"SI llevamos tantos años en el remo, es primero porque nos gusta, pero, sobre todo, porque en casa tienes a alguien que entiende este deporte, que también lo vive y que te apoya", coinciden Juan Mari Etxabe (Oiartzun, 1966), director técnico de San Juan, y Joxean Olaskoaga Aizperro (Orio, 1974, cinco Conchas), entrenador y remero de Orio.
Esos bastiones anónimos, que han vibrado con las cinco Conchas que cada uno de ellos ganó como remero -Etxabe logró otra más como entrenador de Castro- y que han sabido arrancar una sonrisa en cada derrota, son Inés Etxeberria (43 años) y Eder Etxeberria (30), las mujeres, respectivamente, de Juan Mari y Joxean. Y ambas, el sábado, debutarán en la Bandera de La Concha: la sanjuandarra, como patrona de la Batelerak de San Juan; la oriotarra, como remera de la Txiki de Orio.
Ambas se enfrentaron el pasado sábado en Lekeitio, donde las oriotarras, segundas tras Bizkaia, superaron a las sanjuandarras. Tras la regata, Inés desafió a Eder: "En La Concha iremos con el cuchillo y será diferente". "Nos llevamos muy bien", aclara Inés. "Nos conocemos desde hace años, hemos coincidido en las regatas de chicos y ahora en las nuestras", añade.
En 2004, incluso, apoyaron los mismos colores: los de Urdaibai. "Ya le suelo vacilar a Juan Mari -explica Aizperro, entrenador entonces de la Bou Bizkaia, vencedora ese año de la Liga San Miguel-. Él ganó luego con Castro gracias a mí, que le repesqué para Urdaibai cuando él no había remado en 2003".
En este sentido, Inés resalta que "yo primero fui de San Juan, después de Donibaneko, de Urdaibai, de Castro y ahora otra vez de San Juan", los equipos de su marido, a quien conoció "de vernos en el club". Nacida en la Plaza Santiago de Pasai Donibane, "he vivido el remo desde pequeña. Durante ocho o nueve años hice banco móvil, y llegué a estar en la selección española juvenil. Con 22 años, cuando el remo femenino inició una cuesta abajo en San Juan, lo dejé".
Hasta este año: "El año pasado, Juan Mari se jubilaba del remo, y con él, el resto de la familia -los tres hijos: Lorea, Mikel y Ander, de 10, 8 y 3 años; "Durante seis años, se han criado en la A-8"-. Pero en octubre le presentaron en San Juan un bonito proyecto a Juan Mari, y se animó. Después, me llamaron a mí porque necesitaban una patrona para los bateles, luego para las trainerillas y después para las traineras, porque la que estaba, Inder Paredes, era también remera y la plantilla era corta. No había cogido nunca un timón, y primero dije que no, pero...". Comenzó a entrenarse "a escondidas de la ama, porque me habría matado. Juan Mari iba a su casa a recoger a los críos, y debía mentirle un poco".
Eder se animó en una cena: "Hablamos que ahora que empezaba a moverse algo el remo femenino, un pueblo como Orio debía sacar trainera, y aquí estoy". Aquella noche también se motivó Ainhoa Gozategi, pareja de Ibon Urbieta, con mil batallas en el remo. Era diciembre de 2009, y la pequeña Uxue, la única hija de la pareja, tenía seis meses. "Desde 2002, no había cogido un remo. Lo dejé muy hastiada, al volver del Mundial de Sevilla", recuerda.
Atrás quedaba una vida en el remo. Sobrina de José Luis Korta -se apellida Etxeberria Korta-, "empecé a remar con 11 años, cuando Joxean no sabía ni lo que era un remo". Tanto Eder como Inés coinciden en que "éste será el único año en el bote".
"Para una mujer -opina Eder, que es médico-, sobre todo cuando trabajas y tienes familia, es muy difícil poder compaginar cualquier cosa. Y el remo, imagínate. Nuestra dedicación, es menor que los chicos, pero hay que entrenar también, y el invierno se hace largo". Al final, coinciden, "recurres a la familia, al aitona y la amona". Inés, incluso, "a toda la comunidad. En la plaza, nos conocemos todos, y todos te echan una mano para recoger o cuidar a los críos". Los dos más mayores "es más fácil poder colocarlos; el pequeño, en cambio, se ha tragado muchas horas en el catamarán, con lluvia y frío. Él mismo nos pide entrenamendura, entrenamendura".
Joxean ahora atraviesa por la fase que ya superó en su día Juan Mari: "Muchas veces, se hace duro estar todo el año del trabajo a entrenar y de entrenar a la cama. Y cuando tienes una hija que para cuando vuelves a casa está dormida... Cada vez cuesta más".
"A por todas" en La Concha
Objetivos similares
San Juan y Orio comparten sus ilusiones para este fin de semana. Sus remeras buscarán el sábado una de las cuatro plazas en la final del domingo, conscientes de que "Galicia, Getaria-Tolosa y Zumaia están un punto por encima", y, a priori, se jugarán el cuarto billete junto a Bizkaia y Hondarribia. "Si hacemos nuestra regata, creo que estaremos dentro", señala Inés. "Yo no tengo duda de que entrarán; sería un gran éxito para San Juan tener dos botes en La Concha, en un momento en el que el pueblo vuelve a vibrar con el remo, que quiere un San Juan unido", agrega Juan Mari. Tal es la pasión rosa, que el viernes, en dos horas, vendieron 6.000 euros de ropa del club entre los aficionados. "Se agotó toda".
Eder suspira "por remar el domingo; lo podemos conseguir, porque la evolución de la trainera ha sido muy grande semana a semana. Vamos rápido, y más en una contrarreloj, porque en línea a veces nos aceleramos si vemos al rival a la par".
Los chicos compartirán tanda de honor con Kaiku y Urdaibai. Los rosas están a diez segundos de la bandera, y los amarillos, a dieciocho, "demasiado lejos, sobre todo porque tenemos tres traineras por delante", admite Aizperro. Por ello, "nuestro objetivo será ganar la tanda. Eso ya sería muy importante, aunque no será nada sencillo".
De cara a aspirar a la bandera, precisaría "mala mar y que nos tocara una buena calle, pero ahora anuncian olas de 1,1 metros, menos de lo previsto el pasado domingo", cuando superaron por centésimas a Pedreña, que remará en la primera tanda. "De cara a la bandera, tendríamos alguna opción mayor si remásemos en la primera, pero, sinceramente, preferimos hacerlo en la tanda de honor. Para el pueblo es muy importante estar ahí".
Las matemáticas son más favorables a San Juan, pero Etxabe estima que no dependen de sí mismos: "Nuestro objetivo es mantener la tercera plaza, que no será fácil. Eso sí, si Kaiku y Urdaibai no hacen sus deberes, tendríamos una opción siempre y cuando hagamos los nuestros. Pero ser terceros ya sería un triunfo, porque a principio de temporada ni soñábamos con todo esto".
Tampoco pensaban, ni Joxean ni Juan Mari, que Eder e Inés llevarían al remo el refrán que detrás de un buen hombre (remero), siempre hay una gran mujer. Y ambas, pese a "las dificultades que nos han puesto los reglamentos", como apunta la sanjuandarra, ahora alientan a sus maridos desde su propia trainera, en la que debutarán en La Concha.