Del paro a la ACB
La desaparición a principios de julio del CB Los Barrios, su club durante los últimos siete años, le dejó sin trabajo, pero poco después recibió la llamada de Laso y ahora está encantado en el GBC.
Escribe Xavi García, entrenador ayudante del Bruesa GBC en la primera temporada del club en la ACB, en su blog Hablando de baloncesto que "la suerte es demasiado importante... como para despreciarla". El técnico catalán no lo dice a lo largo de su texto, pero es probable que se refiera a su propia mala fortuna, ya que después de dos excelentes años a cargo del Vic, modestísimo equipo al que ascendió a la LEB Oro y al que mantuvo en la categoría de plata con solvencia, se ha visto abocado al paro por la desaparición del club cuando el mercado de entrenadores estaba casi cerrado.
Xavi García es el ejemplo de cómo la crisis ha castigado al baloncesto este verano. Hugo López, actual ayudante de Laso, también lo ha vivido en primera persona. Tras siete años como entrenador ayudante en el CB Los Barrios, histórico de la LEB Oro, la desaparición del club gaditano a principios de julio le hizo pasar a engrosar la cola del paro. Pero Hugo López es el reverso de la moneda de Xavi García. A este vallisoletano de 34 años se le podría aplicar el dicho de no hay mal que por bien no valga, ya que unas semanas después de vivir la amargura de la desaparición de Los Barrios llegó la oportunidad con la que soñaba.
"Me llamó Pablo Laso. Nos reunimos, hablamos de baloncesto y nos pusimos muy rápido de acuerdo; de ahí salió mi futuro en la ACB". Una reunión con la que definitivamente dio portazo a su anterior etapa, de la que Hugo López sólo puede decir cosas buenas pese a ese "amargo" final: "He estado allí siete años, ha sido mi primer equipo profesional. Es un club pequeño, muy familiar. La afición es increíble y eso te motiva para trabajar al 100%. He trabajado muy a gusto allí".
Pese a que ingresó en Los Barrios con sólo 27 años, Hugo López tiene un currículum anterior más que interesante. "Como jugador, llegué hasta la Primera Nacional, con 17 años, pero ahí también entrenaba a un equipo en el colegio San Agustín de Valladolid. Entré en las categorías inferiores del Forum y fui entrenador ayudante del equipo de EBA", rememora él mismo.
una oportunidad inesperada
Dos años en Estados Unidos
Ahí, en el Forum de Liga EBA, le surge una oportunidad tan inesperada como apasionante, ya que pocos saben que Hugo López trabajó de entrenador en Estados Unidos dos años. "Fui a un campus a Carolina del Norte durante diez semanas. Ahí conocí a un director atlético del high school (instituto) donde acabé recalando (el de Northwestern, en Pennsylvania). Hablamos y me propuso que llevara al equipo de basket", explica Hugo, que se tomó unos días de reflexión para decidirse a hacer las maletas y dar un giro a su vida: "En una semana les di el sí". Su decisión no pudo ser más acertada: "La experiencia fue buenísima. Trabajé con chavales de 16 y 17 años, que tenían nivel de EBA. Los equipos de instituto se toman muy en serio el baloncesto, entrenan todos los días después de clase. Hicimos una buena temporada y de ahí me incorporé como entrenador ayudante a la Universidad de Edinboro, donde estuve otra temporada".
El actual técnico ayudante del Lagun Aro vivió un año "espectacular" en su periplo universitario. Allí coincidió con Jakim Donaldson, una de las actuales estrellas de la LEB Oro. "Ya entonces tenía unas impresionantes cualidades atléticas y era un trabajador incansable", dice.
Tras dos años en Estados Unidos fichó por Los Barrios, y dejó atrás un país en el que estuvo "encantado" y que visita "todos los veranos", para ver a amigos o para asistir a charlas. Como curiosidad, relata que en el país de la comida rápida logró adelgazar 20 kilos. "Al llegar, en un par de meses engordé seis, pero empecé a hacer dieta y perdí 20. Y hasta hoy".
Su llegada a Los Barrios se produjo como segundo entrenador de Félix Alonso. "Pensaba quedarme dos o tres años, pero al final he estado más", reconoce, primero con el citado Alonso y luego con Quino Salvo y Moncho Fernández. En total, siete años técnico ayudante, papel que también va a desempeñar en Donostia. "A mí me encanta mi trabajo. Soy un apasionado de aprender de los buenos entrenadores, me gusta ver detalles durante los 40 minutos de juego que quizás a otros se les escapan. Mucha gente me pregunta por mi paso a primer entrenador, pero por ahora soy feliz de entrenador ayudante. Puede que sea una labor oscura, pero también es agradecida".