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Decepcionante arranque

El Lagun Aro GBC abre la liga con derrota en la cancha del Fuenlabrada, en un partido espeso en el que sólo los triples de Baron le hicieron soñar con un triunfo que nunca mereció

Un año más, el Lagun Aro GBC abrió la liga con derrota. Y un año más, cayó en Fuenlabrada. La doble mala racha sigue vigente, pero la razón no hay que buscarla en ningún maleficio ni nada por el estilo, sino en la misma cancha. Porque el equipo de Laso abrió la liga con una puesta en escena decepcionante, lejos de la ilusión que había despertado, y confirmando los temores de que algunos jugadores empiezan el curso lejos de su mejor forma. Pero es que ayer algunos de los que se esperaba bastante más tampoco brillaron, lo que provocó la lógica derrota. El ajustado marcador (71-64) no debe llevar a engaño, porque lo cierto es que el Lagun Aro, salvo en el 0-2 inicial, siempre fue por detrás en el marcador y casi nunca dio la sensación de que podía ganar.

Ante un Fuenlabrada que tampoco hizo nada del otro mundo, el Lagun Aro se mostró como un equipo ofensivamente muy espeso, al que le costó horrores anotar. Llegar al descanso con 24 puntos a favor lo dice todo. Andy Panko estuvo gris, pero tampoco se esperaba mucho más de él porque apenas ha hecho pretemporada. Sorprendió más la floja actuación de Salgado, Lorbek o Miralles. Con tantos elementos importantes lejos de sus números, resultó imposible arrancar el ansiado triunfo a la jornada inaugural.

El 21-11 con el que acabó el primer cuarto marcó el partido. Tampoco es que sea un marcador irrecuperable en baloncesto, ni mucho menos, pero visto lo visto hasta ese momento la misión se antojaba casi imposible. Los diez primeros minutos se resumen en un par de datos para llorar: 5/19 en tiros de campo y un 1 de valoración, con Doblas (6 puntos) como único jugador salvable.

salgado y uriz, superados A partir de ahí, el conjunto de Laso tuvo que ir a remolque, pero le faltaron argumentos para voltear el marcador. El partido comenzó a escaparse en el duelo de bases titulares que mantuvieron Valters y Salgado, resuelto claramente a favor del fuenlabreño, situación que no logró enmendar Uriz, superado a su vez por Colom. La pareja formada por el ex del Bilbao Basket y el capitán parece ser de garantías, pero ayer no estuvo a la altura.

Con esa batalla perdida, el Lagun Aro vivió de los arreones de Jimmy Baron Jr. Su carta de presentación en la ACB fue un triple desde ocho metros que puso el 13-9 en el marcador. Luego anotó otros tres seguidos tras el descanso, que hicieron que el marcador pasara del 40-30 al 43-39 mediado ese tercer acto. En total anotó cinco, tres de ellos desde ocho metros. Más allá de su inspiración, al equipo guipuzcoano le costó demasiado anotar, porque no movió el balón con fluidez y muchos de sus tiros fueron forzados. Los números no engañan: acabando el choque con un 21/48 en tiros de dos y 6/19 en triples es muy difícil ganar.

A pesar de todo, el partido entró abierto en el último cuarto (52-43), en parte porque el Lagun Aro hizo un trabajo correcto en defensa y en parte porque al Fuenlabrada no le sobran armas ofensivas. Le sostuvieron Valters y Colom, cuyos siete puntos casi consecutivos en el inicio del último parcial abrieron la brecha local (61-49). Panko, Salgado y Baron lideraron un último intento de remontada heroica, pero eso casi nunca funciona. Cualquier opción se diluyó con otra de las lacras del día: los 16 rebotes ofensivos que capturaron los jugadores del Fuenlabrada. Miralles y Panko son dos seguros de vida en este apartado, pero el primero estuvo lastrado por las faltas y el segundo apenas apareció en esa faceta, es de esperar que porque aún no está al 100%, así que Batista, Ayón y compañía se pusieron las botas.

Un último triple por parte de Baron puso el 67-60 a falta de minuto y medio, pero la esperanza se acabó cuando Barton cogió uno de esos 16 rebotes ofensivos y amarró el triunfo para el Fuenlabrada. Una vez más, el Lagun Aro se volvió del sur de Madrid con derrota. La liga no empezó de la forma deseada, ni por resultado ni por sensaciones, pero es la jornada uno y en estos casos lo más sensato que se puede decir es que esto acaba de empezar y que el equipo tiene mucho margen de mejora, lo cual es cierto, aunque mejor espabilar cuanto antes y sumar pronto el primer triunfo del curso.