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80 centímetros

El frontis del Ogueta es casi un metro menor en altura que el de otros frontones, propiedad que le convierte en un escenario muy exigente, sobre todo para los zagueros.

EL Ogueta es un frontón especial por varios motivos, pero para los protagonistas de la final, especialmente para los zagueros, principalmente por uno, su frontis, aproximadamente 80 centímetros más bajo que el de los escenarios en los que están acostumbrados a jugar. Por eso, Zubieta y Laskurain probaron ayer las medidas del frontón vitoriano, en el que, además, no se disputa un partido de la LEP.M (a excepción de los de la Feria de La Blanca) desde el mes de noviembre de 2008.

Los finalistas del Parejas se ejercitaron ayer en el Ogueta y repetirán el próximo lunes. Después llegará la elección de material del miércoles. Y luego la final. Serán los únicos días en los que tengan contacto con el recinto de la capital alavesa, así que ayer aprovecharon para "ir cogiendo las medidas al frontón", según las explicaciones de Aitor Zubieta, que tras su entrenamiento explicó que, "para los zagueros, sobre todo a la hora de defender desde muy atrás, el frontis está un poquito más bajo de lo normal y, si le das demasiada altura a la pelota al golpear, se te puede ir al colchón de arriba con facilidad". De ahí que haya que hacer "un par de entrenamientos antes de la final", señaló el otro zaguero finalista, Aritz Laskurain. Para no cometer demasiados errores en este aspecto, Zubieta también manejó otras posibilidades para evitar enviar la pelota más arriba del verde. Se refirió a las posturas. "Si le das a la pelota de abajo, es muy fácil que la tires arriba. Por eso hay que aprender a darle de medio lado y, sobre todo, tener un poquito de cuidado a la hora de golpear, que te dé tiempo a pensar".

Pero los 80 centímetros que hacen del frontis del Ogueta algo especial en el mundo pelotazale no sólo provocan problemas en defensa. "Al atacar también hay que tener cuidado", reveló Zubieta. "Es mejor buscar el medio frontis y no fallar, que darle altura y arriesgarte a perder pelota". 80 centímetros que preocupan a dos pegadores como el navarro y Laskurain.