La crisis que no cesa
varios jugadores clave siguen sin funcionar y el GBC solo ha ganado dos de los últimos trece partidos
lA intensa semana pasada, con tres partidos en ocho días, se cerró el domingo en Valladolid como se preveía, es decir, con una derrota más. Y es que este Lagun Aro GBC se ha acostumbrado a perder y desde hace dos meses y medio acaba casi todos los partidos con la cabeza gacha. El pasado 29 de diciembre, el equipo de Laso visitaba al Unicaja en su mejor momento, situado en la cuarta plaza y con un balance de victorias-derrotas de 7-5. Pero desde aquel día únicamente ha ganado dos de los trece siguientes partidos, lo que significa que el balance en este tiempo ha sido un paupérrimo 2-11 que le ha dejado en la 14ª posición con 9 victorias y 16 derrotas en su casillero.
En los citados dos meses y medio ha habido derrotas de todo tipo. El de Málaga fue el primero de siete tropiezos consecutivos. El año se abrió con dos derrotas en casa, contra Alicante y Caja Laboral. Luego, contra el CAI y el Fuenlabrada, la defensa no existió y la imagen del equipo fue malísima pese a que entre medias el Lagun Aro estuvo a punto de superar al Barcelona. Los árbitros se lo impidieron. La séptima derrota llegó en Sevilla, contra el Cajasol, y el 6 de febrero por fin los de Laso reaccionaron y ganaron al Menorca en el San Sebastián Arena, donde quince días después superaron al Manresa. Ese día el equipo mostró a partir del descanso una actitud mejorada a la que dio continuidad en el derbi ante el Bilbao Basket y luego frente al Real Madrid. Ambos encuentros, pese a que el Lagun Aro exhibió su mejor versión, acabaron en derrota. Los árbitros, la mala suerte y ante todo los errores propios impidieron traducir la mejoría en victorias.
Pero el domingo en Valladolid el equipo volvió a tocar fondo. Con una actitud pésima, sin garra, se vio arrollado por un rival que mostró bastante más ambición sobre la cancha. El Lagun Aro nunca creyó en la victoria y deambuló sobre la pista para encajar su 11ª derrota en los últimos trece encuentros. La cifra crearía la alarma en cualquier otro club, pero en el GBC la tranquilidad es total y la última derrota en el Pisuerga -ante un equipo teóricamente de su mismo potencial o inferior- se encajó con una naturalidad asombrosa. Una cosa es que la distancia sobre el Menorca y el Granada dé una tranquilidad en la lucha por la permanencia y otra que el Valladolid te saque de la pista de esa manera y que el equipo siga encallado en la 14ª plaza con la aspiración, quizás, de subir un puesto o a lo sumo dos en la recta final de la temporada. Al menos el equipo tuvo la suerte de que la afición no pudo seguir el encuentro por televisión y que apenas tres periodistas y el presidente y cuatro consejeros del club vieron un partido para olvidar.
jugadores que no reaccionan
Doblas y Salgado no salen del bache; Panko, irregular
Más allá de que la actitud en ocasiones deja bastante que desear y que en varios partidos la defensa prácticamente no ha existido, preocupa el bajón de juego en el que están inmersos sobre todo Javi Salgado y David Doblas, lo cual está acusando enormemente un equipo que depende tanto de sus titulares como es el Lagun Aro GBC.
El base está a años luz del nivel que ofreció en el arranque de temporada y en los dos últimos meses y medio se ve casi siempre superado por los bases rivales y en ocasiones parece desquiciado. En Bilbao la tomó con los árbitros y en Valladolid tocó fondo, con un -4 de valoración en trece minutos. Algo parecido puede decirse de Doblas, que ilusionó en los tres primeros meses de temporada y que luego se ha venido abajo de forma alarmante y en todo 2011 solo ha pasado en tres partidos de los diez puntos de valoración.
Igual de preocupante es la irregularidad de Andy Panko, capaz de hacer un partidazo y desaparecer del mapa en el siguiente encuentro, cuando el equipo necesita de su presencia constante, por no hablar de un banquillo que aporta puntos con cuentagotas.
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