El fallecimiento de Joxemari Mendizabal fue un mazazo para los aizkolaris presentes en Tolosa y los ex compañeros del de Aduna.
Mendizabal se había sentido indispuesto en el tercer y penúltimo tronco del desafío. A pesar de que el aizkolari tuvo que abandonar la prueba, pocos podían imaginar siquiera la gravedad del veterano deportista guipuzcoano.
Joxemari Olasagasti, su adversario en el coso tolosarra y en otras dos apuestas anteriores, se mostró conmocionado por la tragedia: "Ha sido un golpe muy duro, esto lo voy a recordar toda la vida. Toda la vida -repitió-, no se puede olvidar. Cuando lo vi mal le dije, Joxemari, tú tienes un toque. Pero luego estuvo andando un rato, tomó una manzanilla y parecía que ya estaba mejor. Cuando nos despedimos hablamos para estar un día esta semana, y queríamos quedar para hacer una cena".
Iñaki Gorostidi
"Ha sido un gran aizkolari"
El ex harrijasotzaile Iñaki Gorostidi, paisano de Mendizabal, compartió numerosas vivencias con el fallecido. Gorostidi aseguró que "ha sido un gran aizkolari. Con troncos grandes, todavía nadie ha batido las marcas que ha tenido él. Ahora ya, con 63 años, había empezado otra etapa".
Gorostidi había invitado a Mendizabal a participar en el festival de la piedra que lleva su nombre: "El mes que viene tenía que participar en la Gorostidi Harria, también con Olasagasti. Ahora, su mejor homenaje será la participación de harrijasotzailes y aizkolaris".
Arria II
"Se tocaba el pecho y decía que le molestaba"
Joxe Inaxio Orbegozo, Arria II, ejerció como ayudante de Mendizabal durante la apuesta. El ex harrijasotzaile fue de los pocos que se percató del estado del aizkolari: "Se ha dicho que estaba bien cuando salió de la plaza, pero no salió bien".
Arria II era quién más cerca estaba de Mendizabal cuando comenzó a sentirse indispuesto: "En el tercer tronco, hizo unos fallos que no eran habituales en él. Le he notado un poco raro. Estaba justo para terminar el tronco y me dijo Inaxio, no estoy bien. Le dije que fuera poco a poco, que acabara el tronco, y que luego se retirase si no estaba bien. Estaba a punto de terminar, pero le veía diferente. Me repitió que no estaba bien y le dije, Joxemari, no empieces el cuarto tronco, estate tranquilo. Se tocaba el pecho y decía que le molestaba, que nunca se había sentido así. Yo le decía que serían los gases, o que le habría sentado mal la bebida. En el vestuario seguía con molestias, decía que tenía un tope en el estómago. Salió a saludar a la plaza a Olasagasti y a sacarse fotos, pero me dijo que se mareaba. En el vestuario también tuvo molestias. Le dije que no tomara nada frío y le trajimos una manzanilla. Algo de bien ya le hizo, y él dijo Ya voy recuperándome. Se vistió él mismo".
Tras la apuesta, Mendizabal tenía previsto comer con sus allegados: "Teníamos una comida encargada en Aduna, con dos familiares. Los tres se metieron en la furgoneta, camino a Aduna, yo iba después, y en la salida de Tolosa, en Gorriti, en un semáforo, los vi parados y me dijeron Joxemari ha tenido un ataque. Lo vi tumbado en un paso de cebra. Estaba a 200 metros de la Cruz Roja. La ambulancia vino enseguida, y luego llegó otra. Estuvieron más de media hora e hicieron todo lo que pudieron, pero…"
Mendizabal había preparado cuidadosamente el desafío de ayer. Orbegozo explicó que "había hecho reconocimientos, decía que estaba como un chaval, y todos contentos. Se había preparado con un médico y con un masajista, se había hecho análisis… lo hizo todo bien. A mí me ha extrañado un montón".
Antes de la apuesta, Mendizabal había tenido algunos contratiempos, pero los había superado. Arria relata que el de Aduna "tuvo un accidente y se golpeó la rodilla, pero se recuperó. Luego tuvo catarro y un tirón en la espalda, pero también se sobrepuso. En los últimos días estaba a gusto y con fuerza, pero… Del entrenamiento a la plaza siempre cambian las cosas, con el contrario y la impresión de la gente, y 63 años son muchos. Era un trabajo muy duro, hay pocos capaces de hacer ese trabajo".
Para Arria, el fallecimiento del aizkolari ha supuesto "un golpe terrible. Hemos andado juntos toda la vida. Ayer -por el sábado- estuve comiendo en su casa y preparando troncos. Anduvimos juntos por América".
El antiguo harrijasotzaile recuerda que "Mendizabal fue primero levantador de piedra, pero tuvo una lesión en la rodilla y lo dejó, porque además había más exhibiciones de hachas. Hizo una apuesta conmigo que consistió en levantar una piedra cúbica de 125 kilos 25 veces, cortar seis troncos de 72 pulgadas y correr seis kilómetros. Luego apostó con Aierbe, con cuatro kanas. Era un hombre fuerte, con mucha potencia en las muñecas, y le gustaba hacer trabajos de fondo. Cortando los troncos grandes, era un artista. Ahora bien, para un campeonato con troncos pequeños, no era rápido".
Arria recuerda la que se llamó "la apuesta del siglo", que protagonizaron Mendizabal y Mikel Mindegia. El desafío contempló un trabajo de titanes: seis troncos de 110 pulgadas -más de una kana-, y 52 kanaerdikos... Ganó Mendizabal, aventajando en casi dieciséis minutos al navarro. "Sabía cortar muy bien y era un fondista. Y como harrijasotzaile, fue el primero que levantó una cúbica de 16 arrobas -más de 200 kilos-".
Por otro lado, el médico tolosarra Iñaki Arratibel explica que "el trabajo era muy duro, y con 63 años… Yo no tengo todos los datos, pero todo indica que ha podido ser un ataque al corazón".