Los vitorianos se mantuvieron agazapados durante todo el partidoante un Barça demasiado errático, que no creyó en la victoria y jugómuy por debajo de su nivel.v
Cuando parecía que el Baskonia se iba a llevar la victoria sinsufrir (67-70 y posesión a 1,6 segundos para el final), un error deOleson en un saque de fondo le permitió al Barça disponer de una últimaoportunidad.
San Emeterio cometió una falta antideportiva sobre Basile, queanotó los dos tiros libres (69-70). Sin embargo, Ricky Rubio rubricó sumala actuación con un error en el saque de banda que acabó por enterrarlas opciones de su equipo.
Si con la victoria de hace 48 horas, el Caja Laboral tenía muchoganado, con la de hoy, obliga al Barça a hacer una pirueta paraconquistar el título, conseguir tres victorias en tres partidos, algoque no se ha producido en la historia de la Liga.
Y eso que el Barça no empezó mal. Sorprendió Xavi Pascual con laalineación de Terence Morris en el quinteto titular. El norteamericanofue el elemento desestabilizador en el ataque de su equipo.
Potente en el rebote, con un buen lanzamiento exterior eintimidador en la pintura, el barcelonista comandó las operaciones enlos primeros minutos.
Además, la defensa de ayudas de los locales frenó a ThiagoSplitter, desconocido durante todo el partido (4 puntos, 6 rebotes) porlo que las anotaciones del Baskonia llegaron desde el perímetro.
Se escapó el Barça (15-9) y en cuanto Morris encontró el apoyo deMickeal en ataque, los azulgrana equilibraron sus opciones ante unadefensa de los vitorianos que tenía que multiplicarse.
Sin embargo, el perímetro del Baskonia, la solución ante la faltade puntos desde la pintura, permitió a los de Dusko Ivanovicrecuperarse. Dos triples, uno de English y otro de Ribas, equilibró elpartido y la ventaja de los locales después del primer cuarto eraexigua (19-17).
Los problemas de faltas personales de Navarro, que acumuló tres enquince minutos, dejaron prácticamente fuera de combate al escolta. Lapuesta en escena del segundo cuarto no varió: el Barça se alimentó depuntos interiores y el Baskonia desde fuera.
Morris volvió a ser determinante, en ataque y bajo su aro, yaprovechó bien que hoy no era el día de Splitter, que antes deldescanso aún no se había estrenado.
Sin Splitter ni Navarro, el partido buscaba otros protagonistas SiMorris aguantó a su equipo, San Emeterio y Oleson fueron los mejores delos vitorianos.
Las ventajas siempre fueron para el Barça, pero con un máximo deseis puntos. Ivanovic parecía haber encontrado el antídoto para frenaral todopoderoso equipo azulgrana que nunca se sintió cómodo.
Al descanso, la ventaja era mínima para los locales (38-33), apesar de que el Barça dominaba las estadísticas, principalmente la derebotes. Sin embargo, el Caja Laboral daba la sensación de tenercontrolada la situación, a pesar de no firmar un buen baloncesto.
Hasta que Jaka Lakovic, con dos triples consecutivos, no entró enacción, los de Pascual no pudieron respirar. El esloveno llevó lamáxima diferencia al marcador para el Barça (53-45), que nunca seencontró a gusto en el partido.
San Emeterio volvió a ser el estilete de los vitorianos, quienesbuscaron no darle ritmo al partido para mantener sus opciones, algo queconsiguieron en todo momento.
En el cuarto final, el Caja Laboral siguió jugando con los nerviosde un desconocido Barça. Remontó la desventaja inicial (55-53), tras unparcial 2-8, y empezó a sentirse más cómodo en el partido.
El Barça, que cada vez creía menos en sus posibilidades, vio cómoentre Huertas (9 puntos en la recta final) y San Emeterio (19 puntos,18 de valoración) le dieron la vuelta a la situación. La primeraventaja del Baskonia se produjo a 3:39 de la conclusión con una canastade San Emeterio. Al final, los vitorianos, en un partido a la italiana,demostraron su potencial, pese al susto final.
Ahora lo tienen todo a su favor y están a una victoria dearrebatarle al Barça la posibilidad de firmar la temporada perfecta.