4,6 metros de la canasta.

Desde ahí, sin rivales que le incomoden y con todo el tiempo del mundo para armar su brazo, Baron está mostrando un acierto impresionante, ya que ha metido 55 de los 56 tiros libres que ha lanzado. Su único fallo llegó en la novena jornada ante el Valencia. Ese 55/56 supone un 98,21%, a punto de superar el mejor porcentaje en la historia de la ACB, que es el 98,29% (57/58) que acreditó Ahearn Blake la pasada temporada en el Estudiantes. El escolta, un jugador del perfil de Baron, jugó 16 partidos en las filas estudiantiles hasta que en diciembre decidió regresar a Estados Unidos "por motivos personales". Tuvo tiempo para batir la marca que había instaurado el exjugador del GBC Nacho Ordín en la campaña 2001-02, cuando jugaba en el Granada (98,15% en tiros libres gracias a su 51/52). Ahora, Baron está en condiciones de batir la marca de Ahearn en las nueve jornadas que quedan.

Ése es el récord más inmediato, que podría igualar o mejorar este mismo domingo ante el Joventut y luego mantenerlo hasta final de temporada, pero el de Rhode Island tiene en su mano otra marca histórica, ésta en poder de uno de los grandes, Arvydas Macijauskas, que estuvo dos años en el Caja Laboral y que en la temporada 2003-04 metió la friolera de 63 tiros libres consecutivos. Baron lleva en estos momentos 46, ya que no falla desde la novena jornada. Curiosamente, Ahearn se marchó de la ACB con 53 aciertos consecutivos en su haber. Macijauskas acabó aquella campaña con un 91%, un porcentaje espectacular teniendo en cuenta que acudió 203 veces a la línea de personal, acertando en 185 ocasiones.

La marca de Macijauskas no sorprende, porque ha sido uno de los grandes tiradores europeos de los últimos años. El exestudiantil Blake Ahearn es más desconocido por estos lares, pero en Estados Unidos tenía fama de tirador infalible. No en vano, en sus cuatro años en la universidad hizo un increíble 435/460 desde la línea de personal (94,6%) y es considerado el mejor lanzador de tiros libres de la NCAA.

Jimmy Baron Jr. no estaba al corriente de la posibilidad de batir ambos récords, sobre todo el del porcentaje. "No lo sabía. Ahora que me lo habéis dicho, seguro que fallo el próximo tiro, así funcionan estas cosas", bromeaba ayer por la tarde el escolta, que nunca había tenido un año tan bueno en este apartado del juego: "Este año estoy más tranquilo cuando lanzo tiros libres. Igual es porque en Estados Unidos la gente situada detrás de la canasta molestaba más, hacía la ola y esas cosas". Cuando va a la línea de personal, algo que últimamente ocurre más a menudo porque está forzando más faltas, trata de concentrarse: "Es una cuestión de cabeza, tienes que creer que la vas a meter. Si hay mucho ruido, trato de calmarme. Pienso en mi madre dos o tres segundos, me tranquilizo y tiro".