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"Si sancionasen a Contador, no me sentiría tercero del Tour", dice 'Samu'

El asturiano cree la versión del madrileño y ciritca la demora de la resolución del casoSamuel Sánchez participará mañana, junto a los Schleck, en la Challenge de Cancún, cuyos beneficios serán para la Cruz Roja

"Si sancionasen a Contador, no me sentiría tercero del Tour", dice 'Samu'Foto: n.g.

Cancún (México). Como Samuel Sánchez es como es, metódico, cerebral, metrónomo, analista y perfeccionista, que no se permite tropezar dos veces con la misma piedra, aún estando físicamente en Cancún -donde mañana se celebra la Cancun Cycling Challenge, una multitudinaria marcha cicloturista de 110 kilómetros que reunirá a figuras como Vinokourov, los hermanos Schleck, Kreuziger, Kolobnev o Peter Sagan y cuyos beneficios irán destinados a la Cruz Roja-, en octubre, el descanso definitivo bajo el sol, entre la arena fina y las ruinas mayas que le susurran la historia pretérita de una región generosa en sensaciones, su mente sigue en Francia, en julio, en el Tour. Sigue orbitando su cabecita aplicada alrededor del gozo, innegable, de haber alcanzado el viejo anhelo de encararse con los grandes por el podio de la carrera francesa, lo que le convierte, aunque ya lo fuese, en grande a su vez. Pero, sobre todo, permanece aún diseccionando con precisión de forense la trayectoria que le llevó no a ser cuarto en París, sino a perder el podio ante Menchov en la crono final de Burdeos. "Me gusta echar para atrás y analizar dónde perdí tiempo que no debería haber perdido. Piensas cosas que pasan que son enmendables y que el año que viene, si voy al Tour, me gustaría que no pasaran para poder estar luchando de tú a tú con los de arriba, en el podio". Podría ocurrir, sin embargo, que lo pisara antes incluso de que arranque la próxima edición.

Como Menchov en 2008 cuando el positivo de Kohl le alzó al cajón, o Sastre en 2006 tras el escándalo Landis, Samuel podría elevarse hasta el tercer puesto en el Tour de 2010, un hito histórico para Euskaltel-Euskadi, si el caso Contador, el del solomillo y la cantidad ínfima de clembuterol, producto prohibido, hallada en su orina, desemboca en un final fatal para el chico de Pinto y la Federación Española, la única con potestad para sancionarle, le castiga con una suspensión temporal y le retira de la vitrina su tercer Tour de Francia. Andy Schleck sería entonces el vencedor. Y Samuel, tercero, aunque sin foto en los Campos Elíseos. Un éxito indeseado. Al menos para el líder del equipo vasco, que lo rechaza. No lo quiere. No, al menos, de esta manera.

"Alberto ha demostrado ser el mejor en la carretera y yo creo en él, creo en su versión de lo sucedido. En caso de que le quitasen el Tour, en los libros yo aparecería tercero, pero no me consideraría como tal", dice el ovetense, quien recuerda que también se especuló durante un tiempo con que podría ser el ganador de la Vuelta de 2009 cuando Valverde luchaba frente a la UCI ante el TAS y se hablaba de que al murciano podrían borrarle todos sus resultados desde 2007. No ocurrió. "Mejor", concede Samuel, "porque como Contador en este Tour, Alejandro también demostró ser el mejor en aquella Vuelta. Pase lo que pase con Alberto, nunca me consideraré tercero del Tour. He sido cuarto. Siempre lo seré. Para ser tercero tendría que haber resistido a Menchov en aquella crono y haber estado al día siguiente en la foto de París junto a Alberto y Andy". O luchar en la edición de 2011: "No hemos pensado en el calendario, pero moralmente estoy obligado a correr el Tour, no puedo borrarme ahora", el primer podio de Euskaltel en la ronda gala. Ocurra lo que ocurra con Contador. "Nunca me consideraré tercero".

No niega Samuel el brutal batacazo que ha supuesto para el ciclismo el escándalo en torno al mejor ciclista del mundo, pero le enerva aún más la demora en la resolución, por la incertidumbre, que es morir poco a poco, o, peor aún, dejar morir. "El ciclismo no puede estar así. Tiene que ser sí o no. Si no queda en nada y todo se olvida, mejor para todos. Para lo único que sirve esta espera es para hacer daño al ciclismo porque da lugar a juicios paralelos que no nos benefician", sostiene.

Y en eso, del lamento razonado asoma el optimismo contundente de Samuel: "Si el ciclismo no se ha muerto hasta ahora, no se va a morir. Éste es un deporte de luchadores". Y la defensa estadística al apreciar que en el trienio de 2006 a 2009 sólo el 0,3 de los controles realizados fueron positivos, "lo que es apenas nada, un porcentaje bajísimo, muy inferior a otros deportes, lo que ocurre es que de eso no se dice nada". Ampara el ovetense, lo alaba, el sistema antidopaje instalado en el ciclismo, "somos pioneros en muchos aspectos que otros deportes están imitando", pese a que el pasaporte biológico, el arma maestra de la AMA para controlar las anomalías en los valores sanguíneos de los ciclistas que sugieren una práctica de dopaje, atraviesa un momento crítico.

Franco Pellizzoti, suspendido antes del Giro por los datos que arrojaba su pasaporte biológico, fue absuelto por el CONI por falta de pruebas esta misma semana, lo que le ha llevado a reclamar una indemnización de cinco millones de euros. Mientras, Pietro Caucchioli, suspendido un año por la misma causa, se convirtió el martes en el primer ciclista en acudir al TAS para impugnar el pasaporte biológico y su validez para sancionar.