Donostia. Leire Olaberria cumplió su objetivo en el Campeonato de Europa de Pruszkow (Polonia). Se colgó la medalla de oro en la nueva prueba olímpica de omnium, una modalidad que, según reconoció ayer, es "mucho más exigente de lo que pensaba", ya que ahora "es muy difícil no fallar en ninguna de las pruebas de las que consta". En cualquier caso, la de Ikaztegieta solventó todos los contratiempos con los que se topó durante el sábado y el domingo, y al final se hizo con el título.
Olaberria se refirió a la fuerza mental con la que se debe afrontar la disciplina del omnium: "Estoy muerta, pero feliz. La principal lectura que saco es que es una prueba muy exigente, sobre todo a nivel mental. Hay momentos previos a alguna de las pruebas que no se los deseo a nadie. Por ejemplo, antes de la eliminación o de la prueba final de los 500 metros, en la que te jugabas todo".
A la hora de analizar las distintas pruebas que componen el omnium, la guipuzcoana señaló que comenzó bien en la cronometrada, pero que en la puntuación "se torció un poco, ya que fue una prueba muy dura, aunque al final cogí el liderato", mientras que se defendió "bastante bien" en la eliminación, la modalidad que más temía pero en la que se reservó cuando se dio cuenta de que era "la más fuerte", lo que le costó "un despiste" y la eliminación.
En la persecución, la ikaztegietarra no tuvo problemas y respondió con nota "pese a la paliza del día anterior. Y la prueba es que bajé el récord de España por dos segundos, y eso que era en medio del omnium. Sabía el tiempo que necesitaba marcar y lo hice".
Mientras que en el scratch, confiesa que "no hubo acuerdo" para ir a la captura de la bielorrusa Tatiana Sharaskova. "De todas formas, fue muy duro el ritmo y no pude sprintar como hubiera querido", admite Olaberria, que sabía que en la disciplina final debía quedar "por encima de Sharaskova", lo que consiguió para sumar el título continental.
"Es muy difícil no fallar" Leire Olaberria insistió en que "me he dado cuenta de que en el omnium es muy difícil no fallar en ninguna prueba. En las cronometradas el estado de forma es una garantía para hacer una buena marca, pero en las otras tres pruebas te puedes llevar un disgusto en cualquier momento. Lo que cuenta es la experiencia, y sobre todo ser capaz de sobreponerte a un mal resultado".
Ahora la pistard guipuzcoana se centrará en las citas de la Copa del Mundo: "Toda esta experiencia será buena para el futuro y porque no debemos olvidar que hay que clasificarse para Londres. He cogido una buena dosis de moral, soy consciente de que tengo que mejorar aún más, que tengo dos años por delante para hacerlo, pero antes de los Juegos Olímpicos está el Mundial, que es el gran objetivo de la temporada".