En el verano de 1997, un joven canterano irrumpió con una fuerza y una brillantez desmedidas en los amistosos hasta el punto de que se quedó, se hizo con la titularidad y disputó 32 encuentros esa temporada. Era Aitor López Rekarte, el hermano del célebre bomba. Lo único bueno de las pretemporadas son las apariciones inesperadas. Y en la preparación de esta campaña ese papel parece acaparado por Iñaki Rupérez. Es como la canción del verano que se pone de moda de la noche a la mañana. A pesar de que fue una pieza clave en el ascenso del año pasado, su progresión siempre generó sospechas al ser un lateral mucho más ofensivo que defensivo. Todo parece indicar que siente que es su oportunidad, su momento y no lo pieza desaprovechar. Y la cualidad que más se valora ahora es la madurez que está demostrando. Esta tarde incluso con un gran gol incluido que no le dio el triunfo a los suyos por una jugada suelta que acabó en el empate de un físico pero bastante discreto Stade Rennais (1-1). Una pena, porque la Real había mejorado mucho en la segunda parte y pudo y debió aumentar su ventaja. 

FICHA TÉCNICA

Real 1

Rennes 1

REAL SOCIEDAD Remiro (Marrero, min.60), Rupérez (Aramburu, min.60), Aritz (Zubeldia, min.60), Pacheco (Martín, min.60), Sergio Gómez (Aihen, min.60), Gonzalez de Zárate (Gorrotxa, min.60), Turrientes (Marín, min.60), Sucic (Brais Méndez, min.60), Goti (Barrene, min.60), Oyarzabal (Take, min.60) y Carrera (Karrikaburu, min.60). 

STADE RENNAIS Samba, Brassier (Ait Boudlal, min.30), Roualt, Jacquet, Merlín (Bamba, min.81), Santamaría, Fofaná, Rongier, Blas (Bertug, min.60), Mousa (Nagida, min.74) y Kalimuendo (Meite, min.65).

Goles 1-0, min. 50:Rupérez. 1-1, min. 87:Meite,

Árbitro Rivas Etulain. Amonestó a los locales Carrera y Pacheco.

Incidencias Partido amistoso disputado en Zubieta. 

Un 4-4-2

La Real de Sergio busca trazar su camino. Lo hace a su manera, sin un estilo demasiado definido. Siendo su carta de presentación precisamente eso, la continua permuta de tácticas y formas de juego para intentar sacarse de encima esa fama de equipo previsible que le persigue desde la temporada pasada. En el quinto test de la pretemporada, el irundarra apostó por un 4-4-2, con rombo en la medular. Una vez más sin Óskarsson, que se perdió su tercer encuentro por “cargas de trabajo”. Curioso. Esta vez la gran novedad fue la presencia de Carrera, que marcó un doblete ante Unionistas con el Sanse hace unos días, para ensayar con Oyarzabal con un 9 puro arriba. Era una gran ocasión también para Urko, que está viendo cómo su técnico sigue apostando por su competencia, en este caso Gorrotxategi, aunque ya no esté Zubimendi. No se le vio suelto al vitoriano, algo que parecía haber solucionado en su cesión perica.

Sí contra Osasuna los titulares coincidieron en que la Real disfrutó y se divirtió, frente al Rennes la alegría se truncó de raíz. Una primera parte tediosa e infumable que invitaba a pensar a los más de 500 presentes si se encontraban bien a pesar de lo que estaban viendo. Los galos dominaron a placer los primeros veinte minutos, jugando en campo rival y provocando que la Real no diera ni tres pases seguidos gracias a su agresiva adelantada. A pesar de todo, apenas generó peligro salvo en un remate a los ocho minutos de Fofana que detuvo bien colocado Remiro y en un disparo dentro del área de Kalimuendo que se marchó muy desviado.

Muy poco más se puede destacar de la Real a la que solo dio algo de electricidad Sucic que demostró que poco a poco va engrasando la máquina. El croata dio dos pases muy buenos a Oyarzabal y Carrera, pero estos no lograron controlar la pelota en plena carrera y muy forzados. Ningún remate a puerta en 45 minutos. La estadística se comenta sola. Para que se hagan una idea del sufrimiento que estaba padeciendo la grada, lo más aplaudido fue una sprint del visitante Mousa que persiguió la pelota de banda a banda sin éxito. 

Escasas noticias de Goti en los espacios muy reducidos, poco de Turrientes y a Oyarzabal todavía se le ve sin ese punto de forma que necesita para marcar diferencias. A destacar eso sí, el primer tiempo de Rupérez, que no pasó del centro del campo pero que protagonizó una muy buena actuación defensiva, que es precisamente lo que se le suele echar en cara cuando se duda de que ya está preparado. Cuidado con el, navarro, que ha llegado para quedarse.

Segunda mitad

A los cuatro minutos de la reanudación, con una Real mejor plantada y jugando en campo galo, Oyarzabal se fue por la banda y su centro meditado y preciso al segundo palo lo remató a la red Rupérez con una volea con el interior. Encima tiene llegada y técnica para definir.

Casi a renglón seguido Goti no pudo superar al meta visitante con un remate desde dentro del área. El vizcaino entró mucho más inspirado y dejó varios detalles de enorme clase, sobre todo en un cambio de pierna pegado a la tribuna que se llevó su merecida ovación. 

En el minuto 60 Sergio cambió a los once para dar entrada a los que fueron titulares frente a Osasuna. En este equipo se puede adivinar el equipo titular en Mestalla, con las incorporaciones de Oyarzabal, Sucic y Óskarsson, si se encuentra en condiciones porque a este paso... El dibujo un 4-3-3 como el del curso pasado.

El Rennes estuvo a punto de aprovechar el relevo con dos acciones a balón parado en las que no encontraron portería. 

La primera vez que conectaron los jugadores ofensivos casi firman una obra de arte con un buen pase de Barrenetxea que prolongó Karrikaburu y Brais, en posición de remate se sacó un taconazo a lo Guti que no encontró rematador. El 7 también dispuso de su ocasión en una falta que sacó con acierto Samba. Muy bien los supuestos titulares en actitud, al entrar con mucha hambre y mordiendo en cada jugada, sobre todo en presión adelantada.

Lástima que en una acción esporádica a falta de cuatro minutos para el final, Nagida profundizó por su banda y su servicio perfecto lo cabeceó con potencia Meite a la red. Incluso Fofana buscó la victoria con un chut desviado en la prolongación.

Empate justo

Un empate que se puede considerar justo visto los merecimientos de ambos conjuntos, con un tiempo para cada uno. Un nuevo amistoso de los que ponen a prueba la paciencia y los límites de la afición por el fútbol y por la Real de todos y cada uno de los presentes. Y una Real que continúa buscando su camino aún sin fichajes que ya solo podrán disputar un bolo este verano. No parece la mejor forma de preparar el estreno de Valencia, aunque la realidad es que hay mimbres suficientes como para arrancar con buen pie la temporada. Aunque haya que demostrarlo, claro.