Duración 53:03 minutos; 7:40 de juego real.

Saques 4 de Martínez de Irujo (tantos 3, 10, 15 y 20) y 1 de Bengoetxea VI (tanto 3).

Pelotazos 171.

Tantos en juego 8 de Martínez de Irujo y 7 de Bengoetxea VI.

Errores 2 de Martínez de Irujo y 10 de Bengoetxea VI.

Marcador 5-0, 5-4, 13-4, 13-6, 20-6, 20-7, 21-7, 21-10 y 22-10.

Incidencias Tres cuartos de entrada en el Atano III de Donostia. El dinero salió muy favorable a Martínez de Irujo. Ejercieron de botilleros Patxi Eugi (con Martínez de Irujo) y Asier García (con su primo, Bengoetxea VI).

Donostia. Juan Martínez de Irujo se subió ayer a su particular todoterreno, un vehículo con el que sabe circular por cualquier lugar y adaptarse a cualquier situación y estilo de juego. El delantero de Ibero certificó su pase a las semifinales del Manomanista (necesitaba 14 tantos para hacerlo), su primera posición en el grupo B (le bastaba con llegar al cartón 19) y, no conforme con eso, batió a Oinatz Bengoetxea en el Atano III de Donostia para cerrar su participación en los cuartos de final del mano a mano con su casillero de derrotas todavía sin estrenar. Su victoria apeó al leitzarra y clasificó para las semifinales a Asier Olaizola, que el sábado cumplió con su obligación de doblegar a Abel Barriola y ayer recibió la ayuda del delantero de Ibero.

"Da la impresión de que ha sido fácil", señaló Irujo al término del choque, "pero he jugado incómodo por pensar que necesitaba 14 tantos para clasificarme y 19 para ser primero de grupo". Sin embargo, el delantero de Ibero también encontró resuello en los errores de su rival. "Oinatz ha arriesgado mucho, pero no le ha salido nada", explicó el vigente campeón del Manomanista, que en semifinales tendrá la oportunidad de seguir defendiendo su corona.

Irujo comenzó como un torbellino. Apeló a su pegada para desquiciar a Bengoetxea VI, que tardó en encontrar su sitio. Lo hizo cuando ya cedía por 5-0, pero aprovechó un fallo de su rival para llevar el partido a su terreno. Encadenó tres tantos consecutivos con el saque (uno directo y otros dos con dos espectaculares remates -un ajustado dos paredes de sotamano y una dejada al ancho de aire-) y apretó el electrónico (5-4). Fueron los únicos momentos en los que pudo imponer su estilo con un juego eléctrico en el que prima el golpeo de aire. De hecho, hasta ese instante sólo dejó botar la pelota en ocho ocasiones (en las otras nueve optó por el sotamano o la volea).

la tacada definitiva Pero fue un espejismo. Irujo se adecuó al ritmo que marcó el leitzarra y recuperó la iniciativa merced a un buen dos paredes que le devolvió el saque. Fue entonces cuando comenzó su particular recital. Del 5-4 se escapó al 13-4. El delantero de Ibero gozaba con ambas manos y terminaba el tanto en cuanto tenía ocasión. En cambio, a Bengoetxea VI le tocaba sufrir, defenderse y arriesgar, el peor panorama para plantar cara al campeón en curso del mano a mano. Por eso, por el tino de Irujo y la incapacidad de su rival de frenar el vendaval de juego del defensor del título, el delantero de Ibero se apresuraba a cerrar el primero de sus objetivos: alcanzar el tanto 14.

Sin embargo, una dejada excesivamente alta le privó a Irujo de certificar su clasificación. Bengoetxea VI, que nunca se rindió, recuperó oxígeno y distancia (13-6). Pero en la siguiente acción falló y su rival encontró su primer premio y voló hacia el segundo. Con 19 tantos aseguraba el primer puesto y de una tacada se plantó en el 20-6. Lo que ocurrió después fue un tímido intento de reacción de Bengoetxea VI, pensando más en maquillar el resultado que en la posibilidad real de remontar y alcanzar las semifinales, esa ronda a la que acceden Irujo y Olaizola I.