bilbao. Ayer, cuando se disputaba la recta final del segundo partido de pala en un festival de tres choques, parte del revestimiento de hormigón de los palcos -con una longitud de ocho metros de largo por uno de ancho y cinco centímetros de grosor- se derrumbó sobre la grada inferior, entre los cuadros dos y cuatro.

Milagrosamente, en ese momento no se encontraba nadie sentado sobre esas localidades, si bien momentos antes sí que había varias personas sentadas en esos asientos.

En cuanto tuvo lugar el suceso, se suspendió el tercer y último encuentro y se avisó a los bomberos, que acordonaron medio graderío.